Así funcionará la nueva ley que resguarda la integridad de los niños víctimas de delitos sexuales durante el proceso judicial
La "Ley de entrevistas videograbadas" entrará en vigencia en la región de Valparaíso en octubre próximo. En conversación con El Líder, el juez Leonardo Aravena explicó en qué consiste esta iniciativa.
La semana pasada la Fiscalía Regional de Valparaíso dio a conocer, a través de un informe trimestral de ilícitos de mayor connotación social, que los delitos sexuales presentaron un aumento de un 33,3% hasta fines de mayo de 2022, en comparación con el mismo período del año anterior. La estadística es preocupante y demuestra la necesidad de contar con herramientas adecuadas para resguardar la integridad y la dignidad de los niños, niñas y adolescentes que son víctimas de este tipo de agresiones.
Aquí cobra especial relevancia la entrada en vigencia, a partir de octubre de este año, de la ley 21.057, también llamada "ley de entrevistas videograbadas", que regula las entrevistas grabadas en video y otras medidas de resguardo a menores de edad víctimas de delitos sexuales. Una ley que se creó con el fin de prevenir la victimización secundaria que afecta a niños, niñas y adolescentes víctimas de delitos graves, durante su tránsito por el proceso penal.
La victimización secundaria son todas aquellas consecuencias negativas que puedan sufrir los niños, niñas y adolescentes con ocasión de su interacción, en calidad de víctimas, con las personas e instituciones que intervienen en las etapas de denuncia, investigación y juzgamiento de estos delitos.
De esta forma, y con el fin de evitar que se siga interrogando a la víctima una y otra vez, por personas distintas, sin formación al respecto, en distintas instancias, lugares y de manera inadecuada, con las consiguientes repercusiones en su integridad física y síquica, y la sensación de ser cuestionados, culpables, se diseña este nuevo sistema.
Otras reglas
El magistrado Leonardo Aravena Reyes, uno de los jueces de la región que cumplió con el proceso de acreditación como mediador para el nuevo sistema, explicó que "la ley 21.057 establece una serie de principios rectores de cómo se debe desarrollar el trabajo investigativo y judicial con los niños, niñas y adolescentes; lo que implica que en cada momento que tengan que aplicarse sus reglas y las del Código Procesal Penal, los jueces y los demás intervinientes respecto de estos casos tengan que respetar esos principios".
"En segundo lugar la ley se plantea en tres momentos o etapas respecto de la intervención de los niños, niñas y adolescentes en el proceso: la etapa de la denuncia, la etapa de la investigación y la etapa del juicio. Y respecto de estas tres etapas, donde ya se encuentra claro y diagnosticado que las víctimas de delitos en contra de su integridad sexual participan, se establecen estas reglas para que se resguarden todos sus derechos fundamentales, de una forma que no implique una victimización secundaria; es decir, que vuelvan a repetir o reproducir el hecho por el cual han sido víctimas y de una forma en la que también estén protegidos del ambiente en el que están interactuando, que para ellos puede ser ajeno o bien hostil, como por ejemplo un tribunal lleno de abogados", planteó el juez Leonardo Aravena.
Resguardo
El juez Aravena remarcó que "uno de los principios fundamentales es que el niño no vuelva a revivir o repetir una experiencia que para él o ella ha resultado traumática. Antes de la dictación de esta ley los niños, niñas y adolescentes eran impulsados a revivir el hecho traumático de tipo sexual que les había afectado. Primero tenían que presentar una denuncia, en ese momento eran interrogados por el policía que tomaba la denuncia, de ahí se les deriva a un centro médico donde nuevamente son interrogados por la persona que toma el examen. Posteriormente eran entrevistados nuevamente por el fiscal para saber qué había pasado, la propia fiscalía emitía una orden de investigar y nuevamente eran interrogados por la policía y finalmente son presentados a juicio donde tenían que revivir una vez más el episodio traumático vivido, contarlo, y además quedando sometidos al escrutinio de las partes sobre la veracidad de su versión".
No revictimizar
"A esta etapa ya son seis o siete declaraciones, (de la víctima) siendo sometidos a un interrogatorio de adulto, sin velar por la singularidad de cada niño, que tienen una historia diferente, una madurez distinta. Y en todo este tiempo los niños, niñas y adolescentes pueden caer en imprecisiones porque incluso los adultos no somos capaces de contar una misma historia varias veces de la misma manera; entonces todo esto atenta contra la integridad del niño o niña y lo revictimiza, que es todo lo contrario de lo que debiera resguardar el sistema, que es que la persona no siga sufriendo, que no siga sintiéndose víctima", aclaró el magistrado.
-Usted es uno de los jueces que está capacitado para ser entrevistador con esta nueva ley. ¿Cuánto va a cambiar el proceso judicial que involucre la vulneración de derechos a niños, niñas y adolescentes?
-La idea respecto de los intermediarios es que sea a través de ellos la vía en virtud de la cual se va a realizar el interrogatorio del niño, niña, adolescente, y este interrogatorio tiene distintos ámbitos de resguardo, como el ámbito físico y es que el niño está en una sala especialmente adecuada, conectada a través de video, donde el niño no ve a las personas que están en la sala y es un lugar donde hay un ambiente que no es el ambiente de tribunales. Todo ese ambiente es coactivo para los niños, a lo menos es impresionante, los inhibe y los afecta, por eso se ha dispuesto la creación de estas salas donde los niños recibirán las preguntas siempre a través del intermediario de una forma que se adecúe a la condición del niño, niña o adolescente".
Agregó que "desde una perspectiva personal es sacarse el rol de juez y asumir un rol de intermediario, una persona que sea accesible, que hable en un lenguaje claro, que interactúe con el niño, niña o adolescente de acuerdo a sus intereses. Se trata de romper el hielo, no se llama así en el protocolo, pero la idea es generar un ambiente para que el niño pueda entrar en confianza, sin tecnicismos jurídicos, se trata de dar un ambiente de confianza y naturalidad, incluso en la forma de vestir. En definitiva, hay que hacer todo lo que sea necesario para proteger la dignidad del niño, niña o adolescente, en una instancia que es muy difícil para la víctima porque de alguna forma va a tener que recrear lo que vivió y por eso en lo personal es muy grato trabajar de esta forma porque implica desprenderse del rol de juez y trabajar con el niño siempre con miras al resguardo de su dignidad y de sus derechos fundamentales".
Para finalizar, el juez Leonardo Aravena Reyes destacó que "los principios de esta ley irradian a todo el sistema, es una ley que está principalmente dirigida al resguardo de niños, niñas y adolescentes que han sufrido atentados sexuales y también a los niños que tienen la calidad de testigos, que también requieren de los resguardos que establece esta ley especialmente para proteger su dignidad".
La Región de Valparaíso contará con 21 salas especiales en total; de ellas, 13 pertenecen al Poder Judicial y ocho a la Fiscalía Regional.
"Uno de los principios fundamentales es que el niño no vuelva a revivir o repetir una experiencia que para él o ella ha resultado traumática",
Leonardo Aravena,, magistrado