Crónica
Ocurrió el jueves, pero ayer sábado se viralizó profusamente en medios y redes del mundo un video en que una mujer ucraniana -en la ciudad de Henichesk- encaraba a un soldado ruso, pidiéndole salir de su país o en su defecto ponerse semillas de girasol en sus bolsillos para que crecieran "después de que murieras".
Muestras de rebeldía ciudadana como esta, sumado a la creación de guardias territoriales conformadas por pobladores o a actos de resistencia del propio ejército local, anticipaban que la operación rusa sobre las ciudades principales de Ucrania no sería sencilla.
Dicho y hecho: ayer, en el tercer día de la invasión de Rusia a su vecino país, y luego de que el Kremlin ordenara intensificar la ofensiva, las operaciones monitoreadas desde Moscú experimentaron un freno inesperado.
Ataque total
Sobre el final del viernes, los ataques rusos de habían "pausado", según el vocero del gobierno de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, como un gesto hacia la reanudación de la vía diplomática. Sin embargo, la madrugada del ayer sábado y durante toda la jornada, las operaciones se reanudaron con extrema violencia, incluyendo el ataque a un complejo de edificios residenciales en la capital que, sin embargo, no causó víctimas.
"Ofensiva total" fue la orden al ejército ruso para escalar su ataque en todo el territorio ucraniano, buscando capturar la sede de gobierno, ello luego que el Kremlin acusara un desaire del presidente Volodimir Zelenski a su propuesta de negociar la paz.
"Después de que la parte ucraniana rechazara el proceso de conversaciones, hoy (sábado) se dio a todas las unidades la orden de iniciar la ofensiva en todas las direcciones en correspondencia con el plan de la operación", declaró el vocero del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov.
En Ucrania negaron la versión, señalando que Rusia fue quien intentó imponer sus condiciones previo al inicio de la negociaciones. "Sus comentarios de que supuestamente nos negamos a negociar son solo parte de sus tácticas. Están tratando de llevar las negociaciones a un callejón sin salida incluso antes de que comiencen", dijo el portavoz de la Presidencia, Mykhailo Podoliak.
"La mentira de los rusos de que supuestamente tenían la orden de detenerse es desmentida por la propia realidad que vio el mundo entero la noche del sábado. Y esta mañana. La lucha fue feroz, a máxima intensidad", recalcó Podoliak, quien añadió que "el presidente Zelenski no acepta categóricamente ninguna condición".
Resistencia
Por su parte, el mandatario ucraniano -que ha rechazado sucesivamente la propuesta de Washington de evacuarlo desde el país- aseguró ayer que sus tropas habían hecho "descarrilar" el plan de ataque ruso contra Kiev, en el que Rusia empleó "todo" para asaltarla, incluidos saboteadores y tropas aerotransportadas.
"Hemos resistido y estamos repeliendo con éxito los ataques enemigos. La lucha continúa en muchas ciudades y regiones de nuestro país. Kiev y las ciudades clave alrededor de la capital están controladas por nuestro Ejército", señaló Zelenski.
Refuerzos
El líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, confirmó la participación de efectivos chechenos como apoyo en la ofensiva de Rusia, mediante la toma de instalaciones militares. "No tenemos deseos de luchar contra Ucrania o el pueblo ucraniano. Estamos en contra de quienes nos mataron y quienes nos quieren matar", señaló. Mientras, la embajada ucraniana en Israel desde ayer buscaba reclutar ciudadanos suyos en ese país y fuerzas israelíes para reforzar la acción defensiva de Kiev.