A los 105 años partió al cielo la matriarca del cerro Alegre
La mañana de ayer, en la tranquilidad de su hogar, se apagó la vida de Teresa Villalobos Gálvez, una de las mujeres más longevas de San Antonio
Costurera de oficio, madre por opción, abuela empedernida y mujer potente cuya fuerza trascendió el siglo de historia, Teresa de Jesús Villalobos Gálvez falleció la mañana de ayer a los 105 años de vida y a tan solo semanas de cumplir los 106 el próximo 15 de noviembre.
Querida en el barrio donde se hizo conocida como la costurera de cerro Alegre, la señora Teresa se despidió de este mundo en paz, tranquila, y rodeada del amor de su familia, especialmente de su nieta Isabel Carolina Rocco, quien fue su cuidadora durante la última etapa de su vida.
"Mi abuela fue una mujer extraordinaria que nos enseñó la importancia del amor por la familia, a enfrentar la vida con alegría y lo más importante es que con ella aprendimos también el valor del trabajo y la responsabilidad que debemos tener con nuestros adultos mayores", dijo a Diario El Líder Isabel Carolina Rocco.
Más longeva
Sobre el legado de su abuela, la sanantonina comentó que "se había hecho famosa como una de las personas más longevas de San Antonio y le hicieron entrevistas y notas de prensa que ella disfrutaba mucho. Lamentablemente, por su energía en el último tiempo se fue apagando y de a poco ya no tenía mucha conciencia de su entorno, pero aquí estuvimos para cuidarla y quererla hasta su último día de vida".
Isabel Carolina también dijo que en la familia están "muy tranquilos y también contentos porque pudimos cuidarla y quererla hasta el final, y eso no es algo que tengan todas las personas mayores. Pero eso es lo que ella nos enseñó, porque nos mostró el amor por la vida, el respeto, trabajar siempre para salir adelante. Su fuerza y cariño es lo que nos queda, pero sobre todo nos queda la alegría de vivir porque ella fue una mujer alegre".
Costurera del Cerro
Teresa Villalobos Gálvez se hizo conocida en el cerro Alegre como la costurera oficial de la población en una época en que este oficio era una necesidad de los sectores populares para las necesidades de vestuario, principalmente para las ocasiones especiales como bautizos, casamientos y fiestas de fin de año.
"Ella nos hizo vestidos y ropa a toda la familia. De hecho, con su trabajo de costurera crió a mi madre y sostuvo a la familia porque amaba hacer costuras, trabajar con telas, dedicarse al vestuario", recordó con mucho cariño Isabel Carolina.
La matriarca de cerro Alegre tuvo a su hija Teresa Isabel, de quien nacieron dos nietos y tres bisnietos que la despedirán hoy en el cementerio Parroquial de San Antonio.