Juan Olivares Meza
La tripulación del bote artesanal Karen I se encontró con los restos de lo que aparentemente sería el robot marino cuya piola se cortó frente a las costas de San Antonio el lunes 18 de julio de 2016, mientras participaba de un operativo liderado por la Armada de Chile, junto a pescadores de la zona, para ubicar los restos del naufragio del bote jibiero Juan II, desaparecido el 2 de julio de ese año en faenas de pesca.
En ese naufragio desaparecieron los pescadores Juan Ambrosetti Adasme (64), Juan Ambrosetti Santander (18), Carlos Ibarra Berríos (60) y Nelson Romero Guzmán (21), cuya embarcación zozobró mientras regresaba de la captura de jibia, aquel fatídico 2 de julio de 2016.
El moderno robot, propiedad de la empresa Skyring Marin, se perdió en el fondo del mar a unas nueve millas (unos 14 kilómetros) de las costas de Cartagena, tras cortarse un cable de acero que lo sostenía en su trabajo de búsqueda submarina.
Hallazgo
Durante las primeras horas de ayer el bote Karen I, que había zarpado a las 4.30 horas, se encontraba en una zona de pesca a unos 10 kilómetros frente a las costas de San Antonio cuando sus redes se enredaron, lo que alertó a la tripulación compuesta por los pescadores sanantoninos Jorge Guerra, Juan Ibarra, Luis Saldaño, y Guillermo Soto Farías.
En conversación con Diario El Líder, el experimentado pescador local Juan Ibarra Romero relató que "llegamos al mismo lugar de pesca, a 5,7 millas al weste de San Antonio, donde habíamos estado trabajando hace tres días y calamos la red (operación de ubicar la red en el agua) para esperar en la mañana para poder levantarla. En eso cuando estábamos levantando la red, quedamos trabados, así que rajamos como cuatro o cinco paños porque esa tela es delgadita, y como no podíamos levantar la red, pensamos que estábamos trabados en el fondo".
En esos momentos, contó el pescador, empezaron a recoger la red con mucho cuidado "y de repente apareció esa cajita arriba, con todo el resto de la red enrollada y ya cuando la subimos uno de los tripulantes dijo que ese era el robot que se había perdido la otra vez. Así que lo trajimos y al llegar le avisamos a Cristian Miranda que dio aviso altiro a la Gobernación Marítima".
Ibarra detalló que el robot "tiene un cable largo, como una piola de acero que está cortado, es como un estanque de 40 por 60 (centímetros) y tiene como un motor debajo, pero como se enredó en la red, la hélice que le da propulsión se desprendió del lugar, pero también se la pasamos a los marinos. Es como el armazón de un estanque con un motor abajo".
Daños
El pescador lamentó que producto de que este artefacto se enredó en sus artes de pesca "se nos rompieron como cuatro o cinco paños porque al momento de tratar de sacar la red, pensando que estábamos trabados abajo, se venía rajando. O sea, reparar cada paño son como 35 mil pesos". A eso se suman las pérdidas por el día de trabajo, ya que volvieron a tierra con apenas 60 kilos de merluza, que solo alcanzan para pagar la bencina.
El robot quedó bajo custodia de la Armada.
2 de julio de 2016 ocurrió el naufragio del bote jibiero Juan II.