La pareja que para enfrentar la cesantía ofrece el pase de movilidad en formato tarjeta
La idea de Jocelyne Bravo y Orlando Osorio se ha convertido en una buena alternativa especialmente para los adultos mayores que no se manejan con la tecnología y para todos los que deseen llevarlo de manera fácil y cómoda.
Durante los últimos dos años Jocelyne Bravo Jonard (43) y su pareja Orlando Osorio Muñoz (52) han sacado a relucir todo su espíritu emprendedor.
Ambos son oriundos de Santiago, pero semanas previas al estallido social de octubre de 2019, Orlando quedó sin trabajo y poco después le tocó el turno de Jocelyne, lo que los dejó con una gran incertidumbre respecto a su futuro.
"En Santiago y en casi todos lados la verdad, a nadie le van a arrendar una propiedad, aunque sea pequeña, sin tener un contrato de trabajo que respalde o asegure que los pagos se harán puntualmente, y esa era la situación en la que estábamos nosotros al estar cesantes", confiesa Jocelyne.
-¿Cómo lo hacían para vivir en Santiago?, ¿arrendaban una casa?
-Orlando: En Santiago yo trabajaba como cuartelero en una compañía de bomberos, entonces, ese trabajo le ofrece una casa a uno, por lo mismo, la vivienda no era una de nuestras grandes preocupaciones, por lo menos hasta que quedé sin trabajo.
Veraneo
En 1985 los padres de Jocelyne compraron una propiedad en la comuna de Santo Domingo con la finalidad de que fuera su casa de veraneo.
Todos sus recuerdos de vacaciones estivales están asociadas a esa residencia, pero Jocelyne confiesa que nunca la vio como un lugar para radicarse de forma permanente. "Yo antes la veía como la casa de la playa, porque veníamos a veranear. Mis papás no compraron la propiedad para vivir acá, sino como nuestra segunda vivienda y siempre la vi así, hasta el 2019", asegura ella.
La posibilidad de venirse a vivir a esa casa recién la empezaron a barajar cuando el panorama económico de la pareja cambió y el padre de ella les ofreció una oportunidad.
"Mi papá nos dijo que nos viniéramos a esta casa con la idea que pudiésemos trabajar acá o bien para que encontráramos un empleo en la zona, porque en Santiago nos iba a costar muchísimo más. Entonces, todo ese ajetreo del estallido lo pasamos acá, en una zona mucho más alejada", agrega Jocelyne.
Primeras ideas
Una de las primeras ideas de la pareja fue ofrecer servicio de alojamiento en su casa de la comuna parque, que posee una espectacular vista al mar, lo que encanta a los turistas. Luego sumaron el proyecto de bed and breakfast, un servicio que ofrece hospedaje y comida por un precio razonable.
"El proyecto era bastante prometedor, porque había gente que antes venía a Santo Domingo solo a trabajar algunos días a la semana y necesitaba algún lugar para hospedarse. Teníamos algunas personas interesadas, pero con la pandemia todo se complicó", expone Orlando.
-¿Alguna vez pensaron en la posibilidad de tener que emprender de manera independiente?
-Jocelyne: Yo creo que en el momento en que quedamos sin trabajo y nos vinimos para acá, pensamos en que esto pasaría, y que después encontraríamos nuevos trabajos, pero con la pandemia fue volver a lo mismo.
Orlando: Fuera de los planes o proyectos que nosotros teníamos, lo que nos complicó fue la pandemia, por lo incierto que era todo en ese momento. Por ejemplo, se prohibió el funcionamiento de hospedajes, entonces ahí vuelve el tema de reinventarse, algo que uno nunca esperó.
Alejados
A pesar de todos los esfuerzos de ambos por encontrar la forma de generar dinero, la pandemia y los cordones sanitarios complicaban aún más la situación. "Queríamos ofrecer cosas que no se vieran acá, pero se necesitan insumos y materiales, cosa que en Santo Domingo no está a la mano, además se tiene siempre la mala percepción de que toda la gente de esta comuna cuenta con altos ingresos, cosa que no es así", afirma Jocelyne.
-¿Se sentían un poco excluidos?
-Jocelyne: Eso era lo que más uno llegaba a sentir. Claro, acá las casas son grandes y todo lo que se quiera, pero es netamente porque para muchos eran sus segundas residencias y ahora han preferido cambiar la vida ajetreada por esta zona.
Orlando: Con los cordones sanitarios todo era complicadísimo, porque acá no venden de todo y lo que venden, es súper caro. Y si nos habíamos venido desde Santiago sin trabajo y tratando de generar plata, por supuesto la íbamos a cuidar, pero al principio de la pandemia casi no nos podíamos mover de la casa.
-¿Fue un desafío venirse a vivir acá?
-Orlando: La verdad es que sí. Uno acá no tiene todo a la mano, pero está alejado de la zona más concurrida, y esa tranquilidad es impagable, sobre todo si lo comparamos con el ajetreo de Santiago. Vivir acá es caro, pero la calidad de vida es mucho mejor.
Jocelyne: De hecho, lo hemos hablado y no volveríamos a vivir en Santiago. Voy relativamente seguido a visitar a mi papá o a comprar insumos, pero ya no es la vida que queremos llevar. Ambos somos ingenieros en informática, pero no ejercemos. Ni por un trabajo excelente me iría.
Estampar e imprimir
Con la idea de entregar productos poco usuales o incluso poco vistos en la zona, es que fueron pensando en qué cosas buscaba la gente.
Primero ofrecían vasos piscoleros con distintas frases alusivas al coronavirus y le siguieron las copas y tazones personalizados.
"La gente hacía todo en un momento con temáticas del covid, entonces los estampados servían mucho. Así llegaron los tazones también, siempre todo muy personalizado, lo mismo pasó con las poleras, pero siempre hay que ir apuntando a la novedad que acá se ve poco, para que la gente se interese", sostiene Orlando.
Hace poco más de un mes comenzaron a elaborar pases de movilidad, transformados en tarjeta de plástico, al igual que una cédula de identidad.
"El pase hecho tarjeta trae los datos de la persona y el código QR que se escanea, al igual que el que se descarga, pero este formato ofrece la posibilidad que uno lo tenga con más facilidad y sin la necesidad de estar usando el teléfono o imprimiéndolo", explica Orlando.
-¿Cómo ha recibido la gente este nuevo producto?
-Orlando: Al principio había un poco de desconfianza, porque algunos pensaban que se podía hacer mal uso de sus datos, por ejemplo, pero nosotros después de hacer el pase, eliminamos el archivo, porque no es algo con lo que tengamos que quedarnos. Y para que fueran más atractivos, comenzamos a poner imágenes que la gente elige.
Entre 15 y 20 minutos puede demorar en estar listo uno de estos pases de movilidad, que tienen un valor de dos mil pesos y son entregados en la casa de Santo Domingo de la pareja o previa coordinación en la plaza de Llolleo o la plaza de San Antonio.
"Esto ayuda mucho, sobre todo a la gente mayor que no se maneja con los celulares más inteligentes y mucho menos con descargar el pase de movilidad, que ahora se usa para varias cosas. Entonces esto es pequeño, práctico y tiene una alta durabilidad", detalla Jocelyne.
Las tarjetas y los otros productos que ofrece esta pareja están disponibles en Facebook (Jocelyne Bravo) e Instagram (@jocelyne.bravo). Los pedidos se hacen al WhatsApp +56963459892.
"Mi papá nos dijo que nos viniéramos a esta casa con la idea que pudiésemos trabajar acá o bien para que encontráramos un empleo en la zona",
Jocelyne Bravo
"Se tiene siempre la mala percepción de que toda la gente de esta comuna (Santo Domingo) cuenta con altos ingresos, cosa que no es así",
Jocelyne Bravo
"Vivir acá es caro, pero la calidad de vida es mucho mejor",
Orlando Osorio