Leo Riquelme
La familia de la joven Teresita Ponce Rojas expresó ayer su indignación sobre lo ocurrido con la joven de La Granja, que fue hallada muerta en Copiapó en la cajuela del vehículo en que la llevaba su pareja, que según los parientes la secuestró la mañana del martes tras fugarse de la cárcel.
El hermano de la víctima, Ronald Ponce, aseguró que cuando la mujer no llegó a la casa informaron rápidamente del hecho a la policía debido a que testigos les indicaron que se la había llevado el sospechoso, pero estos no actuaron.
"No sé si por la burocracia o los protocolos, pero nosotros les decíamos: mi hermana está secuestrada. (Y nos respondían): 'es que tienen que esperar tantas horas'... y todas esas horas mi hermana sufrió... es una ley tonta, estábamos diciéndoles que estaba secuestrada y miren dónde apareció, ¡en Copiapó!", dijo.
"No hicieron lo necesario para encontrar a mi hija, porque cuando no llegó yo fui al tiro a Carabineros", agregó su madre, Amalia Rojas.
Según dijo la PDI, ellos recibieron la orden de efectuar las primeras diligencias a las 2.00 de la madrugada del miércoles.
Quien la llevó hasta Copiapó fue su pareja, Sebastián Vásquez Araneda, quien tras chocar tres vehículos fue encontrado muerto con una bala en la cabeza. En la maleta llevaba a su pareja fallecida.
El sospechoso estaba condenado desde 2014 a 12 años de prisión por matar de 60 puñaladas a quien era entonces su pareja, pero gozaba del beneficio de salida dominical desde noviembre por buena conducta y el martes se fugó de la cárcel.
La familia aseguró que él les dijo que cumplía una condena por robo y no sospecharon que mintiera, pues siempre fue cariñoso con su polola y sus hijas.
"Él se ganó la confianza (...). Era muy sumiso, era muy atento, muy caballero, siempre preocupado (...). Era un 7. Era una persona que jamás uno pensó que era un celópata", corroboró la madre. Según una prima, Teresita le dijo al hombre que quería terminar.
Baja y cambios
Gendarmería dio de baja a un funcionario que le permitió salir a Vásquez, quien le dijo que debía atender una situación "personal".
El director operativo de la institución, Pablo Toro, contó que el condenado prestaba servicios en la parte administrativa del recinto de Puente Alto debido a su buena conducta, pero añadió que al autorizar su salida el funcionario cometió una "negligencia inexcusable" y "exceso de confianza", por lo que además de penalmente, lo ocurrido está siendo investigado de forma administrativa.
Lo sucedido fue discutido ayer por representantes de distintas instituciones estatales. A la salida, y aunque admitieron que el hecho se produjo por una fuga y no por su salida dominical, la ministra de la Mujer, Mónica Zalaquett, y el subsecretario de Justicia, Sebastián Valenzuela, informaron que se incorporará a la revisión de las solicitudes de beneficios carcelarios pruebas relacionadas con la perspectiva de género que tiene el solicitante.
Asimismo, indicaron que cuando alguien salga de la cárcel bajo esas condiciones las instituciones buscarán informar a familiares y entorno la situación procesal del condenado. "Los beneficios internos requieren mayores exigencias", dijo el ministro de Justicia, Hernán Larraín.