Hija de artesano asesinado: "Nada de lo que diga o haga la justicia me calmará en la vida"
Familiares del hombre que fue masacrado en una comunidad de El Tabo han hecho manifestaciones para que los tribunales castiguen de manera ejemplar a los responsables.
Juan Olivares Meza
La tarde del sábado 16 de enero de 2021 cambió para siempre el curso de la vida que se había imaginado Catalina Fuentes, la hija de Sebastián; el mismo hombre de mediana edad que aquella fatídica tarde iba a ser herido mortalmente en una de sus piernas, en el hombro y en la espalda.
"En mi casa lo mataron y había dos carabineros ahí y no hicieron nada, lo apuñalaron, le pegaron, en mi casa lo mataron y esto lleva más de un año porque cuando fuimos a la Fiscalía les dijimos ¿Acaso quieren un muerto? Y sí nos dijo el fiscal, por eso ahora queremos justicia y que los metan preso a los hueones".
Eso fue lo que dijo Noemí Poblete en una declaración que se parecía a un grito desesperado que aquella misma tarde se perdió en la calle de tierra por donde entró la patrulla de carabineros, enmudeciendo a los vecinos que hasta entonces sufrían con impotencia del dolor inenarrable de haber visto morir a uno de los pobladores en plena calle.
El horror, según se sabe, partió cerca de las 21 horas del sábado en la calle Los Boldos, número 9, en la parte alta de la comuna de El Tabo donde las desavenencias vecinales terminaron en una cacería sangrienta que se llevó la vida de Sebastián Fuentes (de 49 años a la fecha de su muerte) uno de los vecinos del sector que cometió el error de enfrentar con audacia a las personas equivocadas.
Según el relato de los propios pobladores el problema se explica en que los propietarios de uno de los inmuebles donde las fiestas y el consumo de alcohol, pasando a llevar las normas mínimas de la vida en comunidad, se convirtieron en un problema para toda la vecindad.
Y eso nunca le gustó al bueno de Sebastián.
Tampoco le gustó a los criminales que le quitaron la vida de manera inmisericorde, a golpes de hachazos, de sables y de un chuzo mortal que le cercenó la arteria femoral.
Dolor indeleble
Ha pasado poco más de un año desde la agresión homicida y Catalina Fuentes, la hija del hombre que fue víctima del brutal ataque cuenta a Diario El Líder que "nunca hemos dejado de recibir amenazas. Las personas que mataron a mi papá siguen caminando libres por la calle porque los que están detenidos no son los únicos que participaron del ataque a mi papá".
Aquella brutal tarde de enero de 2021 los incidentes entre vecinos; con agresiones y daños se conocían desde hace aproximadamente un año y lamentablemente tuvieron su punto más violento y fatal la noche del sábado 16 cuando Sebastián Fuentes decidió enfrentar a los malos vividores que -como está comprobado- respondieron con agresiones que de las amenazas pasaron a una persecución mortal.
"Mi papá era una persona buena. Los vecinos, la gente que lo conocía, todos sabían que era una persona buena. Esa tarde él se enfrentó a sus asesinos con las manos limpias y solo porque no había nadie para defenderlo. Uno de los hombres que atacó a mi papá me siguió con dos cuchillos en la mano, todos lo vieron, habíamos llamado a carabineros toda la tarde, los carabineros llegaron con ellos, los vecinos vieron morir a mi papá, yo vi cuando lo mataron con un chuzo…."
Y la voz de Catalina se hace pequeña junto al relato que da cuenta de la feroz perdida que tuvo.
Han pasado trece meses desde la agresión que estremeció al país cuando Catalina, después de enrollar un cartel más dice que "nada de lo que diga o haga la justicia me calmará en la vida, porque todos los días pienso en él, todos los días está mi papá y nada me lo va a devolver. Los que hoy día están presos tienen que pagar, ellos y todos los que se pusieron de acuerdo para matarlo…"