Juan Olivares Meza

Cada vez vivimos más y no es extraño pensar que en algún momento serán muchas las personas que superen los 100 años, de hecho en nuestro diario con relativa frecuencia escribimos crónicas sobre hombres y mujeres que han superado el siglo de existencia.

Sobre la vida máxima de una persona en 2016, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York determinaron que el límite eran los 125 años y la persona que más se ha aproximado a esa edad y de la que se tenga constancia es la francesa, Jeanne Calment, que falleció a los 122 años en 1997.

Sin embargo, un grupo de investigadores de Singapur acaba de dar a conocer una nueva cifra que eleva significativamente el límite de la vida humana. La nueva cifra es de 150 años. Ocurre que a partir de los 120 años se produce una disminución dramática en la capacidad del organismo de recuperarse. A los 150 años, esa recuperación es imposible y esa es la razón por la que el estudio fija esta edad como el límite teórico de la supervivencia humana.

Increíble caso local

El investigador e historiador local José Luis Brito dio con un caso de longevidad extrema cuando a mediados de 2018, Juana Maulén Piña, la primera enfermera de San Antonio que donó objetos históricos de su familia y personales al Museo de San Antonio, le exhibió de entre sus antiguos recuerdos un recorte de la Revista Vea del año 1942, diciéndole "quizás le interese investigar sobre esto, es mi abuelo".

El titular del recorte de la revista decía: "No pudo ir a pelear por ser viejo, Acaba de Morir", con una fotografía acompañada del texto, "José León Piña, labriego de los alrededores de Llolleo, representa un escaso caso de longevidad en Chile, y posiblemente en América, murió a principios del presente mes de septiembre y tenía 137 años. Fue bautizado en 1806 en la iglesia del lugar. Nunca tuvo una enfermedad. Tampoco había perdido la memoria. No peleó en la Guerra del Pacífico, porque entonces tenía 73 años murió simplemente de viejo ".

Este fue el punto de partida que despertó la curiosidad de José Luis Brito que se dio a la tarea de investigar mayores antecedentes sobre este sanantonino que trabajó como administrador del fundo El Peumo en el sector sur de Santo Domingo.

Tras obtener valiosa información genealógica de parte de Juana Maulén, José Luis Brito pudo "obtener la ficha original de defunción inscripción 814 del libro de septiembre de 1942, de José León Piña, natural de San Pedro, donde se indica que su edad era 137 años, sin profesión, nacido en San Pedro en 1805, estado civil viudo, domiciliado en avenida Chile 836, Llolleo, fallecido el tres de septiembre de 1942 a las 20.30 horas en su domicilio de una insuficiencia cardiaca".

Según cuenta el investigador, con estos datos se trasladó "hasta el Cementerio Parroquial de San Antonio donde fue posible obtener la ficha de su entierro inscrita en la página 71 del índice con el folio 3199, donde dice que a cinco de septiembre de 1942 "fue sepultado el cadáver de José León Piña de ciento treinta y siete años de edad".

Ahora faltaba encontrar el acta de nacimiento de José León, para lo cual a principios de octubre de 2019 José Luis Brito viajó a San Pedro de Melipilla para "revisar sin éxito los libros de actas de nacimiento de hasta casi inicios de 1800 resguardados en la iglesia del pueblo. Ahí me informaron que el dato pudiese estar en el Archivo Histórico del Arzobispado de la Iglesia en Santiago, para lo cual y después de tres viajes en junio de 2019 y muchas horas de búsqueda, logré encontrar y solicitar su acta de nacimiento y el acta de matrimonio de José León Piña".

El certificado entregado por el Archivo Histórico del Arzobispado de Santiago y de la parroquia de San Pedro de Melipilla dice textual que "en la capilla de Santo Domingo a veinte de diciembre de mil ochocientos cincuenta i seis, el presbítero Don Jose de la Cruz Davila con mi licencia puse oleo i crisma a Jose León de nueve meses nasido hijo natural de padre no conosido de Josefa Piña feligreses de esta parroquia".

José Luis Brito también encontró el acta de casamiento de José León Piña con Francisca Pailamilla en 1875 "cuando Francisca tenía 20 años y José León 19 años"

Estos hallazgos, explica el historiador, "demuestran que en realidad José León Piña, no habría nacido en 1806, sino en 1856, lo que podría indicar que alguien en algún momento pudo haber leído o escrito mal el número 1856, cambiando el "5" por "0" y quizás al estar mal escrito sus descendientes o él mismo no sabía su real fecha de nacimiento, lo que por lo demás era muy común hasta hace poco".

Para José Luis Brito está claro que "según lo investigado hasta ahora, nos encontraríamos con un posible error histórico y de ser así, José León Piña no tenía 137 al momento de fallecer, sino que en realidad tenía 86 años para la Guerra del Pacífico tenía 23 años y no 73", como dice el artículo de la Revista Vea de 1942, que dio origen a esta fascinante investigación sobre el que pudo ser no solamente el hombre más longevo de San Antonio, sino que el hombre más longevo del mundo.

"Alguien en algún momento pudo haber leído o escrito mal el número 1856, cambiando el "5" por "0" y quizás (..) él mismo no sabía su real fecha de nacimiento",

José Luis Brito.