Joven sureña se enamoró de San Antonio y se quedó para crear su propia chocolatería
Belén Lama llegó hace cinco años a la comuna como voluntaria de Servicio País para trabajar en una intervención en el cerro Alegre. Tenía ganas de tener un ingreso extra y su abuela la inspiró para crear su propia chocolatería.
Belén Lama Baeza (30 años) es del sur de Chile. Vivió en distintas ciudades en diferentes épocas de su vida. Su infancia transcurrió en el balneario de Dichato, hizo el colegio en Chillán y estudió Artes Visuales en la Universidad de Concepción.
Belén se unió a Servicio País, una fundación que conecta, activa y visibiliza a las comunidades y sus recursos, con las oportunidades que ofrece el propio contexto. Como miembro tenía que postular a alguna región para irse a trabajar y entre sus opciones estaban la de Valparaíso, Coquimbo y del Maule. Finalmente abrieron una intervención en San Antonio y hace cinco años llegó a vivir al puerto.
"Llegué acá cachando nada. No sabía dónde quedaba San Antonio. Vi un aviso de arriendo en el Tottus y con mucha suerte me arrendaron una casa. Con compañeras de Servicio País nos fuimos a vivir todas juntas. Yo a ellas no las conocía, fue una experiencia muy linda", recuerda Belén.
La intervención de Servicio País era en cerro Alegre y duró un año. La función de Belén era acercar a la gente a su estructura de oportunidades, tenía que vincular a la gente con la cultura.
Descubrió una pasión
Luego de terminar su periodo de trabajo en Servicio País y sin pensarlo demasiado fue a pedir trabajo al Centro Cultural de San Antonio. "Nuevamente tuve suerte, no cachaba a nadie y me dijeron que sí. Me renovaban contrato cada año y yo feliz", dice Belén.
Sin embargo, Belén tenía ganas de tener un ingreso extra y sin querer se encontró con el negocio frente a sus ojos. "Un día fui a visitar a mi abuela y le llevé de regalo muchos alfajores ¡Se los comió todos! Dije esto es grito y plata, tengo que aprender a hacer esto".
Así empezó una gran aventura en el verano de 2018 mientras trabajaba en el Centro Cultural. Comenzó a elaborar alfajores y a venderlos a sus compañeros de trabajo. Belén cuenta que: "Ellos mismos me empezaron a sugerir recetas y a ayudar en distintas cosas, como regalarme un libro de repostería, imprimir stickers, ver las cajitas donde podía presentar los alfajores".
De a poco le empezó a ir bien y comenzó a hacer más cosas e invertir. Siempre vendiéndole a sus compañeros de trabajo y a otras personas cercanas. Luego llegó la pandemia y con ella los miedos y temores de Belén. Pensó que el negocio se acabaría.
Pero para su sorpresa, en medio de la pandemia los clientes que ya tenía le empezaron a pedir alfajores a domicilio, incluso para otras regiones. Fue ahí donde vio una gran oportunidad. Se hizo un Instagram y de a poco empezó a profesionalizar su emprendimiento.
Chocolatería
Fue así como nació Lidia Chocolatería, en honor a su abuela. En poco tiempo se ha perfeccionado muchísimo y ha logrado tener una gran variedad de productos.
Al poco andar se puso en contacto con Prodemu y la invitaron a unas capacitaciones. Además se ganó un pequeño financiamiento y tomó clases de chocolatería fina en una academia. Ahí empezó full con el negocio.
Con orgullo cuenta que hoy tiene cuatro líneas de productos. La de las golosinas donde ofrece alfajores, paletas, trufas y cocadas. Productos saludables donde encuentran por ejemplo bombones veganos, barras energéticas y crema de maní casera. Chocolates finos donde ofrece bombonería moderna, chocolate suizo con porcentajes de cacao con y sin azúcar. Y por último repostería donde tiene torta con y sin azúcar, pan de pascua, galletas y brownie.
-En muy poco tiempo aprendiste muchísimas cosas…
- Sí. Pero la primera persona que me metió al mundo de la repostería fue mi mamá. Ella me enseñó a hacer dulces y lo más importante a creer en mí para conseguir mi sueño. Pero cuando empecé con esto sentí que tenía que aprender más y me metí a clases en la academia Evelyn Loeff. Las primeras clases fueron online y después presencial. Ellos me han enseñado todo lo que sé, han estado 24/7 para mí. Aprendí nuevos rellenos, bombonería moderna y repostería de Navidad.
-¿Quiénes han sido tu apoyo en este tiempo?
-Mis amigas han sido fundamentales, porque me animan todo el tiempo, me mandan ideas, me incentivan y además son mis clientas. Han sido junto a mi familia, las primeras personas en confiar en mí.
-¿Por qué te quedaste en San Antonio?
-Me gustó San Antonio, me encanté con la ciudad porque la gente es súper buena. He tenido muy buenas experiencias. Estoy muy feliz acá. He aprendido ene como profesional, tengo buenas amigas, buenas redes. Siento que mi negocio es de acá.
Un Hogar
Belén ha construido un hogar en el puerto en donde sus amigas son esenciales. De hecho vive con una. Siente que a su negocio le está yendo muy bien porque está posicionada gracias al boca a boca de la gente.
Por el momento hace entregas de sus productos en San Antonio usando su bicicleta y también se pueden retirar en su casa.
-¿Cómo ha influido tu carrera de artista visual en tu negocio?
-Ha influido mucho. Hay que tener un buen uso del color y también saber de composición. Para las fotografías también me es muy útil porque hay que saber no sobrecargar. En general mi carrera en la vida me ha complementado un montón porque necesitamos creatividad a diario para desenvolvernos.
-¿Qué significa para ti este emprendimiento?
-Este emprendimiento es mi sueño de vida por eso renuncié en octubre a mi trabajo para dedicarme 100 por ciento a mi negocio. Amo esto, es lo que realmente me gusta, lo disfruto mucho. Obviamente mi carrera me gusta, no es algo que descarte pero ahora estoy feliz en esto. Mi sueño es tener una tienda en donde pueda ofrecer todos mis productos. En resumen, este negocio para mí es la prueba de que uno sí puede ser feliz haciendo lo que realmente ama. La vida no puede estar supeditada a una actividad sino que tenemos que atrevernos a aprender nuevas cosas e incorporarlas.
"Un día fui a visitar a mi abuela y le llevé de regalo muchos alfajores ¡Se los comió todos! Dije esto es grito y plata, tengo que aprender a hacer esto",
Belén Lama.
"Me gustó San Antonio, me encanté con la ciudad porque la gente es súper buena. He tenido muy buenas experiencias",
Belén Lama.