Pareidolia: la disciplina ancestral de ver figuras en los objetos
El arqueoastrónomo Patricio Bustamante Díaz se ha dedicado a la investigación de este fenómeno por casi tres décadas y ha realizado descubrimientos notables.
Por Juan Guillermo Prado
A veces, sin darnos cuenta, al mirar las nubes vemos un rostro, un caballo, una flor. Lo mismo ocurre con las montañas, las piedras y otros objetos. Las posibilidades son infinitas. Esta capacidad del ser humano de reconocer figuras animadas en objetos inanimados se llama pareidolia. Pero este fenómeno ha llevado a Patricio Bustamante Díaz, director de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía e investigador en arqueoastronomía, a profundizar en el tema desde diversas perspectivas.
"Yo me dedico a la investigación en arqueoastronomía, que es la investigación de la astronomía de los pueblos antiguos. En la antigüedad nuestros ancestros desarrollaron su propia astronomía y la pareidolia desde muy antiguo ha tenido un papel fundamental para darle nombres a las diversas constelaciones. Por ejemplo, todos los signos del zodiaco corresponden a nombres de agrupaciones de estrellas. Un caso particularmente interesante es el de la astronomía del Imperio Inca, en que las constelaciones están constituidas principalmente por manchas oscuras en la Vía Láctea, que el cristianismo denominó el Camino de Santiago, ya que servía a los peregrinos para guiarse en las noches en su caminata hacia el santuario compostelano", explica.
Estudiando los Petroglifos
-¿Como surgió el tema de la pareidolia en su investigación?
-Fue algo progresivo, se inició con el estudio de los petroglifos, diseños que se hacían en las rocas. Para entenderlos hay que registrar las orientaciones, la posición geográfica, el contexto en que se encuentran, la relación visual con otros petroglifos y elementos del paisaje, dibujar con mucho detalle los grabados. Soy fotógrafo y para mí es muy importante la luz y las sombras, los volúmenes. Caí en cuenta de algo obvio: los petroglifos no están en un plano como aparecen dibujados en los libros, están grabados en el volumen de la piedra, entonces la forma de la piedra pasó a ser un dato importante. Percibí que las formas de las piedras eran clave, a veces los petroglifos estaban grabados en una piedra pequeña, que por su forma natural se parecía a un cerro cercano, mientras otras grandes piedras ideales para dibujar no tenían ninguna marca.
Bustamante detalla que "en el entorno de los sitios con petroglifos encontré rocas con forma de calavera humana, otra parecía reproducir un parto, que a la vez parecía simbolizar la salida del sol, un alumbramiento simbólico. En otros lugares, asociados a sitios con petroglifos, observaba cerros o rocas con formas de rostro humano. Aunque al principio pensé que eran ideas mías, fui registrando sistemáticamente cada observación y fotografiando lo que veía".
"Como los viajes al norte me tomaban mucho tiempo y dinero -señala-, busqué un sitio más cercano a Santiago y elegí el Pucará de Chena, que es un sitio inca. Para mi sorpresa los muros del pucará aparentemente configuran la forma de un animal. Con un amigo viajamos a las ruinas de Tiahuanaco y a Cuzco, visitamos distintos sitios arqueológicos en compañía de dos chamanes, que entre otras cosas nos mostraban cerros o rocas con formas naturales que parecían rostros animales, o cosas. También en ese viaje conocimos el trabajo de los hermanos Elorrieta, que habían escrito un libro, que entre otras cosas documentaban formas naturales, pero también construcciones o rocas intervenidas por los Incas que semejaban animales, aves, rostros humanos… Eso me decidió a buscar una explicación al fenómeno que estaba observando. Había trabajado años atrás con sicólogos y recordé el test de Rorshach, que es una serie de manchas de tinta, las cuales el sicólogo muestra a la persona y le pregunta qué ve. De acuerdo a la respuesta el sicólogo realiza su análisis y diagnóstico. El fenómeno sicológico que permite que veamos algo en las manchas de tinta, se llama pareidolia.
-¿Cómo se aplica la pareidolia a la arqueología?
-Me preguntaba: ¿por qué encuentro recurrentemente estas formas naturales asociadas a sitios arqueológicos? La respuesta parece ser que nuestros antepasados de todas las culturas del planeta, independiente de la época o la posición geográfica, consideraban sagradas estas rocas o montañas, con formas naturales de personas, animales o cosas. Entonces surgió la hipótesis de que tal vez la pareidolia podía explicar el origen del animismo, es decir, la convicción de que todas las cosas, seres, animales, tienen espíritu, alma. Aquellos que muestran su forma de manera evidente tenían un espíritu más poderoso y por lo tanto se consideraban sagradas. Esto permitía explicar por qué ciertos sitios se transformaban, por ejemplo, en lugares de peregrinación.
La Mano de Dios de Socaire
-En nuestro país, ¿qué ejemplos tenemos de pareidolia?
-Para los pueblos originarios de San Pedro de Atacama los cerros son" mallkus", tienen espíritu, muchos de esos cerros al mirarlos parecen personas. Al volcán Licancabur las leyendas lo describen con características masculinas. Hemos encontrado que el paisaje asociado a los relatos de dicho volcán es similar a lo descrito en la leyenda azteca de los volcanes en Ciudad de México, donde el volcán Popocatepetl, cuida eternamente el cuerpo de su amada la montaña Iztaccihuatl que tiene forma de mujer acostada boca arriba. La "Mano de Dios", de Socaire, pueblo del Norte Grande, situado a 3.500 metros sobre el nivel del mar, descubierta gracias al trabajo del doctor Ricardo Moyano, donde cinco volcanes que rodean el poblado parecen la punta de cinco dedos de una gigantesca mano enterrada bajo la superficie. En la Isla de Pascua nuestras investigaciones, en conjunto con sus habitantes, han señalado que probablemente, los Moai fueron copiados de la forma natural del Motu Kau Kau, un islote volcánico cercano a la isla.
-¿Cómo se puede conocer más de este interesante pero desconocido tema?
-Para quienes se interesen en este tema y quieran ver otros muchos ejemplos pueden descargar gratuitamente un libro de mi autoría "Pareidolia. El año de las imágenes apocalípticas", situado en http://www.rupestreweb.info/pareidolia2012.html
"En el entorno de los sitios con petroglifos encontré rocas con forma de calavera humana, otra parecía reproducir un parto",
Patricio Bustamante Díaz, director de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía e investigador en arqueoastronomía.
"Las culturas del planeta, independiente de la época o la posición geográfica, consideraban sagradas estas rocas o montañas, con formas naturales de personas, animales o cosas",
Reina en mi espíritu