La casa del poeta Pablo Neruda en Isla Negra corre peligro y podría cerrar
El cese del funcionamiento durante la pandemia afectó los ingresos de la fundación a cargo de las residencias del Premio Nobel.
La Fundación Neruda, que administra el legado del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, podría escribir sus versos más tristes después dos años de pandemia.
Antes de la emergencia sanitaria, la residencia del vate en Isla Negra, en conjunto con su vivienda de Valparaíso y de Santiago, recibía 350 mil visitantes al año. Sin embargo, las restricciones del covid-19 obligaron a cerrar sus puertas y cuando pudieron reabrir solo lo hicieron con aforos reducidos.
No hay plata
Actualmente, entre las tres casas reciben solo un 15 por ciento de las personas que iban antes de la llegada del coronavirus.
"Estamos en una situación muy compleja", sostuvo el presidente de la Fundación, Fernando Sáez, en un encuentro con periodistas de medios extranjeros.
Detalló que durante el cierre de las casas, se redujo el salario del personal a la mitad y se lograron mantener las labores de limpieza y seguridad. Pero hoy las cuentas no dan para seguir con el normal funcionamiento de los inmuebles.
"No quiero pensar en el hecho de que se cierren las casas de Neruda", manifestó Sáez, apesadumbrado por la falta de recursos.
Antes de la emergencia sanitaria, solo por el pago de las entradas a las tres casas, la Fundación recibía hasta $250 millones mensuales y otros $160 millones por concepto de derechos de autor del poeta, ganador del premio Nobel de Literatura en 1971.
Saéz dijo que golpearon las puertas de gobierno anterior y de varias empresas para obtener financiamiento, pero no tuvieron éxito.
Isla Negra, donde hoy descansan sus restos, permanece tal como la habitó y dejó Neruda antes de su muerte.
Fue diseñada y adornada especialmente por su dueño, que armó un mundo propio cargado de fantasías. Tiene al mar como protagonista, con decoraciones que se asemejan a un barco, y albergan sus innumerables colecciones, que van desde botellas y caracolas hasta originales "calienta-pies" y mascarones de proa, acumulados en sus múltiples viajes por distintos países.
Muerte
Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, a los pocos días del golpe de Estado que derrocó a su gran amigo, el socialista Salvador Allende.
Las causas de su muerte fueron atribuidas originalmente al agravamiento de un cáncer de próstata, pero son investigadas por la justicia tras una denuncia de que pudo ser envenenado.
Dentro de esas indagaciones, el juez Mario Carroza confirmó que se había descartado la muerte natural y que se había hallado una toxina en el cuerpo del poeta.
Luego de ser exhumado para realizar las pericias correspondientes, sus restos descansan desde el 26 de abril del 2016 en Isla Negra.
Hoy la fundación tiene sus esperanzas puestas en el Presidente Gabriel Boric.
Fernando Sáez aseguró tener conversaciones con la Subsecretaría del Patrimonio Cultural. Además, espera reunirse con la ministra de Cultura, Julieta Brodsky.
Legado polémico
En tanto, Sáez también apuntó a "tres campañas muy fuertes contra Neruda" por tres hechos: la violación que el poeta confesó en su libro póstumo, el abandono de su hija con hidrocefalia y la revisión de algunos poemas.
Desde 2018 la imagen del escritor se vio dañada al "descubrirse" el relato de la violación a una mujer cuando era cónsul en Ceylán (hoy Sri Lanka) incluido en Confieso que he vivido, y que causó indignación, en especial entre agrupaciones feministas -que lo rebautizaron como "Confieso que he violado".
Sobre esto último, el vicepresidente de la fundación, Enrique Inda, dijo que "últimamente en el movimiento Me Too hubo una cierta concentración con la vida privada de Neruda. No es medible (el efecto), pero suma" en la baja de los ingresos.
"Estamos en una situación muy compleja (...). No quiero pensar en el hecho de que se cierren las casas de Neruda",
Fernando Sáez,, Fundación Neruda.
350 mil asistentes tenían las residencias antes de la pandemia, pero esa cifra bajó fuertemente.