La técnico paramédico que redescubrió los mandalas luego de ser mamá
Marcela Pérez Cepeda sufrió una depresión post parto, que la llevó a retomar su afición por crear estas figuras simbólicas espirituales. Aquí cuenta cuáles son sus beneficios.
Durante 11 años Marcela Pérez Cepeda (38) se desempeñó como paramédico en el servicio de Pediatría del hospital Claudio Vicuña de San Antonio, donde recuerda que a pesar de amar su trabajo, sentía que los extenuantes turnos estaban afectando su salud. Por eso, cuando se convirtió en madre por segunda vez, hace tres años, decidió solicitar un permiso sin goce de sueldo para dedicarse a tiempo completo a su hijo, lo que no pudo hacer con su hija mayor, que ahora tiene 18 años. El trabajo espera retomarlo recién el próximo mes.
-¿Cómo volver a ser mamá después de 15 años?
-Fue súper complicado en el sentido de que era todo de nuevo, la crianza, y yo estaba en una parada totalmente diferente y abriéndome los ojos a un mundo distinto. Siento que el nacimiento de mi hijo vino a mostrarme tantas cosas y a aprender también. Lo he disfrutado a concho, como no pude hacerlo con mi hija. Cuando ella estaba chica, comencé a trabajar en el hospital con turnos de día y de noche.
-La labor de los funcionarios de la Salud ha sido muy relevante en medio de la pandemia. ¿Cómo lo has visto desde afuera?
-Antes de pandemia y en pandemia creo que el tema para las mujeres, que somos el 80% de la mano trabajadora del hospital y de los hospitales de Chile, es demasiado arduo y pesado. Te quita la vida en el fondo. Nosotros trabajábamos dos turnos de día de 12 horas, dos turnos de noche de 12 horas y dos días libres y en esos libres, saliente de noche, teniendo casa y niños, no cuentan para nada sin dormir en dos noches. Entonces el desgaste es tremendo, la salud mental se ve afectada. Yo que llevo tres años sin trabajar y aún no puedo conciliar bien el sueño, porque el trastorno del sueño que te queda es para toda la vida.
-¿Para ti como mamá era difícil cuidar niños en el hospital y no poder estar con tu hija?
-Muchas veces me iba llorando por dejar a mi hija para entrar a un turno a las 20 horas, estando ella enferma y teniendo que dejarla al cuidado de mi mamá. Cuesta harto y tener que ir a cuidar niños enfermos, el sentimiento es muy fuerte. Todas las colegas que estamos ahí queremos nuestra pega, amamos lo que hacemos y lo hacemos con cariño, con entrega. Uno pasa la puerta del hospital y eres funcionaria y entregas lo mejor. El problema es que el sistema no te deja, porque pasa la segunda noche y el cansancio es mucho.
Mandalas
Marcela cuenta que hace cerca de seis años inició su emprendimiento llamado "Indra Creaciones" (@indracreación). Al principio se trataba de la confección de aros y otras joyas que hacía y comercializaba entre sus compañeras de trabajo. Sin embargo, durante los últimos tres años, después de volver a ser mamá, retomó el que hasta ese entonces era su afición y le dio un giro completamente diferente.
-¿Qué te motivó a retomar tu emprendimiento?
-Cuando nació mi hijo ya tenía mi emprendimiento, en el hospital vendía mis aritos y otras cosas entre mis colegas. En los días libres viajaba a Viña o Santiago a alguna feria. En ese momento lo veía como un hobby, pero de a poco fue tomando fuerza. Con el nacimiento del bebé me dio una depresión post parto súper importante, creo que por todos los cambios que iban sucediendo y ahí entré a un tratamiento y me acordé que tenía el emprendimiento botado y volví a mi Indra, a mis mandalas, empecé a estudiar nuevamente las cosas y me comencé a sanar. Fue maravilloso descubrir otras técnicas, hasta ahora no he parado y esto ha ido creciendo.
-Ahora te dedicas a realizar talleres en torno a las mandalas...
-Antes mi foco era vender cosas y ahora es enseñarles a las mujeres el bienestar emocional y lo importante que es cuidar nuestra salud mental, para eso tomo los mandalas y la pintura como herramienta. Estoy dedicada a hacer talleres de puntillismo, próximamente quiero hacer un taller acá, para eso estoy buscando un lugar frente al mar. A lo que estoy apuntando es a reunir mujeres que a través de esta técnica puedan sobrellevar la carga que tenemos emocionalmente y acceder a una mejor calidad de vida en lo que se refiere a salud mental, ya que se ha visto tan maltratada en la pandemia con el encierro, la falta de oportunidades y todas las situaciones que han pasado y siguen sucediendo.
-¿Cómo te preparaste para impartir estos talleres?
-Estudié para ser terapeuta con mandalas y así poder trabajar con los significados y también me capacité como monitora de mindfulness (técnica milenaria para controlar el estrés y reducir la ansiedad) y meditación, lo que va acompañado con todo este trabajo.
-¿De qué se tratan los mandalas y cómo ayudan a la salud mental?
-Los mandalas, al ser figuras geométricas, están estudiados hace dos mil años, y fueron utilizados por distintas culturas. Son elementos que nos ayudan a centrarnos en nosotros mismos, a tener más concentración y aplicarla ya sea pintándolos o dibujándolos. Eso nos lleva a un estado de relajación que baja nuestra presión arterial. Aquí a lo que se invita es a probarlo en el hacer y darnos cuenta cómo van sucediendo estos cambios internos, porque no se refiere a algo de un día para otro, ni son vivencias que uno pueda demostrar. Solo van ocurriendo cambios internos.
-Entonces son más que algo decorativo, aunque se ven atractivo por los colores...
-Yo los hago cuadros decorativamente, utilizando la cromoterapia, porque también me preparé sobre la importancia de los colores. Los mandalas son un punto de energía y de protección al tener la forma circular, porque el círculo siempre ha sido de protección en todas las culturas, es un símbolo que levanta las energías que están deprimidas, y los colores también nos ayudan a atraer o potenciar las energías.
Por otro lado, esta impulsora de la técnica del puntillismo participa como dirigenta en la agrupación de emprendedores Arte Fusión.
"Soy una de las fundadoras de Arte Fusión, donde estamos luchando para que nuestras pymes se vean. Hace poco tuvimos una feria en la plaza de Llolleo. Hemos ganado proyectos para mejorar nuestra infraestructura como feria cuando nos instalamos, adquirimos toldos, chaquetas y cosas para que la gente vea bonito nuestros stands. También nos capacitaron en marketing digital", afirma.
Además, hizo un llamado a los creadores locales que quieran integrar la entidad. "Tenemos una convocatoria porque queremos que se unan más personas. La idea es tener 15 ó 16 emprendedoras en nuestra agrupación. El único requisito es que el producto sea hecho a mano y que no se repita dentro de los que ya están".
Los interesados pueden enviar un correo con los datos de su trabajo y cinco fotografías de sus creaciones a arte.fusion.17@gmail.com
"Siento que el nacimiento de mi hijo vino a mostrarme tantas cosas y a aprender también. Lo he disfrutado a concho, como no pude hacerlo con mi hija",
Marcela Pérez
"Yo que llevo tres años sin trabajar (en el hospital) y aún no puedo conciliar bien el sueño, porque el trastorno del sueño que te queda es para toda la vida",
Marcela Pérez