La milagrosa recuperación de vecina de Bellavista que llegó a pesar 40 kilos
Carolina Pizarro no podía consumir alimentos ni agua debido a una obstrucción en el esófago. Aquí cuenta cómo recobró su calidad de vida tras ser operada.
El 1 de febrero pasado Diario El Líder publicó el caso de Carolina Pizarro (36), vecina de Bellavista que estaba atravesando un complejo estado de salud, debido a una patología llamada acalasia, que consiste en la obstrucción del esófago, lo que impide que los alimentos y líquidos puedan llegar al estómago.
Esta enfermedad la tenía prácticamente sin fuerzas, en cama, sin poder comer ningún tipo de alimentos, ni siquiera tomar agua, porque de inmediato le provocaba vómitos, llegando a pesar en diciembre cerca de 40 kilos.
Javier Santibáñez, el esposo de Carolina, recuerda que en septiembre pasado "mi señora empezó con vómitos, se mareaba y todo lo que comía lo vomitaba. Al principio pensamos que estaba embarazada. Se hizo una prueba y le descartaron el embarazo, pero el médico le solicitó otros exámenes porque pensó que podía ser cáncer al estómago. Con los resultados supimos que tenía acalasia, aunque en ese momento no teníamos idea lo que era".
MILAGROSo cambio
Desde que el caso de esta sanantonina fue difundido a través de nuestro medio, asegura que en pocos días pudo acceder a la operación quirúrgica que necesitaba para recuperar su calidad de vida.
Fue dada de alta pensando 55 kilos y actualmente puede alimentarse sin problemas. Ahora está con su familia y espera regresar pronto a su trabajo en el servicio de aseo del Mall Arauco San Antonio.
-¿Cómo cambió su vida tras la operación?
-Antes cuando estaba enferma no podía ni siquiera tomar agua porque al mínimo intento que hacía, lo devolvía altiro. Vomitaba toda la noche, no podía dormir y era algo totalmente agotador. Desde el momento que me operaron, el 11 de febrero, me cambió la vida totalmente. A la media hora de operada pude ingerir agua nuevamente, porque me hicieron tomar agua y no tuve problemas.
-¿Cómo fue el proceso post operatorio?
-Partí solo tomando líquidos, sopitas, cosas así. Fue una alegría poder tomar agua y sentir que llegaba al estómago, es algo que no sé cómo explicarlo. Ahora ya estoy comiendo cosas blandas, pero enteras. Aún no ingiero carne, porque igual me da miedo, pero estoy mucho mejor, me siento con más fuerza, subí de peso, puedo dormir bien sin esa sensación de que me iba a ahogar. El único detalle que me va quedando y que me dijo el médico que me iba a pasar cada vez que comiera, es que siento hinchazón, pero es lo único.
Carolina está agradecida de Diario El Líder y de todas las personas que la ayudaron para ingresar al quirófano. "Sirvió 100% que diario El Líder haya publicado mi caso, porque cambió el trato hacia mí. Antes no me querían hospitalizar, ni poner suero y después me pusieron suero y una alimentación vía venosa que era complementación de aminoácidos y todo eso me ayudó. Además, antes estaba esperando que me operaran y me tramitaban sin recibir respuesta. Gracias a la entrevista aceleraron todo y me operaron en el hospital San Borja Arriarán en Santiago, donde me atendieron muy bien", valoró.
"Estoy muy agradecida del diario, de su gestión, de la preocupación, que se tomaran el tiempo de publicar mi caso. Estoy muy contenta, me faltan palabras para agradecer", insiste la mujer.
-¿Aún está con licencia médica?
-Sí, tengo hora el 14 de abril con el médico para ver si me dan el alta. Lo que más quiero es volver a trabajar, porque yo soy súper inquieta.
-Sus hijos deben estar felices con su recuperación...
-Sí, los niños ya vieron que volvió la mamá de antes porque los estoy mandando y retando si se portan mal, están contentos de verme bien.
-Sus vecinos también estaban preocupados. ¿Qué le dicen por su recuperación?
-Hay vecinos que aún no me ven y los que me han visto han quedado sorprendidos porque recuerdan cómo me vieron salir de la casa. Me dicen que tengo la cara más radiante, más rellenita, así es que todos están contentos por mí.
"Antes cuando estaba enferma no podía ni siquiera tomar agua porque al mínimo intento que hacía, lo devolvía altiro",
Carolina Pizarro