Desalmados causaron destrozos en la animita que recuerda a "Rambito"
Por segunda vez en los últimos meses desconocidos destruyeron los retratos del memorial de Jorge Santis, el repartidor que fue asesinado el año 2013 en un sitio eriazo cercano a avenida Aromos, en Llolleo.
La madrugada del viernes 15 de noviembre de 2013, Jorge Segundo Santis Toro, a esa fecha de 37 años, fue cruelmente asesinado en un pequeño sendero que hay desde la avenida Aromos -frente al 991- hacia la línea del tren y el Fundo de Llolleo.
El crimen del querido repartidor que era conocido como el "Rambito" estremeció a la provincia, tanto por la crueldad del ataque como por la ausencia de testigos que permitieran dar con pistas certeras de él o los autores del alevoso delito. De hecho, el único sospechoso e imputado por este homicidio fue absuelto por un tecnicismo legal, ya que la principal prueba en su contra fue recogida de manera ilegal por los detectives que investigaban el caso.
Desde entonces la familia de Jorge Santis Toro buscó sin éxito ese consuelo llamado justicia, y en el intertanto el padre del repartidor construyó con sus propias manos la animita que recuerda su vida y que para los seres queridos del infortunado trabajador se ha transformado con el paso de los años en un querido memorial.
Ataque cruel
Durante la madrugada del lunes pasado el lugar fue nuevamente vandalizado por desconocidos que rompieron los cuadros con las fotos y destruyeron algunos de los santitos instalados en la animita emplazada a un costado de la calzada en Aromos.
"Pasé con mi compañero en la mañana cuando andábamos trabajando y justo miré para acá y me di cuenta que algo pasaba, así que le pedí al chofer del camión que parara. Cuando me bajé a mirar estaban todos los cuadro del Jorge quebrados. Ahí mismo aproveché de limpiar, pero da impotencia porque esto lo hacen de maldad nomás, si lo único que rompen son los cuadros con las fotos suyas", relató a Diario El Líder Jorge Santis sin lograr comprender quién podría querer dañar el altar que construyó para su hijo asesinado.
Junto a este obrero golpeado por el dolor inenarrable de perder a un hijo, la madre del "Rambito, Carmen Toro, comentó casi al borde las lágrimas que "lo único que le pido a la gente es que no me hagan destrozos en este lugar que recuerda donde mataron a mi niño. Mi hijo no le hace daño a nadie, qué mal puede hacer esto, si fue él quien sufrió todo el daño que le hicieron, esto es revivir otra vez el dolor, por eso lo único que pido es que tengan un poco de respeto".
Mucho dolor
Mientras sus padres trabajaban en reparar los destrozos en la animita, Rosa Santis, hermana de Jorge, sostuvo que "duele mucho ver todo esto que hacen, ver sus fotos destrozadas, que le hagan daño a este recuerdo que como familia hemos levantado porque además esta no es la primera vez que nos pasa una cosa así. La ocasión anterior hicieron lo mismo pero con más daño".
La hermana del "Rambito" confesó que como familia "lo que más nos llama la atención es que sacan la foto de mi hermano y no para llevársela, lo hacen para destrozarla, romperla aquí en la calle. Esto que hicieron ahora pasó la otra vez y se nota que lo hacen a propósito para que lo veamos, para que nos duela, porque esto causa mucha pena, nos duele mucho esto que hacen".
Sin poder comprender semejante acto de crueldad, Rosa Santis relató que su padre construyó "todo esto con sus propias manos, se preocupa de los arreglos florales, mantiene limpiecito, bien pintado,y la gente que pasa por aquí deja una flor, regalitos, ramilletes, floreros, todo con cariño; si hasta bebidas le dejan porque saben que a mi hermano le gustaba la Coca-Cola".
"Da impotencia porque esto lo hacen de maldad nomás, si lo único que rompen son los cuadros con las fotos suyas",
padre de Jorge Santis
8 años se cumplirán en noviembre próximo del asesinato de Jorge Santis en Llolleo.