"Amasandería Solidaria" repartirá pan gratis a los abuelitos necesitados
Una iniciativa familiar se convirtió en un generoso grupo de vecinos que pasó de una olla común a la panadería y pastelería autogestionada.
Hace algunos años Celia Ramírez llegó desde Conchalí a la localidad de Las Salinas, en el balneario de Las Cruces, sin pensar jamás que en medio de la feroz pandemia por coronavirus su corazón solidario encontraría las herramientas para ayudar a quienes más lo necesitan, en este caso, los adultos mayores.
Todo partió el 5 de abril de 2020 cuando con el único apoyo de su familia y algún vecino solidario comenzó la preparación de almuerzos para adultos mayores en situación de desmedro de su sector. De ahí la cadena de cariño fue creciendo hasta llegar a repartir casi 300 almuerzos día por medio y al proyecto de la "Amasandería Solidaria", que partió este fin de semana.
"Acá en Las Salinas de Las Cruces hay hartos adultos mayores, así que con mi familia decidimos ayudarlos, porque con la pandemia se les hizo difícil salir a comprar, abastecerse y muchas veces incluso tener algo para comer. En abril del 2020 comenzamos a repartir almuerzos el día domingo", recuerda Celia Ramírez.
Red solidaria
La iniciativa familiar creció rápidamente y terminó formando una red solidaria. "Partimos entregando 40 almuerzos los domingo. Ya al mes entregábamos 150 cada domingo y luego llegamos a repartir en el invierno del año pasado 280 almuerzos día por medio. Le fuimos dando un giro a nuestro comedor, pero siempre apoyando a los adultos mayores. Actualmente tenemos nuestro propio dispensario solidario, además hemos hecho campañas para comprar sillas de ruedas, bastones ortopédicos y estamos ayudando a los adultos mayores postrados", añade.
Apoyo integral
Celia, junto a otras dos personas, visita lunes, miércoles y viernes a los abuelitos que ayudan, a quienes le cortan el pelo y las uñas, entre otras atenciones.
"Ahora estamos entregando alimentación los martes y jueves, con un total de 400 raciones semanales. Hacemos el delivery (entrega) solidario que llamamos. Somos tres personas en la cocina y cuatro que reparten los almuerzos. Para que los abuelitos no tengan que caminar, los alimentos llegan a su casa", relata la mujer tras esta hermosa cruzada solidaria.
Y todo lo que se hace se logra "solamente con la ayuda de los vecinos que nos vienen a dejar mercaderías, hacemos rifas o beneficios, como venta de empanadas", dice.
Amasandería solidaria
En plena pandemia, uno de los actores de la banca privada decidió respaldar proyectos ligados al cuidado del medio ambiente, iniciativas relacionadas con la inclusión de personas con discapacidad, o agrupaciones vecinales que surgieron como una respuesta solidaria y colaborativa a la emergencia sanitaria. Fue así como 35 mujeres (una de ellas Celia Ramírez) líderes de organizaciones sociales, microempresarias o emprendedoras fueron distinguidas por Banco de Chile con el reconocimiento "Mujeres que Inspiran", impulsado para destacar a mujeres que impactan positivamente en la comunidad.
"Yo gané acá en la provincia de San Antonio. Fue un premio en dinero para seguir trabajando en la labor que estábamos haciendo y había que invertir en un proyecto; así que como vi que la gente de acá está tan contenta por toda esta ayuda que hemos hecho, desde el año pasado se me ocurrió hacer esta Amasandería Solidaria", cuenta Celia con orgullo.
La solidaria emprendedora resaltó que "nosotros mismos preparamos el pan que damos en los almuerzos y, al mismo tiempo, damos trabajo a tres personas en la amasandería, y con los productos que hagamos seguimos sustentando el comedor".
Pan gratis
Lo más importante es que "el pan que hagamos se le va a dar a todos los abuelitos que lo necesiten hasta lo que nos alcance, vengan de donde vengan. No vamos a poner un límite, porque tenemos lugares tan cercanos como San Sebastián o Cartagena, donde también hay gente mayor que necesita. Por eso si hay un vecino que sabe dónde hay abuelitos que necesitan y viene a buscarlo, nosotros le vamos a regalar el pan a esos adultos mayores", afirma.
En este sentido, Celia Ramírez dijo que en el grupo están "súper contentos porque todavía no empezamos y ya hay una persona que donó 100 panes para que sean regalados a los adultos mayores, así que con esta donación ya tenemos una idea sobre 200 o 300 panes que vamos a regalar cada vez".
Hoy se inaugura
La "Amasandería Solidaria, con Dignidad y Cariño" comenzará a funcionar formalmente hoy en el Club Social y Deportivo Las Cruces, ubicado en la Ruta G-98, que conecta los balnearios del litoral por la costa.
Desde la próxima semana atenderá de viernes a domingo a partir de las 17.00 horas para todo público, ofreciendo además de sabroso pan, tartaletas, pasteles y toda clase de masas cuya producción servirá para costear las donaciones de pan a los abuelitos necesitados y la mantención de los tres puestos de trabajo con los que parte este ejemplar emprendimiento solidario.
-Celia, ¿qué lecciones saca de toda esta experiencia?, ¿con qué se queda finalmente?
-Lo más importante es ayudar porque muchas veces gente que no tiene los recursos se siente como atada de manos para poder ayudar. Quiero decir que yo soy una persona que pertenece al 40 por ciento más vulnerable y sé que uno siempre puede hacer algo por los demás. De repente no miramos a nuestro vecino, ni nos preguntamos si habrá tenido para comer y por eso lo más importante es mirar alrededor y no siempre ver por uno mismo y ayudar desde la condición en la que nos encontremos.
Finalmente Celia Ramírez quiso agradecer a su marido y fiel compañero Claudio Valenzuela, que ha sido un pilar fundamental desde que partió esta cadena solidaria y del mismo modo a los vecinos y colaboradores que "realmente han sido muy importantes".
"El pan que hagamos se le va a dar a todos los abuelitos que lo necesiten hasta lo que nos alcance, vengan de donde vengan",
Celia Ramírez