Leo Riquelme
Protestas en La Araucanía, Santiago y Valparaíso se desataron ayer en repudio a la muerte de un comunero mapuche en Cañete, quien falleció el miércoles en un presunto enfrentamiento en que Carabineros y funcionarios de la Armada usaron sus armas de servicio en el marco del estado de excepción decretado por el Gobierno, y que quiere extender por otros 15 días.
El Presidente Sebastián Piñera aclaró que en el hecho murió una persona y no dos como dijo el Ejecutivo la noche anterior, lamentó lo ocurrido y respaldó el actuar de las Fuerzas Armadas ante grupos que relacionó al crimen organizado y al terrorismo.
"Chile fue víctima de un grupo terrorista", dijo, asegurando que los carabineros y marinos "fueron emboscadas por violentistas".
Según el Gobierno y la Armada, el miércoles hubo dos enfrentamientos en la ruta P-20, uno iniciado tras el intento de instalación de una barricada y otro por la ocupación de un predio. Ayer el Presidente añadió que en el operativo incautaron armas, fusiles y un vehículo con encargo por robo.
Formalizado
Ayer, la fiscalía de Cañete formalizó a un detenido por receptación del automóvil robado en septiembre en Carahue y por posesión ilegal de 26 cartuchos calibre 12.
El imputado es José Nicolás Llempi, de 21 años y hermano de Yordan Llempi, el fallecido en el presunto enfrentamiento. El tribunal lo dejó con arresto domiciliario total, pero le otorgó permiso para acudir a los funerales de su familiar.
Asimismo, la fiscalía decidió no formalizar a los otros dos apresados el miércoles debido a la falta de pruebas en su contra.
Este jueves había tres heridos en el Hospital Regional de Temuco, incluido el comunero dado por muerto. Su hermano acusó que los marinos disparaban directamente a quienes transitaban por la ruta P-20.
Además de la indagatoria por la muerte de Llempi, el Ministerio Público abrió ayer también una investigación de oficio por el video difundido en redes sociales por un grupo autodenominado Weichan Auka Mapu, en el que una treintena de personas encapuchadas se exhibieron con armas de guerra y exigían la salida de las Fuerzas Armadas de la Macrozona Sur.
Mientras, en Victoria, desconocidos destruyeron siete máquinas que efectuaban reparaciones en un puente sobre el río Cautín.
Apoyo
El Presidente aseguró que lo implicados en este tipo de hechos son grupos que "atentan contra la vida de civiles y policías", que "queman y destruyen iglesias, escuelas, maquinarias e impiden la realización de órdenes judiciales", por lo que insistió en solicitarle al Congreso que apoye su solicitud de extender el estado de excepción, que autoriza los patrullajes castrenses en dos provincias del Biobío y dos en La Araucanía.
"En esta difícil y necesaria labor, Carabineros y la PDI con el apoyo de las Fuerzas Armadas cuentan con todo el respaldo de este Presidente, de nuestro Gobierno y de la gran mayoría de chilenas y chilenos que queremos vivir con mayor paz", afirmó Piñera.
Parlamentarios oficialistas afirmaron que respaldarán la ampliación del estado de emergencia solicitado por el Ejecutivo, asegurando que otorga herramientas para llevarle tranquilidad a la población, lo que no fue compartido por la oposición ni por los 17 convencionales constituyentes con escaños reservados, que marcharon hacia La Moneda para dejarle una carta al Presidente, a quien responsabilizaron de lo ocurrido en Cañete.
En tanto, convencionales de derecha, en cambio, insistieron en acusar la presencia de terroristas en esa zona.