La locura del hincha que recorre Chile de norte a sur para ver los partidos de San Antonio Unido
Álex Caroca Cepeda sigue al equipo lila desde pequeño . Se declara un defensor de la identidad de su ciudad natal, lo que justifica su amor por un equipo que "nunca ha sido campeón".
De entrada Alex Francisco Caroca Cepeda (42) advierte que "ser hincha de un equipo chico es difícil, hasta en la pega. Acá en Santiago me molestan y no tienen ni idea qué es el SAU". Aparte admite que "por algo me dicen El Loco, si varias veces estaba solo en el estadio apoyando a San Antonio Unido".
Es que este sanantonino nacido y criado en el sector de Barrancas, en la calle Libertad, estudiante de básica en el Instituto Ercilla y la media en la Escuela Industrial, arquero del Unión Católica y del Norteamérica en cadetes, desarrolló desde pequeño un amor por su ciudad y sus tradiciones.
"Yo defiendo y valoro todo lo que tenga que ver con San Antonio, no solo el fútbol. Así me lo enseñaron en mi familia y mi abuelo (Mario Caroca), que tenía un negocio, el restorán San Pablo, en Libertad con Maestranza, donde preparaban perol, ese plato típico de San Antonio", argumenta sobre la base de esa defensa que hace de la identidad local.
Ese restaurante funcionó por más de 60 años en esa tradicional esquina barranquina. Partió con los papás de los abuelos de Alex y terminó con el padre de este fanático del SAU. "Mi papá lo cerró hace dos años, cuando empezó la pandemia. Ese tipo de negocios ya no funciona en estos tiempos. La gente se iba a tomar su caña de vino, a comer una pichanga, un sánguche, jugaban a la brisca, al dominó. Cuando mi abuela (Teresa Sepúlveda) estaba viva hacía prietas, perol, se llenaba de gente", evoca sobre su infancia.
"Mi abuelo siempre fue muy fanático de Colo Colo y como yo era el nieto mayor, me quedaba hasta el último con él, como hasta las 11 de la noche. Los viejos se quedaban jugando brisca o dominó y hablaban de puro fútbol. Ahí paraba la ojera y aprendía", confiesa.
Un hecho marcó la vida de Álex Caroca. Después de nueve años de silencio, en 1991 reapareció San Antonio Unido, aunque con el nombre de Cóndor San Antonio, como movida de la dirigencia para reflotar a los lilas, luego del descenso de 1983. "Somos vecinos del Marmaduque Cornejo, quien jugaba en el SAU, teníamos una amistad grande entre las familias. Por eso empecé a ir al estadio a ver los partidos. Iba solo o con mi abuelo, me mandaban con la parka azul del colegio. En la entrada estaba la mamá de la Ely, de don Miguel Calderón, quien murió hace poco, y hacían rifas. Me sentaba al lado de la barra".
Hasta que un día lo invitaron a viajar con los hinchas. Fue a ver al SAU con Curicó. Los antiguos fanáticos lo cuidaban, porque a veces su tío Willy, a quien le encargaban la custodia del pequeño Alex, no llegaba a tomar la micro que salía desde la municipalidad. "A los 10 o 11 años ya viajaba solo. El primer viaje fue a ver al SAU con Juventud O'Higigins de Curacaví. Cuando los viajes eran más largos llegaba a la casa a las dos o tres de la mañana y el lunes había que levantarse temprano para ir a clases".
En el colegio era objeto de las burlas de sus compañeros, porque "siempre andaba dibujando la insignia o cosas del SAU, mientras que a la mayoría le gustaba Colo Colo o la Chile", cuenta. Pero insistió, porque asegura que "desde que tengo conciencia siempre me ha gustado todo lo que tiene que ver con la ciudad, prefiero lo de San Antonio a lo de afuera, defendiendo lo de casa, en todo ámbito, personal, familiar, amistades, el fútbol".
Así se hizo fanático de San Antonio Unido y afianzó el amor por su ciudad. Cuando comenzó, recuerda que "antes el fútbol era más cercano a la gente, más familiar, ahora es más comercial", analiza.
Pero la nueva realidad no cambia su infinito amor por una institución que "aparte de ganar la Copa Isidro Corvinos (1970), nunca ha sido campeón en sus 60 años de historia. Ni siquiera cuando estaba en Cuarta División, porque la Anfa lo pasó a Tercera, porque llevaba mucho público y de Tercera subió a Segunda sin salir campeón".
Viajes
En 1998 Alex Caroca se fue a vivir a Santiago. Entró a la Escuela de Carabineros, pero duró un par de meses y empezó a trabajar. "Me echaron por poco serio", explica sobre su corta vida uniformada.
"Me fui a Santiago a trabajar por 20 días, haciendo eventos en los malls. Me gustó Santiago y me quedé. Tengo dos hijos, una de 18, que va a estudiar Enfermería, y el otro, de 17, termina cuarto medio este año", describe sobre su vida. Hoy trabaja como conductor de Uber.
Y aunque está en la capital siempre quiere ver a su amado equipo. "Cuando empecé a viajar en ese tiempo no había redes sociales. La barra estaba perdida y solo viajaban familiares de jugadores. El Raúl Acevedo viajaba en bus, lo iba a buscar al terminal y nos íbamos en micro para el estadio. Siempre lo hacíamos así. A veces iba con alguien o solo, fui a Puerto Montt, Temuco, a Iquique fui solo. Por eso me dicen "Loco", porque la gente veía un lienzo que decía Barrancas y después cachaban que era yo, era el loco que andaba solo en los estadios. El lienzo lo hice yo y me empezaron a conocer", rememora.
Cuando apareció Facebook encontró una herramienta de contacto con otros fanáticos del SAU. "Intenté hacer una barra con hinchas que vivían en Santiago. Nos juntamos como cuatro veces en el parque Quinta Normal. La primera vez llegaron 17 personas, la segunda 10 y después ocho. No había motivación, no era la misma que tenía yo", dice sobre su fallido intento.
A su pareja de aquel tiempo se le ocurrió la idea. "Me dijo estái puro güeveando, usa las redes sociales para informar del SAU, porque en tu equipo nadie hace nada. Le dije qué voy a informar. Me respondió, la hora de los partidos, dónde juega, todo eso. Ahí empecé el 2009". Así se creó en Facebook Hinchas del SAU, que luego se transformaría en un fanpage.
Eso le permitió crear un nexo con la parcialidad lila y organizar viajes a distintos puntos del país. "Ahora tengo más de 12 mil seguidores. Empecé a hacer entrevistas, a regalar camisetas, concursos, hablar de la historia del club. También me piden ayuda y hacemos un trabajo social con los amigos, además de organizar los viajes", destaca sobre el carácter de club social que preserva.
De norte a sur
Después de tantos años perdió la cuenta de cuántos viajes hizo, pero afirma con orgullo que "he viajado de Iquique a Puerto Montt, incluso a El Salvador, por Copa Chile. Conozco varios estadios, de la Tercera División también: Isla de Maipo, Villa Alemana, Curacaví, Buin, de equipos que ya ni existe como CTC en la Usach. Son tantos viajes, muchos estadios y muchas anécdotas".
Sobre esas vivencias afirma que "pasan cosas buenas y malas. A Iquique fui solo, cuando estábamos en Tercera y más encima nos comimos un 5 a 0. En 2016 fuimos a Mejillones, con unos amigos. Nos fuimos en avión y nos devolvimos en bus, no alcanzó para el pasaje de vuelta".
Y agrega sobre ese viaje: "más encima nos agarramos a combos. Ganamos 3-0 y empezamos a gritar ole-ole-ole, la gente se picó y se nos tiraron encima, eran como 30 contra nosotros, que éramos poquitos".
También recuerda un viaje a Angol, que tuvo de todo. "El bus llegó a las 5 y media de la mañana de un domingo, estaba todo cerrado. Sentado en el terminal solo, con hambre, frío y sin nadie para conversar. Después abrieron un restaurante, me fui a almorzar. El restaurante se llenó porque jugaba el Colo con la Chile y la garzona me pidió si se podía sentar una persona conmigo. Era un viejito, el locutor de la radio de Angol. Entré con él al estadio, me sentaron en la tribuna principal. La gente muy cariñosa, me regalaban helados, bebidas, porque era el único hincha del SAU".
El siguiente viaje será a Arica, para jugar con San Marcos. "Ya tengo gente que quiere ir", anuncia.
Ahora Alex Caroca quiere ver al SAU en el nuevo estadio de San Antonio. "Nací con un estadio feo, por décadas fui a un estadio ordinario, precario, sin nada. Y ahora tenemos un estadio de lujo que no se puede usar por temas políticos, eso molesta y da rabia e impotencia. Esto no solo afecta al SAU, sino que a varios deportistas que quieren usa el estadio", expresa sobre el conflicto que afecta a la ciudad.
"Desde que tengo conciencia siempre me ha gustado todo lo que tiene que ver con la ciudad, prefiero lo de San Antonio a lo de afuera",
Álex Caroca,, hincha de San Antonio Unido
"Aparte de ganar la Copa Isidro Corvinos, nunca ha sido campeón en sus 60 años de historia. Ni siquiera cuando estaba en Cuarta División",
Álex Caroca