La guitarra clásica en las festividades: Desde Luis Orlandini hasta Camilo Eque
Este instrumento musical de origen hispánico está presente en todas las celebraciones nacionales. Su desarrollo abarca desde lo docto al folclor urbano.
Yvaín Eltit - Presidente Sociedad - de Folclor Chileno
La guitarra clásica es un instrumento musical heredero de una evolución de siglos de la familia de los cordófonos (aquellos que su sonido procede con la vibración de las cuerdas). Se compone de cuerda pulsada, con una caja de resonancia, un mástil adherido al diapasón, acompañado de un agujero acústico y seis cuerdas. Encima del diapasón van los trastes (separaciones), lo cual genera el sistema tonal de sonidos de las 12 notas.
Sin embargo, quien es considerado como su padre es el luthier (persona que elabora o repara instrumentos musicales de cuerda) el español Antonio de Torres Jurado (1817-1892), tanto del modelo clásico como del flamenco. Su influencia fue tal que Almería (España) fundó en 2013 el Museo de la Guitarra Española Antonio de Torres.
Si bien su desarrollo musical nacional no tuvo el protagonismo del piano o el violín, por ejemplo, siempre estuvo ligada al pueblo. Entre los miembros fundadores de la Sociedad de Folclor Chileno (Asociación Folklórica Chilena) destaca la estudiosa María Luisa Sepúlveda Maira (1883-1958), quien es su sucesión musical es el miembro de número de la Academia Chilena de Bellas Artes y consejero de la Sociedad, profesor Luis Orlandini Robert (1964).
Sobre la temática comenta: "La guitarra es parte de todas y cada una de nuestras festividades y es en el folclor donde es más visible su rol identitario, en las fiestas patrias, en nuestros campos y ciudades, en las fiestas religiosas, en las festividades costumbristas, pero también en los escenarios donde la gente puede escucharla de manera más íntima".
Se puede reconocer a infinidad de concertistas: el argentino Atahualpa Yupanqui (1908-1992), el peruano Raúl García Zárate (1931-2017), el venezolano Alirio Díaz Leal (1923-2016) y el cubano Leo Brouwer (1939).
De sus intervenciones el profesor Orlandini señala: "Sí, en Fiestas Patrias siempre la guitarra en sus diversas facetas ha sido parte de ella. Recuerdo la última vez, organizado por la Embajada de Chile en Berlín (Alemania), donde actuamos en la Französische Kirche (Iglesia francesa), para celebrar nuestra fiesta nacional. Y en muchas ocasiones he sido parte de fiestas costumbristas en ciudades y localidades de Chile".
Actualmente es el guitarrista clásico chileno más prolífico, destacan sus discos para el sello SVR (Santiago Vera Rivera) como solista, en dúo de guitarras con Oscar Ohlsen, con el "Cuarteto de Guitarras de Chile" y junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, entre otros.
En el folclor urbano la guitarra despliega facetas performáticas, uno de sus líderes es el cantautor valdiviano Camilo Eque (1992).
Desde pequeño escribe canciones, formándose en los colegios Montessori y Aliwen (en voz mapuche es árbol de muchas ramas) de Valdivia (Región de Los Ríos).
Camilo describe: "A los 10 años mi profesora Keka me enseñó la guitarra, enseguida me di cuenta de que podía escribir textos con ella, y no pude soltarla más. Todo lo que sé de la música es por las canciones".
Para el creador sureño la guitarra es su gran compañera no solo en las festividades mencionadas, sino también en tocatas, festivales e instancias virtuales.
De su producción cuentan: Construcción (2012), Caminante (2013), Matriz (2014), Aurora (2016) y Purificar (2020).