David Muñoz Castillo
La provincia de San Antonio es asociada con playas, mar y sol. El santiaguino típico se escapa del calor del verano, pero en la zona existen otros atractivos turísticos desconocidos para muchos.
Atraer a nuevos turistas es lo que busca el Programa Territorial Integrado (PTI), que lanzó un sitio web (www.rutaslitoral.cl), como fruto de un plan de marketing y de la elaboración de un relato territorial diseñado por dos consultoras.
La ingeniera en Turismo Melissa Valenzuela es la gestora del proyecto "Turismo de Naturaleza y Enoturismo para la Provincia de San Antonio" y desde marzo del año pasado se unió al equipo del plan de Corfo, financiado por el Gobierno Regional. "Existe un turista que pernocta y otro que viene por el día. Lo que buscamos principalmente es atraer al turista nacional, que se está moviendo más y en caso de recalar cruceros sumar ese segmento. Hoy principalmente apuntamos al turista nacional, porque no sabemos cómo se comportará la pandemia y las empresas pueden volver a caer en sus ventas. Por eso preferimos enfocarnos en el turista nacional, pero sin dejar de lado al extranjero, en un futuro cercano".
Por el momento trabajan con 35 empresas, pero esperan en el futuro cercano sumar otras.
Estacionalidad
El diagnóstico realizado arrojó conclusiones y trazó las directrices para el trabajo del programa. "La provincia de San Antonio se caracteriza por el turismo de playa y masivo, que no se preocupa por el ecosistema. Algunos no se quedan, vienen por el día, no gastan en alojamiento ni en alimentación", analizó la ingeniera.
El objetivo, dijo la gestora, es "romper la estacionalidad, que el visitante que llegue gaste más en el territorio. Por ejemplo, el enoturista gasta aproximadamente tres veces más que el turista de playa".
Según la información recopilada por el programa, el gasto promedio de un "turista de sol y playa" es de 20 mil pesos por día, en cambio " el enoturista gasta 60 mil y más. Tomando en cuenta que el enoturista viene en un tour, que vale por lo menos 20 mil pesos, luego compra vinos, que en el valle tienen un valor elevado, no son baratos, porque son de buena calidad y también si la viña no tiene restaurante, pasan a comer a algún lado", explicó Melissa Valenzuela.
En definitiva, lo que busca el programa es aumentar la oferta turística, con las viñas y los paisajes, como quebradas, humedales y valles. "Con una oferta de mayor calidad, el gasto del turista será mayor en el territorio", aseguró Melissa Valenzuela.
60 mil pesos por día gasta un enoturista. Uno de sol y playa no desembolsa más de 20 mil.