La emprendedora que sonríe con el éxito de su negocio de ropa reciclada
Patricia Jorquera es técnico en odontología, pero en medio de la pandemia y poco después de convertirse en madre, se motivó para crear su tienda online de vestuario.
Patricia Jorquera (27) se dedicó durante varios años a ejercer su profesión de Técnico en Odontología, lo que la motivaba especialmente desde que logró ingresar al sistema público de salud. Un giro en su vida la llevó a dejar esta labor y abocarse al cuidado de su pequeño hijo Máximo, con quien vive en Cartagena junto a su pareja Simón Drey, quien la apoya en el emprendimiento de venta de ropa reciclada (@MaxSchopp) que comenzó hace dos años y que ya la tiene proyectando nuevas metas para el 2023.
-¿Cómo fue ejercer tu profesión en el sistema público?
-Me fui a los 17 años a estudiar a Santiago. Ejercí mi profesión en varias clínicas dentales particulares, pero tenía el bichito por trabajar en la salud pública porque siento una gran vocación por esa área. Me gustaba mucho trabajar con adultos mayores en programas de prótesis, en ortodoncia también me llenaba porque tiene otro sentido. Era mal pagado, pero me sentía gratificada al trabajar con adultos mayores. Muchos estaban solitos y sentía que de repente con la buena onda, con preguntarles por su día, se alegraban. Después terminaban llevándome chocolates o queque, me querían mucho los abuelitos.
-¿Hay mucha gente que se posterga con su salud bucal por lo que viste cuando ejercías?
-Muchas mujeres llegaban y nos decían 'le puse frenillos a mi hijo y a mi hija le hice un tratamiento o cirugía', y ellas tenían muchos problemas dentales, pero se postergaban por sus hijos. Ahora considero que hay más herramientas, como programas donde van asistentes dentales y odontólogos a visitar los colegios y educan en salud dental, lo que es muy importante, porque finalmente son los hábitos los que sirven para prevenir.
-¿Crees que en el servicio público ha aumentado el acceso a atención odontológica en los últimos años?
-La odontología es muy cara y Fonasa cubre muy poco. En el hospital había programas de endodoncia, ortodoncia, periodoncia e implantología, pero las listas de espera eran de hasta tres años, dependiendo de la especialidad, pero es una falencia del país y ocurre por la falta de profesionales que quieren desempeñarse en el área pública.
-¿Por qué dejaste de trabajar en tu área profesional?
-Trabajé en la Clínica San Antonio, estuve muy bien ahí, tuve muy buenos compañeros y recuerdos, pero mi interés principal era trabajar en la salud pública, que era lo que me encantaba. Por ahí, me contactaron para trabajar en el hospital para hacer un reemplazo de una práctica laboral de una compañera. Mi contrato tenía una duración de seis meses, hasta ahí todo bien, hasta que yo quedé embarazada dentro de ese periodo de reemplazo, entonces ahí las cosas se complicaron. Me terminaron desaforando, con una indemnización. Me pagaron el postnatal, que son seis meses.
Emprender en familia
-¿En qué momento piensas en emprender?
-Cuando mi hijo tenía cuatro meses, dije algo tengo que hacer desde la casa. Partí vendiendo un poco de mi ropa y después empecé a importar, siempre ropa reciclada, también alguna nueva y no me di cuenta cuando ya habían pasado seis meses y luego un año. El tiempo se me pasó volando y el emprendimiento ha crecido con mi hijo y no ha sido fácil, porque ahora es un niño más grande y me cuesta hacer las cosas con él, pero siempre he tenido mucho apoyo.
-¿Te respaldó tu familia en esta decisión de emprender?
-Todos porque gracias a Dios tengo una familia muy unida. Mi abuela que está cerca mío ha sido mi motor, me ayuda hasta a planchar y a entregar paquetes. También mi mamá y mi suegra me apoyan, tengo gente muy bonita ayudándome y potenciando mi emprendimiento. Además, me saco el sombrero con mi pareja, que es el modelo de la página (MaxSchopp), hace el delivery, entrega y a veces tiene que hacer dormir al niño porque me quedo hasta tarde empaquetando. Es un emprendimiento familiar y un trabajo en equipo, porque sola cuesta mucho, sin red de apoyo, sería demasiado difícil.
-¿Cuánto tiempo llevas con la tienda y estás conforme con los resultados?
-Partí el emprendimiento el 14 de abril de 2020, mi hijo tenía 4 meses y fue mi impulso mayormente, ya que estábamos en pandemia. Yo estaba sin trabajo y no quería salir a buscar por el riesgo de contagio para mi familia. Mi sueño de ser mamá siempre fue cuidar yo misma a mi hijo, no pasárselo a nadie para que lo criara y que tuviera mi estilo de crianza.
Confiesa que emprender no ha sido fácil, pero admite que el balance es satisfactorio. "Ha implicado mucho trabajo y paciencia, porque cuando uno parte para ningún emprendedor las ventas de inmediato son buenas. Uno parte de abajo y va dándose a conocer por el boca a boca, los conocidos y los clientes", afirma.
-Muchas mujeres han creado emprendimientos durante la pandemia para mantener a sus familias.
-Sí, he conocido a muchas emprendedoras power que me han motivado y a mujeres que están en la misma onda mía, que son mamás, que les ha tocado duro y eso ha sido un gran impulso para seguir. Lo que me causa mucha felicidad, aunque a veces es agotador, es poder estar con mi hijo, criarlo a mi manera y en mi casa que es lo mejor. Eso es impagable.
-¿Qué esperas lograr con tu tienda online?
-Me gustaría tener una tienda física fuera de mi casa y donde pueda ir gente a toda hora, pero aún está la pandemia y con un hijo chiquitito no es conveniente todavía. El próximo año cuando vaya al jardín podría ser, porque ahora no puedo recibir gente todo el día en mi casa, porque hay que hacer cosas, cocinar, estar pendiente de mi hijo. Ahora estoy muy agradecida, no me puedo quejar. En verano es más lenta la venta, pero en el año es full, así es que estoy enfocada en eso, en conseguir ropita linda para traerle a mis clientes y amigos. La tienda física sería para el próximo año, voy a tener que trabajar mucho para lograrlo.
-¿Descartas volver a ejercer el área de la odontología?
-No puedo negarme porque no sé si este negocio va a ser para siempre. Eso es una incertidumbre, pero no cierro las puertas porque la odontología es algo que me apasiona, pero es muy mal pagada y demandante en cuanto a tiempo. Mis turnos eran súper largos, los fines de semana los dejaba para descansar, porque no era capaz de ir a una fiesta, ya que terminaba agotada. Ahora, en lo que estoy, me siento feliz.
"Me fui a los 17 años a estudiar a Santiago, ejercí mi profesión en varias clínicas dentales particulares, pero tenía el bichito por trabajar en la salud pública porque siento una gran vocación por esa área",
Patricia Jorquera
"Cuando mi hijo tenía cuatro meses, dije algo tengo que hacer desde la casa. Partí vendiendo un poco de mi ropa y después empecé a importar",
Patricia Jorquera
"Es un emprendimiento familiar y un trabajo en equipo, porque sola cuesta mucho, sin red de apoyo, sería demasiado difícil".