La historia de la familia que creó el concepto de panadería de playa
Los Gerhard Benavente llegaron a Santo Domingo desde la capital. Aquí son felices: Emprendieron vendiendo pan mientras disfrutan del surf y de la tranquila vida que ofrece la comuna.
Constanza Benavente (41) y Sven Gerhard (43) llevan toda una vida juntos y 16 años de matrimonio. Los acompañan en esta aventura sus tres hijos: Lucca (18), Tommy (13) y Anthon (9).
Siempre buscaron salir de Santiago a un lugar más apacible y playero y fue en el 2019 que llegaron a vivir s Santo Domingo.
Constanza cuenta que: "Hace rato que queríamos salir de Santiago. Buscamos muchos lugares y un día vinimos al cumpleaños de mi hermana y nos enamoramos al toque, tomamos la decisión y en un dos por tres nos vinimos, sin pensarla. Encontramos una casa maravillosa, la arreglamos viviendo en ella y para septiembre ya estábamos listos".
- ¿Qué es lo que más les gusta de Santo Domingo?
- ¡Todo! Su entorno, la naturaleza, su tranquilidad, su gente, el mar, los amigos. Es perfecto el lugar para criar, los niños son libres, surfean y patinan todo el día. Nos encanta caminar por la playa, las dunas y el humedal. Ver la puesta de sol y el aire puro. Mención aparte para Llolleo que es un muy buen lugar para comer algo rico.
Hasta antes de llegar a la zona, Sven tenía un negocio familiar y un taller de custumización de motos. En tanto "Cota", como le dicen los más cercanos, un emprendimiento de material didáctico para niños.
Cuando se instalaron en las Rocas empezaron a ver qué podían hacer. "Coincidió justo con el estallido social y la verdad es que nos pegó firme. Mi negocio cayó en picada y las motos de Sven también", explica "Cota".
Tiempo de algo nuevo
El 1 de abril de 2020, cuando partía la pandemia, Sven y Cota vieron una oportunidad. Ella recuerda: "Era tiempo de buscar algo nuevo y ahí empezó todo. Hace rato queríamos ofrecer un servicio en Santo Domingo y no tener que ir más a Santiago a trabajar".
Fue así como dieron vida al Tubazo pan (IG: @el_tubazopan), una panadería artesanal de playa. Eligieron ese nombre para darle un enfoque más playero y porque la baguette fue su primer pan y sus hijos encontraron que se parecía a un tubazo (concepto usado en el surf).
Hoy en día se dedican tiempo completo y con todas sus energías a este emprendimiento. Abren de martes a sábado de 12.00 a 18.30 horas y despachan martes a viernes solo en la comuna de Santo Domingo.
- Cuéntanos cómo fue el inicio …
-Llevamos poco más de un año y en un principio horneábamos con el horno de la casa. Después de sufrir y pasar rabias con ese horno y gracias a los benditos retiros, invertimos esas lucas en un horno panadero y una amasadora. Ahí ya la cosa se puso seria y tomamos la decisión de que esto era lo que queríamos hacer.
-¿Sabían hacer pan o aprendieron?
-No teníamos idea de hacer pan pero sí noción de cocina y masa de pizzas. Entonces nos pusimos a probar, tomamos unos cursos online. Aprovechamos la pandemia, había cursos buenísimos. Luego de eso fue prueba y error. Aún seguimos probando, aprendiendo y yo creo que es de nunca acabar.
"Cota" cuenta con orgullo que es un emprendimiento familiar y que eso es lejos lo mejor. "Todos trabajamos juntos en la panadería", dice. Lucca es parte fundamental del Tubazo porque hace los delivery y además atiende. Tommy hace la baguette de ajo y saca cuentas y Anton el más chico, prueba los panes y da su opinión. También ayuda a contestar los WhatsApp.
En el Tubazo el sello que tienen es hacer pan de fermentación lenta. Ellos explican que esto consiste en poca levadura y mucho tiempo de espera.
-¿Qué productos tienen?
-Hacemos baguette, brioche, integrales con semillas, con pasas y nueces que es un hit. También focaccia y pan de chocolate. Además tenemos dulce de membrillo, miel y productos de productores locales.
- Qué evaluación hacen de la panadería?
-Estamos felices. Es duro porque nunca habíamos hecho algo parecido. La levantada temprano a ratos es difícil pero nos acostumbramos. Ahora lo encontramos rico, ese silencio a esa hora es mortal. Por otro lado, es súper gratificante ver los resultados en el pan. Ya tenemos nuestras propias recetas y productos propios.
Amor al mar
Esta familia no solo trabaja unida sino que también les gusta el mismo deporte: el surf. Su madre declara que sus hijos son unos secos y fanáticos.
-¿Y ustedes (padres) practican?
-Nosotros estamos aprendiendo. Partimos viejos aunque nunca es tarde (risas). Lo pasamos bacán y la limpieza que da el agua de mar es full energía. Te deja renovado, no piensas en nada más. Tienes que estar atento y alerta.
Una de las cosas que más les gusta de este trabajo es que no necesitan tener que ir a Santiago. En cambio lo más difícil es a veces no tener tiempo para almorzar o no poder cumplir con todos los pedidos. Ellos funcionan con agenda (+56994031406) y tiene un límite y a veces, en especial en temporada alta, no pueden agendar todo.
Entre las novedades que tienen está un espacio con jardín para que los niños jueguen y esperen el pan recién salido del horno.
Esta familia sueña en el corto plazo con sumar un par de manos más en la masa para poder llegar a más personas y poder tener delivery a Llolleo y San Antonio.
"Hace rato que queríamos salir de Santiago. Buscamos muchos lugares y un día vinimos al cumpleaños de mi hermana y nos enamoramos al toque, tomamos la decisión y en un dos por tres nos vinimos, sin pensarla",
Constanza Benavente.
"Era tiempo de buscar algo nuevo y ahí empezó todo. Hace rato queríamos ofrecer un servicio en Santo Domingo y no tener que ir más a Santiago a trabajar",
Constanza Benavente