Juanita Ortiz Bonilla
En solo cuatro meses la vida de Carolina Pizarro Espejo (36) tuvo un cambio drástico que ha afectado negativamente su salud. En septiembre del año pasado le detectaron, luego de varios exámenes, que sufre acalasia, que consiste en una obstrucción en el esófago que impide el paso de los alimentos e incluso de los líquidos al estómago.
Javier Santibáñez, esposo de Carolina, recuerda que "mi señora empezó con vómitos, se mareaba y todo lo que comía lo vomitaba. Al principio pensamos que estaba embarazada. Se hizo un test y se descartó el embarazo, pero el médico le solicitó otros exámenes porque pensó que podía ser cáncer al estómago".
"Los resultados se los llevamos a una doctora en la Clínica San Antonio, quien nos mandó urgente donde un gastroenterólogo, porque nos dijo que podía ser una acalasia. En ese momento no teníamos idea lo que era", añade con evidente preocupación este vecino del cerro Bellavista.
-¿Qué pasó después de que se hizo los exámenes?
-El médico que la vio en el hospital Claudio Vicuña le dijo que era una obstrucción que se hacía en el esófago. Los músculos se contraen y no dejan pasar nada, ni agua ni comida. La mandó a hacerse una endoscopía computarizada y una nanometría esofágica en la Clínica Las Condes. Hicimos todos esos exámenes, nos volvimos a presentar al hospital (de San Antonio) y el médico le dijo que con esos exámenes él podía mandarla a operar. Mandó una interconsulta para el hospital San Borja de Santiago. Esto fue a mediados de noviembre, mi señora seguía vomitando día y noche y empezó a adelgazar bruscamente. En diciembre pesaba alrededor de 40 kilos.
Drama
Javier Santibáñez confiesa que la enfermedad de su esposa ha golpeado fuerte en la familia. "Nosotros trabajábamos en el servicio de aseo en el Mall Arauco San Antonio y yo tuve que renunciar para poder cuidarla, hacerme cargo de la mantención de la casa, ver a los niños y todo lo relativo a un hogar. En el hospital Claudio Vicuña nos dijeron que posiblemente a mediados de diciembre podría salir una opción de operar a Carolina en Santiago y que el hospital San Borja estaba pidiendo los insumos, que son unos clips de homostasia (conocidos como crown clip), que le van a poner donde van a cortar el esófago. Son cinco clips y nos costaron alrededor de 380 mil pesos", asegura el marido.
-¿Cómo lo han hecho para solventar los gastos?
-Uno de mis hijos es electricista y está trabajando. Todo lo que gana lo aporta a la casa. Además, yo tenía unos ahorritos y con eso, gracias a Dios, no nos ha faltado. Yo no pido ayuda económica, lo único que pido es una hora para que mi señora se opere pronto.
Larga espera
El jefe de hogar reclama que la cirugía ha sido postergada en varias ocasiones, a pesar de que tienen todos los exámenes e implementos que les solicitaron del hospital San Borja Arriarán.
"Nos dieron fecha para los primeros días de diciembre. Del San Borja le mandaron un correo a mi señora, después nos dijeron que hubo un error y que la fecha era para la semana subsiguiente. Llegó esa fecha y nos dicen que se había suspendido la cirugía por fuerza mayor, pero que la próxima semana iba sí o sí. El día lunes volvimos a consultar y nos responden que el médico que la tenía que operar se había contagiado con covid y que íbamos a tener que seguir esperando".
Justo en esos días Carolina Pizarro se agravó. "Le bajaron todas las defensas, se empezó a sentir mal, se ahogaba, le daban taquicardias. La llevé dos veces a la Urgencia del hospital. La primera vez el tens que la atendió dijo que podía ser covid. Después de 18 horas la mandaron para la casa y el PCR salió negativo. Al otro día, estuvimos de la una de la tarde hasta las dos de la madrugada en Urgencia. Solamente le pusieron suero, le hicieron exámenes y a lo único que llegaron como conclusión fue que hay que operarla... y para la casa de nuevo".
Urgente a santiago
Al llegar a su hogar de Bellavista, la mujer siguió con los vómitos y la taquicardia. "Llamé a los hermanos de ella que tienen vehículo y se la llevaron a Santiago al hospital Barros Luco, donde la dejaron hospitalizada inmediatamente en emergencia debido a que iba muy mal. Estuvo cinco días y la estabilizaron, hasta el pasado martes 25. Ese día la dieron de alta porque se produjo un brote de covid en esa sección.
Carolina, quien está al lado de Javier, a pesar de su delicado estado de salud, pide hablar. "Ojalá nos puedan ayudar, porque ya no aguanto más", dice con la voz entrecortada por el dolor y la impotencia de no poder acceder a la cirugía que le podría devolver la normalidad que perdió en septiembre pasado.
"Yo no pido ayuda económica, lo único que pido es una hora para que mi señora se opere",
Javier Santibáñez,, esposo
3 meses lleva esperando esta vecina del cerro Bellavista la operación al esófago.