Se fue Luis Humberto Campos: un profe noble, un padre ejemplar, un hombre que dejó huella
Rodeado de su familia, en la tranquilidad del hogar que construyó, la tarde del lunes falleció el querido docente sanantonino que destacó en las escuelas de la comuna.
Luis Humberto Antonio Campos Palma cumpliría 81 años el próximo mes de octubre, pero el destino quiso que su partida ocurriera el lunes, a eso de las 7 de la tarde en su hogar, rodeado de su familia, abrazado por el amor de sus seres queridos.
Una falla multisistémica finalmente apagó la vida del profesor que hasta 2019 ejerció la docencia como parte del equipo académico del Colegio Araucarias.
De dilatada trayectoria, el "Profe Campos" llegó a San Antonio en 1976, época en la que se integró al cuerpo docente del liceo Juan Dante Parraguez. También trabajó en el Instituto del Puerto, en el colegio Cristo Rey, la escuela España, el colegio Nueva Providencia y Araucarias, donde terminó su carrera en 2019.
Además fue profesor del Instituto Francisco Bilbao y antes de llegar a San Antonio, tras titularse como profesor de Estado en Matemáticas y Física en la Universidad de Chile, trabajó en la Facultad de Matemáticas y Física de la misma universidad, en algunos liceos de Santiago, también en la comuna de La Unión y en Punta Arenas, donde se desempeñó en el Liceo de Niñas y en la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad de Punta Arenas.
Su familia
En 1973 se casó con Juanita López Moraga, el gran amor de su vida, de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Luisa María Paz y Juan Pablo Antonio, que como el papá también tienen tres nombres, igual que sus cuatro nietos: María Francisca Paz, Tamara Andrea Paz, Carolina Belén Paz y Juan Manuel Humberto.
Hondo pesar
El deceso del profesor, ampliamente conocido y respetado en el medio docente de San Antonio, caló hondo entre quienes le conocieron, precisamente por la nobleza, compromiso y cariño con que establecía sus vínculos en el ámbito pedagógico, pero también a escala personal.
A nombre de la familia, su hija Luisa Campos rescató de su padre "la fuerza y la entrega con que eligió servir a quien lo necesitara, estaba siempre dispuesto a entregar lo mejor para quien lo llamaba, para quien necesitaba algo suyo, tanto a nivel pedagógico en su rol de profesor, como también como hijo, como hermano, como papá, siempre dio lo mejor de sí".
Luisa recordó que "la decisión (de su padre) de hacer clases en la nocturna lo hacía como una manera de agradecimiento porque gracias a la enseñanza nocturna él pudo ser profesor. Nada fue fácil para él, porque se construyó como docente con mucho en contra, fue muy complejo sacar sus estudios; por eso como profesor trataba de entregar a otros todas las oportunidades que podía".
La hija aprovechó de "agradecer todas las muestras de cariño, la comprensión y el respeto que nos han demostrado porque por el proceso que estamos viviendo ha sido todo muy prudente y por eso agradecemos todas esas consideraciones y respeto que han tenido con nosotros".
El último adiós
Ayer el cuerpo del profesor fue velado en el salón de la funeraria Belén, en Barrancas mientras que sus funerales se realizarán a partir de las 13 horas de hoy con una ceremonia en el cementerio Parque del Sendero de Llolleo.
Se cierra así el capítulo que Luis Humberto Antonio Campos Palma comenzó a escribir en su lejana infancia en Palmilla de Colchagua y que a punta de puro esfuerzo lo llevó a convertirse en profesor de estado en matemáticas y física de la Universidad de Chile. Un camino que contra todo pronóstico este docente, que se construyó así mismo, logró forjar como un profesor noble, un buen padre y buen marido, un gran amigo, un buen hombre al final de cuentas.
"Estaba siempre dispuesto a entregar lo mejor para quien lo llamaba, para quien necesitaba algo suyo",
Luisa Campos,, hija