Los encuentros y desencuentros con la pintura de una artista sanantonina
Tras una pausa de 15 años, Ivonne Fuentes se prometió no dejar más el pincel y ahora divide sus días entre enseñar este arte y crear sus propias obras, inspiradas en sus sueños.
Los primeros pasos que dio Ivonne Fuentes Guzmán en el arte fueron en su infancia, cuando participó en distintos concursos de pintura en la comuna de San Antonio.
"Empecé a ganar concursos de la municipalidad, de Carabineros, del puerto e incluso una vez participé en un certamen internacional que hacía la Cruz Roja y me llegó un diploma de Suiza por mi destacada participación", recuerda sobre sus exitosas primeras pinceladas.
Cuando ya iba en quinto básico, Ivonne recibió una invitación que marcó su rumbo en la vida. "Se hizo un concurso en todos los colegios y a los niños con los mejores trabajos se nos invitó a conformar el taller de pintura de la Municipalidad de San Antonio, cuya profesora era Gladys Valdivia, la reconocida pintora de San Antonio, ahí empecé a pintar", expresa.
-¿Esos primeros premios fueron un estímulo para dedicarse al arte?
-Sí, porque con cada concurso que ganaba me sentía con más confianza y más segura, 'me fue bien, voy a participar en este otro concurso'. Imagínate ganar siendo niño, es rico, es motivador que a otro le guste lo que uno está haciendo, ¡que orgullo!
Tras estos logros, decidió estudiar Licenciatura en Arte en la Universidad de Playa Ancha. "Hace más 30 años era muy difícil decidir dedicarte al arte, pero siempre conté con el apoyo de mis papás y eso es muy valioso. Los padres conocemos a los hijos más que ellos mismos y ellos siempre supieron que mi camino iba por el lado artístico, porque yo desde chiquitita fui buena para el dibujo y ellos se sentían orgullosos por esto", manifiesta agradecida.
La pausa
Tras egresar de la carrera, Ivonne armó sus maletas y se fue a trabajar a galerías de arte en Santiago, pero extrañaba a su familia y a San Antonio, por lo que decidió volver, determinación que la alejó de su pasión.
"Tiempo atrás era más difícil encontrar espacio en el arte, así es que por cosas de la vida terminé trabajando en el Juzgado de Menores. Viví la difícil transición cuando este pasó a ser el Tribunal de Familia", afirma.
En esa repartición judicial, cuenta, se desempeñaba como "encargada de la unidad de atención de público, entonces, todo lo que llegaba al tribunal pasaba primero por mí, y yo me quedaba con las caras de las personas, de los niños, y como en el intertanto fui mamá de dos hijas, cada vez se me hacía más difícil llegar a la casa con una sonrisa después de haber oído historias muy fuertes, tremendas".
-¿Cómo enfrentó esto?
-Después de 15 años trabajando en el Poder Judicial, comencé a afectarme, yo creo que todas las personas que tenemos esta sensibilidad artística tenemos una sensibilidad mayor ante el mundo, y se me fue haciendo muy difícil la carga de los casos. Uno se encuentra con cosas muy fuertes, y eso fue afectando mi salud.
El reencuentro
Tras un tiempo con licencia médica, Ivonne tomó una drástica determinación. "Con el apoyo familiar, sobre todo de mi marido, decidí no volver a ese trabajo y empezar a hacer lo que yo quería, que era pintar, porque por 15 años le di la espalda a la pintura y eso me pesó", revela.
Este 2021 se cumplieron nueve años de esa crucial decisión y la pintora reflexiona que "a veces uno busca una estabilidad económica y por eso pierde la esencia de la vida".
-¿Cómo fue el retorno a la pintura?
-Ese cambio radical fue como encontrar la libertad, salirse del sistema, de un orden económico, de un orden laboral, salirse de la estructura, porque el arte es algo abierto, es algo que te abre a distintos horarios y procesos creativos que pueden aparecer en cualquier momento, en la noche, en la mañana, en la tarde.
Ivonne comenzó a abrirse camino en el arte con clases particulares, talleres en colegios y liderando el taller de pintura Yolanda Zambrano de la Municipalidad de Cartagena. "Elegimos ese nombre hace algunos años en honor a una de las participantes del taller. Yolanda estuvo por casi cinco años conmigo en el taller, era muy cooperadora y una amiga", comenta.
"El taller de Cartagena es súper importante en mi vida, porque se mantienen todas las integrantes del principio, más otras que se han ido sumando, y formamos un equipo de amigas, nos potenciamos entre nosotras", sostiene.
Surrealista
Luego de años trabajando en varios talleres, Ivonne decidió continuar solo con el de Cartagena, más algunas clases particulares, ya que quería enfocarse en su propia creación artística, a la que enmarca dentro del surrealismo.
"Este estilo invita a pintar lo imaginario, lo que uno sueña, como decía Salvador Dalí, entonces mezcla elementos reales, que cualquiera pueda identificar, en un mundo imaginario, que no existe".
-En sus pinturas está muy presente una figura femenina…
-Desde un tiempo a esta parte en lo que estoy haciendo siempre aparece una mujer con sus pelos al viento. Yo no trabajo con bocetos, no armo ni pienso lo que voy a hacer, y cuando me siento frente a la tela en blanco y comienzo a pintar siempre aparece esta mujer. Una mujer que a veces está triste, otras alegre, que siempre trasciende en estos mundos irreales.
-¿Cómo ha influido San Antonio en esos mundos?
-Ahora estoy en un proceso de rescatar a través de mi trabajo la identidad local de San Antonio, y mezclar ese mundo imaginario con elementos de la comuna. Claramente San Antonio y todo el litoral son una inspiración por el sistema de vida, que es tranquilo, por los bellos paisajes y la playa, que es un lugar inspirador para todas las disciplinar artísticas; es mágico vivir cerca del mar.
El arte de Ivonne se puede ver en la Antigalería Flor SyN (Circunvalación 2609 con Los Alacalufes, Barrancas) y en su Instagram (@ifg_artistavisual), donde los interesados en sus obras se pueden contactar con ella.
-¿Consideras que existen espacios para el desarrollo artístico en la provincia?
-Sin duda hay más que antes, pero todavía faltan. De hecho, para nosotros la antigalería de Flor (Soiza, artista local) ha sido un espacio mágico, porque la mayoría de los que pintamos y exponemos allí somos más de taller, de trabajar encerrados y a veces nos cuesta mostrarnos al mundo y encontrarnos entre nosotros, y en estos sentidos este lugar ha sido bueno para todos.
Acercando su arte
Además de su trabajo pictórico, la artista se ha preocupado de que sus pinturas puedan llegar a más personas.
"Con mi hermana Danisa, que tiene un emprendimiento llamado Secretitos de Papel (Instagram @Secretitosdepapel), estamos en un proyecto para que el arte, que tiene un valor poco asequible para todos, pueda llegar a todos a través de elementos de diseño, como tazones y libretas. Mucha gente me dice 'que linda tu pintura, pero yo no podría comprarla', pero están comprando kits con tazones y libretas que llevan la pintura que les gusta", señala.
La pintora, además, cuenta que "estamos vendiendo todos los productos para que un niño o una persona que recién comienza, tenga las pinturas, las telas, los pinceles y a la vez un instructivo que los pueden guiar en su primera pintura".
-Hoy su vida gira completamente en torno a la pintura. ¿Se imagina alejada nuevamente de esta?
-No, nunca más, yo voy a morir con el pincel en la mano (se emociona)… Disculpa, no puedo entender cómo estuve 15 años sin pintar, sin duda fue hermoso ese periodo, porque nacieron mis hijas, armé una familia, pero me sentí ingrata con Dios, porque no puedes hacerte el ciego o el sordo ante un regalo que te da Dios.
La artista cree firmemente que "todos tenemos habilidades para crear (artísticamente) y si no tenemos la oportunidad de que alguien te ayude, te apoye, esté contigo para que tú sigas ese camino, algunos la pierden y nunca saben. Pero yo tuve la suerte de tener unos padres que me apoyaron y una profesora que me guió, y después me sentí ingrata con esta capacidad y no, nunca más voy a dejar la pintura".
"Hace más 30 años era muy difícil decidir dedicarte al arte, pero siempre conté con el apoyo de mis papás y eso es muy valioso",
Ivonne Fuentes,, artista
"Decidí no volver a ese trabajo (en el Tribunal de Familia) y empezar a hacer lo que yo quería, que era pintar, porque por 15 años le di la espalda a la pintura y eso me pesó".