Imaginario ausente: reescribiendo San Antonio con Gabriel Salazar
Ad portas de su cumpleaños, el Premio Nacional de Historia y consejero de la Sociedad de Folclor Chileno repasa la idiosincracia sanantonina en entrevista exclusiva con El Líder.
Yvaín Eltit - Presidente Sociedad de Folclor Chileno
Hemos referido en estas páginas que los orígenes de San Antonio se remontan a fines del siglo XVI cuando el navegante español Antonio Núñez de Fonseca estableció las primeras bodegas del litoral para almacenar productos agrícolas y la salazón (acción de salar un alimento para su conservación) del pescado seco.
Sin embargo, el poblamiento comenzó en 1770 en el período del gobernador de la Capitanía General de Chile, el español Juan de Balmaseda y Censano Beltrán.
Para el profesor Gabriel Salazar Vergara (1936), consejero de la Sociedad de Folclor Chileno y Premio Nacional de Historia (2006): "En general, se ha escrito poco del puerto de San Antonio. Acaso porque, por diversas razones e intereses, el puerto de salida de Santiago y del sistema de haciendas, fue Valparaíso".
Con la llegada del siglo XIX se dictaría una ley promovida por José Victorino Lastarria Santander (1817-1888) y Antonio Varas de la Barra (1817-1886) para aprobar la "utilidad" portuaria.
Tras el bombardeo a Valparaíso en la guerra contra España (1865-1866) se dio el empuje definitivo habilitándolo como puerto mayor por el ministro de guerra y marina, el militar José Manuel Pinto Arias (1818-1873).
Aunque con la soberanía oceánica entregada a los británicos, poco se hizo, y ya no era una problemática focalizada en San Antonio, sino una disyuntiva nacional, al respecto comenta: "Con más de 4.000 km de costa, se privilegió la hacienda y se desprivilegió a los puertos, la pesca y el comercio marítimo. Chile no se convirtió en una potencia marítima (como lo son Inglaterra o Japón). Incluso, en el siglo XIX, nuestra aristocracia (mejor clase) terrateniente permitió que los ingleses utilizaran el puerto de Valparaíso como pivote para que ellos dominaran el mercado del Pacífico (Filipinas, China, Japón e India)".
La primera obra dedicada a la provincia es "El puerto y los ferrocarriles de San Antonio: observaciones justificativas del proyecto presentado" por Enrique Vergara Montt (1897), 25 páginas de un acabado estudio que incluye mapas. Los textos que le siguen abordan asuntos geográficos e industriales.
En 1946 se publicó un escrito fundacional, "El puerto de San Antonio: noticia histórica" por el genealogista (persona que estudia genealogía y linajes) Juan Mújica de la Fuente (1900-1998), 32 páginas de un nítido análisis sociológico, reeditada al año siguiente.
Para el profesor Salazar el imaginario ausente es aún más grande, menciona: "El problema mayor es, en definitiva, que la cultura chilena no es una cultura marítima, sino de tierra adentro (por eso el huaso es típico, pero el pescador o el marinero, no)".
Siguiendo su argumentación hay una fijación por ciertos personajes en desmedro de sujetos populares presentes en toda la costa chilena, constantemente superpuestos, expresa: "La oligarquía (gobierno de unos pocos) chilena tendió a identificarse con el huaso y a disfrazarse de huaso".
Sin duda la tarea es titánica, nos ilustra: "Debemos, por tanto, reeducarnos en relación a nuestro territorio, pero no sólo por la tierra, sino también, y sobre todo, por el inmenso mar que tranquilo, te baña".