Tristeza causó muerte de luchador por la justicia y los derechos humanos
Luis Sepúlveda Carvajal falleció ayer a los 85 años. Su funeral se realizará hoy y será despedido en el cementerio Parroquial.
Las profundas secuelas que dejaron las horrendas sesiones de tortura que sufrió Luis Alberto Sepúlveda Carvajal poco a poco apagaron la vida de un luchador por la justicia y los derechos humanos en San Antonio.
El prisionero en el campo de exterminio de Tejas Verdes, donde fue privado de libertad y sometido a tormentos tras el golpe de 1973, falleció durante la madrugada de ayer, dejando entre sus compañeros de lucha una profunda tristeza y cientos de comentarios en las redes sociales, lamentando su partida a los 85 años (23 de agosto de 1936).
Desde muy pequeño, como contó su hija Patricia, Luis Sepúlveda desarrolló una profunda conciencia social, que heredó de su padre Luis, militante del partido Comunista. "Nació en San Antonio, de crianza fue natural del barrio San Pedro. Estudió en varias partes, en la Escuela 5, después que falleció mi abuelo estuvo en el internado de Cartagena, que luego fue el liceo Poeta Vicente Huidobro. Como a los 8 años empezó a trabajar en todo. Uno se tiene que preguntar qué no hizo", relató la profesora.
Luego ingresó formalmente con contrato al Servicio Médico Legal, donde se desempeño en el hospital Claudio Vicuña, donde un hecho marcó para siempre su vida. "Cayó detenidos luego del fusilamiento de los estibadores (Armando Jiménez Machuca, Guillermo Álvarez Cañas, Héctor Rojo Alfaro y Samuel Núñez González). Como era el asistente del médico legista lo tomaron preso porque Manuel Contreras (director de la escuela de ingenieros y de la Dina) quería otro informe de autopsia, no el oficial", recordó.
La educadora agregó que "mi papá fue comunista de toda la vida. Fue por muchos años el presidente del comité de Derechos Humanos en San Antonio. Gracias a sus gestiones está el monumento que está frente a la Municipalidad de San Antonio, el memorial de los derechos humanos y de los detenidos desaparecidos", destacó Patricia sobre parte del legado que dejó su progenitor.
Las ideas políticas fueron una herencia de su padre. "Mi abuelo (Luis Alfredo Sepúlveda) fue comunista y como comenzó a trabajar a los 8 años ya era sindicalista".
Justicia
Según el Informe Valech de 2004 (Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura), el campamento de prisioneros de Tejas Verdes fue un centro de detención y tortura, por el cual pasaron miles de sanantonino y chilenos, sometidos a horrendas sesiones de tormentos en el subterráneo del casino de oficiales del regimiento.
En este recinto Luis Sepúlveda fue víctima de la barbarie. En vez de abandonar su causa, el sanantonino se embarcó en una cruzada por la búsqueda de la verdad y la justicia. Fue detenido entre el 26 de septiembre de 1973 y febrero de 1974.
"Todos los males que mi papito tuvo el resto de su vida y por los cuales falleció fueron 'gracias' a ese tema (tortura). Tenía artrosis en el cuello, en los tobillos, en la columna por la corriente, problemas en los riñones. Fue una historia de sufrimiento que tuvo mi padre por los 'cariñitos' que le hizo el señor Contreras", expresó Patricia.
Luis Sepúlveda se quedó en San Antonio y sufrió de cesantía y la delación de sus vecinos que "lo acusaban que era comunista o cuando encontraba un trabajo lo denunciaban. Otros reconocieron su labor y tomó las maletas de gásfiter hasta que me recibí de profesora y le pedí que no trabajara más, porque caminaba para todos lados con su maleta, que era muy pesada".
Pero su principal trabajo fue otro. "Cuando fue presidente del comité de derechos humanos en San Antonio ayudó a mucha gente a conseguir sus pensiones por la Ley Valech o Retig de exonerados políticos, para todos los que sufrieron y perdieron su trabajo durante la dictadura", destacó Patricia sobre la labor de su padre.
Además testificó en varias causas, porque "como trabajaba en el Servicio Médico Legal pertenecía al Ministerio de Justicia y vio muchas cosas. Estuvo en la Corte de Apelaciones de Santiago por casos de derechos humanos en San Antonio".
Luis Sepúlveda fue exonerado político y un luchador por la justicia, por eso su partida generó cientos de muestras de tristeza. "Nuestro más sentido pésame a la familia, un gran luchador por los derechos humanos,", comentó Patricia Astorga, entre varias expresiones de dolor.
La familia de Luis Sepúlveda, compuesta por su mujer, Sonia Cornejo; sus hijos Patricia y Luis; sus tres nietas (Valentina, Consuelo e Ivania), hoy lo despedirá. Sus restos son velados en su casa de Las Canteras 475 de San Antonio. A las 14 horas saldrá el cortejo hacia el cementerio Parroquial. Antes esperan hacer una parada en el memorial de los derechos humanos de San Antonio.