La voz experta del deporte en los medios de comunicación de la provincia San Antonio
Marco Veloso Fernández lleva más de 30 años informando sobre las actividades que se realizan a lo largo de todo el litoral. Hoy la pandemia lo tiene alejado de las canchas.
No nació en San Antonio, pero con los años se transformó en una de las voces más autorizadas del deporte que se practica a lo largo de todo el litoral. Marco Alejandro Velozo Fernández (65, 3 de junio de 1956), lleva más de 30 años trabajando en distintos medios de comunicación de la zona.
Sin duda que la radio es la predilecta, con su programa Siga el Deporte, un nombre que lo ha acompañado en este recorrido, pero también incursionó en la televisión. Incluso fue uno de los primeros rostros de Canal 2.
Hoy la pandemia y los problemas de salud lo tienen alejado de su pasión principal: el fútbol.
Marco Velozo llegó a este mundo en el hospital Roberto del Río. Sus padres se llamaban María, quien tenía 15 años cuando se casó y dio a luz a los 17; y Manuel, un jinete de carreras de caballos en la capital. A los siete años perdió a su papá y se crió con su abuela Laura.
"Salí a mi mamá, ella era más grande", explicó el comunicador.
De pequeño destacó como un talentoso volante, el antiguo 8 que movía los hilos de los equipos en el balompié de antaño. "Empecé a jugar en el club Roberto Cortés de la población Santa Adriana. Tenía como 10 años. Nos fuimos de San Joaquín para allá, donde mi abuela, porque mi mamá se puso a trabajar", rememoró.
En las canchas del sector sur de la capital comenzó a forjar un nombre como jugador. "Mi profesor de Educación Física, Rolando Torino, me llevó a Colo Colo, cuando Pedrero era un hoyo. Me dejó entrenando", contó.
Sin embargo, la estadía en la cantera alba fue corta. "Estuve un mes y una semana. Iba todos los martes y jueves. Tomaba una micro, me bajaba en Departamental con Gran Avenida y de ahí me iba caminando hasta Vicuña Mackenna", agregó sobre esa experiencia cuando tenía 18 años.
-¿Por qué duró tan poco?
-En mi primera citación fui al banco en un partido con Palestino. Íbamos perdiendo 2 a 0. No voy a decir que di vuelta el partido, pero entré y cambió el equipo. Ganamos 3-2, participé en dos goles. El martes cuando volví a entrenar había un ambiente raro en el camarín y el jueves, cuando hicimos fútbol, me pusieron en los reservas y me empezaron a pegar, pero no los pesqué, pensé que me estaban probando por si reaccionaba. En un tiro de esquina salto a cabecear y el defensa se agachó. Cuando iba cayendo puse el brazo derecho, se me salió el codo. Empecé a gritar, me dio miedo. Bernardo Bello, que estaba arbitrando, me pegó el tirón para colocar el hueso en su lugar. Nunca más volví.
Después siguió jugando, pero en los clubes del fútbol amateur de su barrio. Pasó por el Juventud Ovalle. "En ese tiempo no pagaban, pero tenía un padrino que me compraba los zapatos Tigre de plantilla blanca, un shampoo Linic y una bebida con una empanada, ese era el pago de esa época".
Después se cambió al Real Victoria, otro equipo del sector sur de la capital. "Jugaba el sábado en la juvenil, en la noche me iba con mis amigos que tenían un grupo musical Los Deikers, que amenizaban kermeses. Me quedaba toda la noche con ellos, aunque no tocaba ni el pandero. El domingo me iba a jugar por la primera, terminaba el partido y me esperaban en un Chevrolet y me llevaban a jugar a Padre Hurtado. Jugaba como a las cinco o seis de la tarde y me venían a dejar a la casa. Sacaba todo el fin de semana afuera de la casa", evocó.
Comunicaciones
A Marco Velozo siempre le gustaron las comunicaciones, pero sus primeros trabajos estuvieron en la locomoción colectiva. Fue inspector de garita en los buses Centro La Florida y luego en la Matadero Palma.
Su inquietud por los medios de comunicación se canalizó gracias a Lucho Mercelles, un amigo de la radio Agricultura en Santiago. "Él me empezó a llevar a los estadios para tirar cables para las transmisiones. Después ayudaba a recogerlos, lo veía cuando entrevistaba a jugadores. Tenía como 24 ó 25 años".
Pero en ese tiempo Marco Velozo nunca pensó que se dedicaría por largo tiempo a esta actividad.
San Antonio
Cuando tenía 29 años cambió su vida. En 1985, meses después del terremoto, llegó a San Antonio. En Santiago conoció a Verónica Gutiérrez, quien trabajaba en la capital, pero era sanantonina y debía mantener a dos hijos, Georgelino y Yovanka.
Por salud se vinieron a San Antonio y se instalaron en la casa de sus suegros en Bellavista, sector donde sigue radicado, pero en su casa propia. Ahora está separado y vive en Aguas Saladas.
"Cuando llegué a San Antonio, trabajaba con un amigo de la Vero en la construcción. El era contratista y un día a la hora de colación escuché a Luis Michelson en la Sargento Aldea. Recién estaba empezando con el programa Micrófono Deportivo. No sé por qué me dio la curiosidad y como a los tres días de escucharlo lo encontré en San Antonio en un salón de pool", recordó.
"Llegó a hacer un reportaje sobre el billar y me puse a escuchar, cuando terminó la entrevista me acerqué y le conté que vivía en Bellavista y que estaban jugando un campeonato en la Casa de Piedra. Le empecé a llevar los resultados en un papel", explicó.
Pasaron un par de semanas y "un día el Michelson me dijo: ¿y por qué no da usted los resultados? Me abrió micrófono y me largué. Empecé a ir todos los días". Así partió Marco Velozo en los medios de la zona.
La radio estaba en una casa de dos pisos, ubicada en Barros Luco. "Un día venía bajando la escala y estaba el señor Betancourt, el dueño de la radio. Me preguntó si era el que hablaba en la radio con Michelson. Una vez le hice una entrevista a Juan Ubilla, que fue al Huracán. A un minicomponente le puse un micrófono de plástico y grabé, la llevé al programa. Ese día Betancourt me regaló una grabadora que le faltaba la tapa. Fue la primera grabadora que tuve. Ahí empezó mi carrera como comentarista deportivo", precisó.
Luego trabajó en el diario El Líder Provincial con Pedro Marinkovic. "Ahí aprendí lo poco y nada que sé de escribir una crónica. Trabajé hasta 1987. Hice un suplemento deportivo".
Ese suplemento se llamaba Siga el Deporte, una marca registrada de la actividad local y que perdura hasta hoy con un programa en Radio Chilena FM. "El nombre me lo llevé a todas las partes donde trabajé". Las radios Sargento Aldea, Integración, Costanera, Océano, Vacaciones de El Quisco y Chilena FM lo sumaron a sus equipos. También incursionó en la televisión, en Girovisual y Canal 2.
"Fui uno de los primeros en Canal 2, nos sentábamos en unos cajones, no teníamos estudios. En el VTR teníamos un rinconcito. Ahí partí, los cabros estaban de un poco antes", recordó.
Lleva más de 30 años en la labor de entregar información deportiva y ese trabajó le valió muchos premios provinciales, regionales y nacionales. "El último fue en 2002, de la Arfa Quinta Región, me lo entregó el finado Lorenzo Rocco", recordó sobre el dirigente fallecido en un accidente en el sur, durante un Nacional de selecciones.
Lejos de las canchas
Por el covid no puede ir a las canchas. "Es muy arriesgado ir a los estadios. No salgo como antes", justifica por los problemas de salud que sufre. "Tengo diabetes e hipertensión y eso me está afectando otros órganos. Las piernas no tienen fuerza, no tengo estabilidad, como que me voy pal lado. Menos voy a ir a las canchas".
Asegura que dejó "el trago y las mujeres, el cigarro no lo puedo dejar. Me fumo como una cajetilla al día".
A pesar de los problemas de salud, Marco Velozo, siente que dejó un legado en el fútbol local.
Junto a Miguel Díaz en 1991 revivió a San Antonio Unido, club que estaba desaparecido después del descenso en 1983. Ocuparon un cupo que tenía el Cóndor para reinsertarlo en el fútbol
Luego, en 1999 y "sin permiso de nadie" como relata, inició las gestiones para formar la asociación Puerta del Pacífico.
Y también es suya la idea de la Copa Junior.
Marco Velozo por eso es una voz autorizada a la hora de hablar de deportes en la provincia.
"Estuve un mes y una semana (en Colo Colo). Tomaba una micro, me bajaba en Departamental con Gran Avenida y de ahí me iba caminando hasta Vicuña Mackenna",
Marco Velozo.
"Un día el Michelson me dijo: ¿y por qué no da usted los resultados? Me abrió micrófono y me largué. Empecé a ir todos los días",
Marco Velozo.