Casos de violencia intrafamiliar aumentan en más de un 20 por ciento en la provincia
Entre enero y septiembre del 2021 se registraron 1.346 casos, un 23 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Pese a los esfuerzos puestos por organizaciones, agrupaciones y autoridades, la violencia intrafamiliar (VIF) sigue siendo un problema en aumento, especialmente en los últimos dos años de pandemia.
De acuerdo a información emanada desde el Ministerio Público, en 2021 se produjo un alza del 11,41 por ciento de los casos en la región, lo que se traduce en 1.492 más que el 2020.
Esta preocupante estadística fue revelada en la Cuenta Pública de la Fiscalía Regional de Valparaíso, donde la fiscal Claudia Perivancich reconoció que "era razonable aventurar un aumento de este tipo de delitos en el contexto de la pandemia. Si bien ello no ocurrió en el año 2020, esta cifra sí se incrementó durante el año recién pasado, 2021".
Provincia
De acuerdo a las cifras de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior, entre enero y septiembre del año pasado se registraron 1.346 casos de VIF en la provincia de San Antonio. No se incluye el último trimestre, que aún está bajo análisis.
En el mismo periodo del 2020 se produjeron 1.090 casos de este tipo, lo que representa un alza del 23 por ciento en comparación con en el mismo periodo del año pasado, según las cifras a las que tuvo acceso Diario El Líder.
En total, la provincia tuvo 1.428 casos en 2020.
En 2019, antes de la pandemia, se anotaron 1.398 casos y en 2018, se contabilizaron 1.244, demostrando que es una tendencia al alza.
DESGLOSE
De todos los casos registrados en 2021, el 75 por ciento ocurrió en contra de mujeres, el 14 por ciento contra hombres, el tres por ciento contra adultos mayores y el dos por ciento contra niños. El cinco por ciento restante no ha sido clasificado.
Estas estadísticas dan cuenta de todos los hechos delictivos (casos policiales) registrados por las policías durante el período consultado y se compone por las denuncias formales que la ciudadanía realiza en alguna unidad policial posterior a la ocurrencia del ilícito, más los delitos que la policía toma conocimiento al efectuar una detención en flagrancia, es decir, mientras ocurre la agresión.
La vocera de la Coordinadora 8M, Andrea Saldías, indicó que "efectivamente pensamos que en la primera etapa de la pandemia el encierro, la falta de espacio, la falta de trabajo y todo lo que conlleva la discriminación que hay en términos sociales hacia la población, así como la poca ayuda, generó mayor violencia porque las mujeres tuvieron que estar encerradas. Muchas de ellas con sus agresores esporádicos, que ahora ya eran constantes".
También apuntó a que muchos hombres, "debido a la educación machista que han recibido y al verse limitados en el ámbito laboral, se volvieron más violentos y eso se tradujo en agresiones a las mujeres como sujetos de opresión".
Asimismo, Saldías reflexionó que, pese a que de un tiempo a esta parte ya no rigen las cuarentenas, "la violencia ha aumentado y nosotros vemos un factor importante: la impunidad en la que están los hombres que ejercen violencia, es decir, las penas son muy bajas, cuesta mucho que haya una condena".