Sepa cómo está la cancha del nuevo estadio y por qué habrá que resembrarla
Según un ingeniero que trabajó en la construcción del recinto deportivo, el pasto sufrió serios daños producto de la falta de riego y su reposición costaría actualmente unos 80 millones de pesos.
Bajo el cielo nublado de la segunda semana de abril un porfiado aspersor desparrama agua sobre un manchón de pasto seco a los pies de la tribuna sur del estadio Municipal Olegario Henríquez de San Antonio y ese es el único ruido que es posible percibir desde la avenida Barros Luco al mirar el nuevo coliseo totalmente vacío.
Sobre este deterioro, en los últimos días se ha dicho, de parte de funcionarios municipales, que la cancha del estadio de San Antonio hay que prácticamente reconstruirla por completo para que pueda quedar nuevamente en condiciones de ser usada para el fútbol profesional.
Tal aseveración no es ciento por ciento precisa, ya que, según pudo comprobar Diario El Líder con uno de los ingenieros que trabajó en la construcción del estadio, y por lo tanto de la cancha que tanta preocupación ha causado, bastaría con hacer las reparaciones y mantenciones del sistema de infiltración, riego y pasto, con una inversión que a la fecha bordearía los 80 millones de pesos a precio de mercado.
Hay que recordar que todo el sistema de riego, infiltración de agua, bombas, aspersores y equipos para la absorción del agua tuvieron un costo estimado de 250 millones de pesos, es decir, ese es el valor total de la cancha de pasto del estadio municipal de San Antonio.
El profesional consultado reveló que el césped de la cancha del estadio fue sembrado en mayo de 2019 y para diciembre de ese año el pasto y toda la cancha se encontraban en perfecto estado de mantención y lista para su uso; tal como estuvo durante todo el año 2020, 2021 y hasta enero de 2022.
¿Qué pasó?
Según otro ingeniero con más de 30 años de experiencia en este tipo de obras y que además estuvo vinculado al proyecto de reposición del estadio municipal de San Antonio, que fue contactado por diario El Líder para resolver estas dudas, "todo lo que se ve actualmente como deterioro de la cancha tiene que ver con abandono, falta de mantención y desconocimiento sobre el funcionamiento de los equipos".
Este ingeniero en construcción explicó que "el césped de la cancha es pasto natural que tiene una combinación de distintas siembras. La cancha en sí tiene un sistema de drenaje que está soterrado y canalizaciones del agua que van hacia un drenaje; es decir la cancha tiene un sistema de infiltración que impide que se inunde y ese tipo de infiltración no tiene nada que ver con el tipo de siembra que tiene la superficie; así que quien diga que hay que levantar todo no sabe lo que está diciendo porque los sistemas de infiltración tienen que ver con la capacidad de absorción".
La polémica
El 26 de enero pasado el Ministerio de Obras Públicas (MOP) invitó a la Municipalidad de San Antonio para la entrega de las llaves y documentación del nuevo estadio, sin embargo, a la cita no llegó la alcaldesa Constanza Lizana ni tampoco algún representante de la alcaldía para recibirlas.
Una semana más tarde, el 2 de febrero, la Municipalidad, a través de un oficio entregado en las dependencias del MOP en Valparaíso, procedió a devolver toda la documentación y las llaves del recinto, hasta que a principios de marzo -ante la presión ciudadana- el municipio se retractó y fue por las llaves para hacerse cargo de la mantención del estadio.
Pero ya era demasiado tarde porque, de acuerdo con el ingeniero consultado por El Líder, "durante más de dos años la cancha estuvo en perfecto estado de mantención. Una adecuada mantención requiere la manipulación de un operador especializado, pero además hay que hacer fumigaciones, aplicar fertilizantes, hacer retiro manual de otras especies, porque esto no tiene que ver solamente con el agua, ya que el sistema de riego necesita una mantención".
De hecho, la más reciente mantención del moderno sistema de riego de la cancha debía hacerse a fines de enero pasado, justo cuando el estadio quedó abandonado porque la municipalidad no recibió las llaves.
-¿Qué opina de ese argumento que dice que hay que sembrar todo el pasto nuevamente?
-Eso delata solamente la tremenda ignorancia de las personas que emiten ese tipo de juicios. Hay ignorancia cuando se dice que el sistema de riego no funcionaba, porque se pasa por alto que funcionó perfectamente bien durante dos años y medio".
Pero no es todo, ya que según el ingeniero el estado de la cancha es solamente el daño visible en la infraestructura del estadio, ya que todas las instalaciones requieren una mantención que no se ha hecho, donde incluso el desuso por abandono genera un deterioro de equipos, materiales e instalaciones.
Y lo peor es que a esta fecha no se sabe cuándo la obra será recibida para que finalmente pueda ser usada por los deportistas y la comunidad. En el intertanto la obra, igual que la cancha, se sigue marchitando.
"Todo lo que se ve actualmente como deterioro de la cancha tiene que ver con abandono, falta de mantención y desconocimiento sobre el funcionamiento de los equipos".
250 millones de pesos es el costo aproximado de la construcción de una cancha de fútbol como la del estadio.