El actor que se la juega para acercar a los niños al teatro
El sanantonino Jorge Cid cuenta cómo enfocó su carrera para promover el arte y la cultura en los estudiantes de la comuna puerto.
Jorge Cid Gutiérrez (49) recuerda que era un niño cuando fue invitado a participar en una obra de teatro. Confiesa que disfrutó tanto esa experiencia que no dudó en que la actuación era su vocación y sería a lo que se iba a dedicar cuando fuera adulto. Algo que en esos años no era bien visto por los padres, ya que lo consideraban como algo inestable laboralmente, sin embargo, logró convencerlos de que eso era lo suyo.
Con los años se dedicó a enseñar técnicas teatrales y descubrir el talento de los estudiantes de la escuela Padre André Coindre del cerro Bellavista, una experiencia que lo llena de orgullo por los resultados obtenidos, ya que además de compartir sus conocimientos, asegura que pudo inculcarles el amor por el arte y la cultura y, al mismo tiempo, fortalecer la confianza en ellos mismos.
-¿Cómo fue descubrir el mundo del teatro cuando eras niños?
-Encontré un mundo maravilloso al poder interpretar un personaje, poder compartir con otras personas. Posteriormente, en enseñanza media, justo en el periodo de transición a la democracia, se desarrolla desde el Congreso un concurso que se llamaba "Congreso Nacional, pilar de la democracia", en el que participé escribiendo una obra de teatro, y obtuve el primer lugar. En ese momento estudiaba en el Instituto Ercilla de San Antonio.
-¿Ese premio reafirmó tu vocación por dedicarte al teatro?
-Sí, además en Villa Las Dunas, donde yo vivía en ese tiempo, se formó un grupo de teatro encabezado por el recordado Manuel Herrera Andaur, Manuel Pérez y Luis Peñailillo, quienes invitaron a todos los jóvenes de la población a montar Jesucristo Superestrella. Desde ahí, surge mi paso a Santiago a estudiar la carrera de teatro en el Instituto Superior de Arte y Cultura "Bertolt Brecht". Después hice diferentes especializaciones, talleres, capacitaciones en el área dramática, lo que me permitió ir congregando a jóvenes y grupos, y desarrollar la carrera profesional de teatro en la comuna y provincia de San Antonio.
-¿Cómo reaccionó tu familia con tu decisión de ser actor?
-En los años 90 estudiar teatro era bastante complejo. No había un mayor apoyo porque los padres siempre quieren que estudies una carrera que te permita tener un sueldo más estable, tener garantías, seguros e imposiciones, en cambio el artista generalmente desarrolla trabajos esporádicos, que no tienen una continuidad en el tiempo. En ese sentido mi familia, como a todo joven de aquella época, me lo cuestionó. Fue muy difícil, pero al final me apoyaron y gracias a eso puede irme a estudiar a Santiago.
-¿Cómo parte tu carrera profesional?
-Cuando terminé mis estudios, empecé a trabajar en el departamento de Cultura del municipio, que dirigía don Rafael Allendes, quien me propone pagarme un honorario para que todo lo que había aprendido en Santiago se lo enseñara los fines de semana a jóvenes de San Antonio. Desde esa primera mirada, mi foco fue que todos los jóvenes tienen capacidades increíbles, lo que necesitan son las herramientas para poder desarrollarlas.
-¿Qué te decían las personas cuando preparabas las obras en San Antonio?
-En el año 93 en Santiago se estaba presentando en el Teatro Itinerante "La Remolienda", obras de carácter nacional que yo empecé a trabajar en San Antonio y las primeras respuestas que empecé a tener fueron: ¿no estás pensando muy alto?, ¿no crees que preparar una obra de esas características es un desafío muy grande? Entonces mi respuesta siempre fue que estaban equivocados porque no tiene que ver con que sean o no actores profesionales, a los jóvenes hay que entregarles la información y guiarlos para que aprendan (…) En ese sentido logramos hacer obras de muy buen nivel.
-Es un gran avance que obras importantes puedan estar al acceso de toda la comunidad...
-En un momento formé una compañía de teatro con la que llevamos obras importantes a los colegios, como un aporte al fomento del teatro y la cultura, como "Bodas de sangre", de Federico García Lorca, y también desarrollamos "El enfermo imaginario", donde utilizamos técnicas de la comedia del arte. También logramos presentar esas dos grandes obras en el Mall Arauco San Antonio, con dos funciones de gala, lo que nos llena de orgullo.
Teatro en la escuela
Una etapa que recuerda con especial alegría este actor sanantonino que hace dos años se radicó en El Quisco es la que vivió junto a los estudiantes de la escuela Padre André Coindre, que disfrutaban con el taller de teatro, llegando a actuar ante toda la comunidad escolar y los vecinos del sector de Bellavista.
-¿Cómo fue enseñarles teatro a los niños de la escuela Padre André Coindre?
-Trabajamos en primera instancia con alumnos de primero a octavo básico, congregando a 400 niños en el Festival de Teatro. Entonces la gran cantidad de niños que pudo presentar sus obras ante sus familias fue una gran experiencia que marca la vida de los niños en un aprendizaje significativo. Toda la comunidad educativa quedó feliz al ver cómo el colegio empezaba a vivir la cultura desde otra mirada enfocada en los niños, desde ellos a los demás, donde ellos fueron los protagonistas.
-¿Cómo fue para los niños actuar frente a todo el colegio?
-Escuchar música, ver los colores o leer un libro enriquecen en todas sus formas y eso es lo que intenté hacer en la escuela Padre André Coindre, logrando como primer trabajo montar una obra de la década del '70, con música de esos tiempos para la generación 2016, año en que partí en la escuela. La obra fue "Jesucristo Superestrella", donde contamos con un escenario inmenso. Cuando vieron el escenario, los niños no lo podían creer y cada vez que subían la escalera, desde arriba del escenario podían percibir que había otro mundo, otra mirada y que son capaces, sólo necesitaban la oportunidad y el espacio para lo que pudiesen desarrollar.
-¿A qué estás dedicado actualmente?
-Sigo en la línea del teatro que es mi pasión y me encuentro estudiando Licenciatura en Educación, para complementar estas dos áreas, la educación general básica con el teatro, para desde ahí formar una herramienta más poderosa y poder llegar con un mensaje y aportar al sistema de educación con el tema de abrir los espacios y que el taller de teatro no sea sólo para algunos, sino que los integre a todos estudiantes.
Paralelamente, Jorge Cid está trabajando como coordinador del programa "Saberes" en la comuna de El Quisco. "El alcalde (José Jofré) me dio la misión de ser el coordinador de este programa socioeducativo que busca dar cabida a todos los niños de primero a octavo básico, acompañarlos en sus procesos de aprendizaje con exámenes libres para que de esta manera también tengan acceso a la educación y derecho a compartir sobre todo después de haber estado dos años aislados. Este programa está pronto a iniciar su trabajo práctico en cinco unidades vecinales. Su base es acompañar, orientar y facilitar los contenidos a los niños y eso enlazarlo con actividades recreativas, culturales, de ecología y humanismo.
"En los años 90 estudiar teatro era bastante complejo. No había un mayor apoyo porque los padres siempre quieren que estudies una carrera que te permita tener un sueldo más estable".
"Desde esa primera mirada, mi foco fue que todos los jóvenes tienen capacidades increíbles, lo que necesitan son las herramientas para poder desarrollarlas",
Jorge Cid