Infarto fulminante acabó con la vida de portuario de Muellaje del Maipo
A los 49 años falleció Mitchel Robledo Berríos, quien hace cuatro meses se sometió a una intervención quirúrgica para bajar de peso.
Los compañeros de trabajo de Mitchel Robledo (49), con los que compartió por varios años, conversaban la mañana de ayer a un costado de la sede Las Hortensias en Santo Domingo donde está siendo velado. Buscaban una explicación a la abrupta partida, por un infarto fulminante, del portuario que se desempeñó durante 15 años como movilizador de Muellaje del Maipo.
Sus cercanos y colegas coinciden al definirlo como una persona alegre, divertido, con sentido del humor y muy amigo de sus amigos. Por cerca de 30 años Robledo trabajó en el puerto de San Antonio y compartió sus conocimientos con los jóvenes que ingresaron al terminal. Varios de ellos terminaron convirtiéndose en amigos de Mitchel.
Uno de ellos fue Ricardo Riquelme, quien reconoció estar impactado por el fallecimiento de su amigo y compañero de trabajo durante más de dos décadas. "Fue un buen compañero, súper buen amigo, amable, uno lo invitaba y siempre acompañaba. Siempre estaba en contacto, todavía no podemos creer lo que pasó. El miércoles pasado lo llamé y estuvimos conversando. Había ido a hacerse un chequeo médico y salió todo bien, por eso quedamos todos impactados con su partida, nadie lo cree todavía", sostuvo con evidente tristeza.
A la vez, recordó el apoyo que le brindó Mitchel Robledo en sus inicios en el trabajo portuario. "Fue dirigente, movilizador, monitor y a veces salía de capataz. Me enseñó harto del puerto porque cuando ingresé no sabía nada. Me enseñó a trabajar y la parte sindical. Siempre fue unido con las personas, nunca discriminó a alguien y le gustaba hacer bromas, era muy simpático y divertido".
Familia portuaria
Manuel Fernández también llegó a acompañar a la familia de su amigo en este difícil momento. "Llevo 18 años en el puerto y él ya estaba, venía de Litoral, Cosen, su papá también fue portuario y su tío, es de familia portuaria. Ahora se había pensionado hace poco, un año, para seguir su vida tranquila afuera del sector, pero seguíamos en contacto porque esta familia no se acaba, los portuarios no nos dejamos de comunicar. Esto fue algo impensado para nosotros, no alcanzó a disfrutar nada".
Además, Fernández destacó un gesto solidario que tuvo el padre de Mitchel con él cuando partía en el puerto. "Vivo a 15 kilómetros de San Antonio y cuando empecé a trabajar no tenía vehículo, entonces para llegar a trabajar me quedaba en la casa del papá de Mitchel, como él ya se había casado me prestaron su pieza. Ellos me tendieron la mano, por eso yo los quiero, era como un hermano, como un familiar", confesó.
Al mismo tiempo reflexionó sobre el tiempo que comparten dentro del recinto portuario en cada jornada. "A veces la gente cuando hacemos paros dice qué están pidiendo, pero es sacrificado el trabajo portuario, por eso somos una hermandad, porque pasamos más adentro con los compañeros de trabajo que con nuestra familia. Nos perdemos cumpleaños, aniversarios de matrimonio, licenciaturas, muchas cosas. Por eso es dolorosa la pérdida de nuestro compañero, los momentos de rabia en que no podemos estar con nuestra familia, la pasamos con ellos".
Mirna Oyarce, amiga de la infancia de Mitchel, contó que nunca perdieron el contacto. "Era un verdadero amigo, de esos de corazón. Siempre escuchaba, aconsejaba, era una persona muy linda. Nosotros disfrutamos toda nuestra niñez, nos criamos juntos y ahora me fui de San Antonio y aun así la amistad siguió porque él nos visitaba en Concepción. Estuvo la última semana de febrero en mi casa disfrutando con un grupo de amigos. Cuando supimos quedamos helados porque estas cosas repentinas duelen mucho más", sostuvo con nostalgia.
Operación
Luzmira Vera, cuñada de Mitchel Robledo está al igual que toda la familia y sus amigos muy afectada por su pérdida. No puede explicarse cómo pudo pasar algo tan repentino, sin embargo, comenta que desde que este hombre alegre, "el alma de la fiesta" se sometió a una operación para bajar de peso, su energía empezó a decaer.
"Se operó el 21 de diciembre y no alcanzó a estar ni cuatro meses. Él vio a un amigo suyo que se operó y que quedó muy bien, pero no todos tenemos el mismo organismo. Él tenía una chispa increíble y a la semana siguiente a la operación empezó a decaer, ya no tenía esa sonrisa y sentía mucho frío. Había bajado más de 40 kilos, por el frío se acostaba temprano", acota preguntando al borde de las lágrimas "¿para qué se operó?".
Finalmente, aclaró cómo fue el lamentable deceso del esposo de su hermana. "Murió de un infarto fulminante. Su hijo pasó a pedirle agua y él le dijo que le dolía el brazo y el pecho. Lo notó muy blanco y se lo llevó altiro al hospital, pero ya no había nada más qué hacer".
El funeral se realizará hoy a las 16.30 horas en el cementerio Parque El Mirador de Bellavista.
"Me enseñó harto del puerto porque cuando ingresé no sabía nada. Me enseñó a trabajar y la parte sindical",
Ricardo Riquelme.