La reinvención del instructor Hugo Mambo tras la pandemia
Hugo Muñoz Pontigo debió capacitarse para transmitir clases online y se vio obligado a mantener cerrado el gimnasio que recién había abierto. Sin embargo, luego de tiempos difíciles, hoy está de vuelta y con la energía de siempre.
Hugo Muñoz Pontigo (37), el destacado instructor sanantonino de zumba y preparador físico, más conocido como "Hugo Mambo", se caracteriza por su alegría y la energía que pone en cada clase, lo que lo ha llevado a mostrar sus aptitudes más allá de los límites nacionales.
Asegura que desde niño hizo deportes, entre ellos fútbol, vóleibol, básquetbol y karate, disciplina que practicó durante cuatro años, por lo que no es casualidad que haya querido dedicar su futuro a enseñar y promover el ejercicio físico y la vida saludable entre los sanantoninos.
-¿Cómo te iniciaste en el deporte?
-Desde chico practiqué muchos deportes. Estudié Educación Física un año y medio, pero no pude seguir porque tuve una crisis cuando mis papás se separaron. Fui garzón, barman y animador de eventos en discotheques, hasta que se me dio nuevamente la oportunidad de estudiar y opté por preparador físico en la Universidad de Ciencias de la Informática (Ucinf). Luego, hice mi práctica en el Centro de Entrenamiento Olímpico, estuve en la Federación de Lucha Olímpica y en la Federación de Deporte Náutico.
Además, este multifacético vecino del sector alto de Llolleo, destaca que fue uno de los primeros instructores de zumba en San Antonio.
"En un momento salió una certificación que yo esperaba desde hace mucho tiempo. Me certifiqué como en 10 áreas de zumba. Fui uno de los primeros instructores, otros me empezaron a seguir porque subía videos en YouTube", recuerda.
-¿Siempre te gustó bailar?
Mi mamá me contó que en kínder me mandaron a buscar el apoderado porque bailaba arriba de las mesas (ríe). Antes en San Antonio era mal visto ser bailarín, se juzgaba mucho y había pocas clases para tomar. Primero aprendí baile urbano, como breakdance, y cuando ya estuve más grande, tomé clases en la academia de Hugo Urrutia.
-Todos te conocen como Hugo Mambo, ¿de dónde viene "Mambo"?
-Mambo viene de una película de pingüinos (Happy Feet), era el que bailaba y toda su especie cantaba. Era el pingüino distinto y Mambo logró salvar incluso a los que cantaban. Entonces era como eso, yo quería hacer bailar a mi gente, porque sentía que de esa forma yo podía contribuir y ayudar.
Gracias a su energía y talento, el sanantonino comenzó a ganar rápido reconocimiento en el baile entretenido, una disciplina que empezó a ganar adeptos en la zona gracias a su trabajo. Según sus palabras, a través de la zumba muchas personas se motivaron para dejar el sedentarismo.
-¿Por qué se ha hecho tan popular la zumba?
-El baile ha permitido que las personas den el primer paso hacia la actividad física, entonces es más fácil bailar que tener que ir a hacer ejercicios a un gimnasio. Aparte que este tipo de disciplina se acercó a todos los lugares y a todas las clases sociales. Entonces pueden ver en una cancha que la gente está bailando y también en el barrio alto.
Pandemia
Antes de la pandemia Hugo Muñoz había concretado uno de sus mayores sueños al abrir su propio gimnasio ("Mambo Fitness Center", ubicado en calle 3 Sur 38, en Barrancas), pero las restricciones sanitarias lo obligaron a cerrarlo durante largos meses.
-¿Cómo enfrentaste la pandemia sin poder abrir tu gimnasio?
-Estuve como una semana en shock, sin saber qué hacer. A la semana siguiente me puse a estudiar cómo hacer transmisiones online. Entonces fue harto tiempo de estudiar y estudiar algo en lo que conocía algunas cosas, pero no todas. Lo que más había que hacer era ensayo y error. Tenía que hacer pruebas, ver cómo quedaba y si el resultado era bueno o no, y siempre era no (ríe) porque fallaba el sonido, la calidad, la iluminación o la red de internet.
A pesar de que sus ingresos disminuyeron con el avance del covid, invirtió sus ahorros en los equipos necesarios para impartir sus clases de manera virtual. "Hacer una transmisión requiere más recursos, entonces había que contratar otros servicios de internet, en la iluminación había que buscar la mejor manera para que se viera bien y poco a poco ir mejorando. Fui optimizando la técnica, comprando cámaras y lentes distintos para los equipos de video, para que tuvieran mejor iluminación y así enviar una buena señal. También compré micrófonos, mesa de sonido y así me fui armando un set de estudio", afirma Hugo, quien ha participado en convenciones de baile en Argentina, Brasil, México y Orlando, Estados Unidos, donde ha estado tres veces, con cerca de siete mil instructores provenientes de distintos países del mundo.
-¿Haber logrado tener tu propio gimnasio es un sueño cumplido?
-¡Sí! , aunque me falta todavía. Quiero hacerle más cosas, porque, como lo dije, los primeros meses fueron de adaptar el lugar para la gente, pero ahora falta implementarlo más para poder entregar lo que yo quiero a mis alumnos, pero vamos en camino.
"Estudié Educación Física un año y medio, pero no pude seguir porque tuve una crisis cuando mis papás se separaron",
Hugo Bambo
"Mi mamá me contó que en kínder me mandaron a buscar el apoderado porque bailaba arriba de las mesas",
Hugo Bambo