Profesora dejó las aulas después de 20 años y ahora está feliz dedicada a la repostería
Ana María Cortés optó por el cuidado de sus niños y sin proponérselo, inició un emprendimiento elaborando macarrons y otras delicias.
Ana María Cortés Jeria (43) es profesora de enseñanza básica, profesión que es como una tradición familiar que inició su fallecida abuelita Luisa Cambiaso Aranda, la querida y recordada "Tía Luchita", fundadora del colegio Cristo Rey de Llolleo. En este establecimiento fue alumna y ejerció durante varios años, hasta que la llegada de la pandemia la hizo tomar un camino diferente, por falta de tiempo para estar con sus tres hijos.
En medio del encierro de las cuarentenas, encontró información sobre cursos, que la motivaron a cumplir un sueño que tenía postergado: dedicarse a la repostería y vender sus productos a través de las redes sociales en Instagram @koka_delicias.
-¿La pedagogía es una tradición en tu familia?
-En el colegio que estudié mis abuelitos eran los dueños, mi abuelita era profesora normalista, mis tías eran profesoras y me vine de Santiago después de haber entrado a estudiar veterinaria. Ahí me puse a trabajar como terapia en el colegio y me quedó gustando la docencia, creo que eso es como algo genético. Ahí empecé a estudiar esa carrera hasta que me convertí en profesora de Educación General Básica. Trabajé por casi 20 años en el colegio, de ellos 18 como profesora, hasta que llegó la pandemia.
-Tus abuelitos eran muy queridos por la comunidad del colegio Cristo Rey, ¿cómo era eso para ti?
-Mis abuelitos siempre fueron muy queridos en la zona y mi abuelita cuando se acercaban los alumnos los abrazaba, ella siempre fue muy maternal. Un orgullo hasta el día que partieron, porque eso quedó demostrado en el minuto que ellos se fueron. Mucha gente los despidió e incluso hasta el día de hoy hablan de ellos, del legado que dejó mi abuelita, de a cuántos niños les enseñó a leer, orgullosísima como nieta.
-¿La tía Luchita fue un ejemplo para ti como profesora y persona?
-No quiero ser autorreferente, pero yo tenía a cargo primero y segundo básico y era como mamá con ellos, entonces cuando pasaban a otro ciclo, el cambio era como de niños más grandes. Entonces extrañaban esa sobreprotección que les estaba dando. Creo que me jugó en contra demostrar tanta preocupación por los niños como mamá, de que no se fueran a caer, que comieran bien, abrazarlos. Siento que viene de mi abuelita, de lo que veía cuando chica. Mis tías también eran así, muy maternalistas con los niños.
-¿Volverías a ejercer tu profesión?
-Nunca he cerrado la puerta a la docencia. De hecho estoy pensando en hacer clases particulares en algún minuto, para que pueda compatibilizar los pastelitos y no dejar mi profesión.
Macarrons
-¿En qué momento decidiste dejar las aulas y cómo fue hacerlo?
-Cuando empezó la pandemia teníamos clases remotas. Nos teníamos que conectar e ir a seminarios, capacitaciones y reuniones mucho rato, gran parte del día. Entonces a mis niños, en particular al más chiquitito que en ese entonces tenía dos años lo dejaba muy de lado, porque tenía que estar prácticamente 24/7 conectada. Por eso decidí dedicarme a ellos y renunciar. Me costó harto tomar la decisión, porque el último curso que tuve lo vivimos en pandemia y era un curso exquisito, tuve que despedirlos y yo lloraba a mares.
-¿Cuándo surge el emprendimiento online?
-En el matrimonio de una muy buena amiga conocí los macarrons y dije, algún día aprenderé a hacerlos. Justo surgió el curso de macarrons y me inscribí. Tuve varios intentos fallidos, porque es un pastelito un poco difícil de hacer, cuesta tener los tiempos correctos, tiene hartos pasos previos para llegar a la galletita o al pastelito, pero como soy perfeccionista, seguía intentando hasta que di con la receta y con el producto que hasta ahora me tiene muy contenta.
-¿Cómo tomó tu familia que te retiraras del colegio e iniciaras el emprendimiento?
-Mi familia me estuvo conteniendo y apoyando siempre a mil. Tanto mi marido como mis hijos, mis papás y mi hermano, siempre me apoyaron para tomar la decisión, porque ellos ven que esto me hace feliz. Siempre me han apoyado en todas las decisiones que he tomado y en esta que fue particularmente difícil, me respaldaron 100%, sobre todo mi marido que es mi consejero, mi partner, mi amigo, mi todo.
-¿Cómo empezaste a vender tus pastelitos?
-Me hice una cuenta de Instagram sin mucha expectativa (@koka_delicias) y empecé a subir fotos. Saqué costos, algo que nunca había hecho, compré insumos, invitar gente y así surgió. Después hice otras cosas dulces que dieron buen resultado y así empecé a vender los pastelitos. Ahora estoy haciendo tortas de hojarasca, chilenitos y así, siempre he estado estudiando, tratando de perfeccionarme y feliz de poder cumplir un sueño que es este emprendimiento que es tan bonito.
-¿Incorporaste nuevos productos en este año desde que partiste?
-Sí, ahora estoy haciendo chilenitos, que son como los infaltables, kuchen, pie, cheescake y pensando en hacer otro tipo de tortas, porque de repente falta tiempo nomás. Mis niños y mis papás son los que prueban primero, si a ellos les gusta, lanzo el producto.
-¿Tienes alguna meta próxima con tu negocio?
-Tener mi taller con una salita de ventas es la meta que tengo. No algo muy grande, porque eso sería ser demasiado ambiciosa, pero si algo pequeñito porque me preguntan, por ejemplo, a qué hora cierras, dónde estás ubicada, podemos ir a ver. Y lamentablemente, estoy sólo a pedido. Me gustaría tener un lugar donde poder mostrar mis productos, a mediano plazo.
-¿Qué producto es el que más piden tus clientes?
-Los chilenitos y los macarrons. A la gente le gustan mucho los chilenitos, antes hacía a mitad y fin de semana y ahora tengo todos los días disponibles.
-Si alguien tiene un evento, ¿te puede encargar pastelitos?
-De los productos que hago si quieren, pido que me los encarguen con dos días de anticipación, porque los macarrons tienen un periodo de 24 a 48 horas de reposo en refrigeración. Entonces, como los entrego frescos, no productos congelados prefiero hacerlos en el minuto. En cambio, los chilenitos si me los encargan en la mañana, los entrego en la tarde, igual que el kuchen.
-¿Te manejabas desde antes con las redes sociales?
-No mucho, pero hice un curso para tratar de entender bien el asunto, porque fue un mundo nuevo el manejo de redes sociales, cómo vender mi producto, ir a comprar los insumos porque no tenía idea de dónde adquirirlos, contestar mensajes, el marketing, todo fue nuevo para mi. El año que pasó estuvo lleno de aprendizaje sobre todo en redes sociales.
El contacto de Koka, como la llaman sus amigos y cercanos, es en Instagram @koka_delicias o a través del WhatsApp +569 5479990.
"Tenía a cargo primero y segundo básico y era como mamá con ellos, entonces cuando pasaban a otro ciclo, el cambio era como de niños más grandes",
Ana María Cortés.
"Ahora estoy haciendo tortas de hojarasca, chilenitos y así, siempre he estado estudiando, tratando de perfeccionarme",
Ana María Cortés.