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Una jauría de perros asilvestrados mató más de cien gallinas en parcela

El ataque a las aves causó una pérdida económica que bordea el millón y medio de pesos, mientras que el propietario, un amante de los animales de campo, busca reponerse de la matanza.
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Juan Meza Olivares

Sergio Rojas Catalán es un hombre de campo, un criador de animales que en su predio campestre del sector alto de Huallilemu, en la comuna de El Quisco, cuida con afán y esmero, junto a su compañera de la vida Margot Cifuentes.

Los últimos días para Sergio Rojas han sido durísimos, ya que los corrales de sus gallinas fueron atacados por una jauría de perros asilvestrados que cavando bajo las mallas burlaron el cerco y asesinaron a 110 aves que eran la totalidad de la crianza de este campesino.

"Estoy muy apenado porque quiero mucho a los animales y tuve la mala suerte que los perros me atacaron por tercera vez. Una jauría me mató 110 gallinas que había criado con mucho esfuerzo, algunas las había comprado, otras me las habían regalado y pasó que los perros se metieron por debajo de la malla y las mataron a todas", dijo muy acongojado a Diario El Líder.

Según el relato de este parcelero, "esta es la tercera vez que ataca esta jauría de perros que hay aquí en el sector, yo también tengo perros, pero los tengo encerrados, no andan sueltos por ahí como esta jauría. Uno no los puede matar porque ellos no tienen la culpa, la culpa es de la gente que abandona estos perritos y que al verse solos en el campo se juntan en una jauría y hacen estas cosas".

"no sentimos nada"

Con mucha pena, contó que "esto pasó el día de la lluvia fuerte (jueves en la madrugada), así que no sentimos nada porque fue una noche de mucha lluvia y viento. En la mañana, como a las seis, me levanto y me encuentro con todas nuestras gallinitas muertas, estaban por todos lados, los perros entraron al gallinero y las mataron. Otras estaban por acá afuera y la verdad que cuando las vi como que me quiso dar un ataque o algo. Fue muy impactante para mí porque yo quiero mucho a los animalitos que tenemos, les compramos su alimento, los cuidamos y de un momento a otro entraron estos perros y las mataron a todas… no quedó ninguna".

Y la pena del hombre de campo se convierte en llanto porque su relación con los animales es estrecha, es de cariño, es de hábitos cotidianos que construyen lazos que conforman finalmente un estilo de vida.

"Son perros bravos que andan en jauría y pueden ser muy peligrosos porque andan como alzados, así que de repente si va pasando por ejemplo una persona con un niño estos perros pueden atacar por puro gusto porque están bravos nomás. Si las gallinas las mataron todas y no se las comieron, es como un daño que hicieron, como si las hubieran matado por puro gusto, las mataron nomás", se lamenta Sergio Rojas, buscando en su relato una explicación al feroz ataque canino.

De noche

El afectado segura que estos perros asilvestrados que arman jaurías "atacan generalmente en la noche porque son habilosos, y por eso seguramente se metieron cuando había harta bulla con el viento y por eso aunque yo tengo perros aquí, no escuchamos nada y no vimos hasta la mañana que se habían metido por debajo de la malla para matar a las gallinas".

Margot Cifuentes, la compañera de Sergio y quien todas las mañanas alimentaba las gallinas, también se veía muy afectada por la matanza de sus aves de corral. De hecho comentó que "cuando abría la puerta todas salían y me rodeaban para que les diera su alimento. Teníamos un gallo blanco muy bonito que le gustaba ir a montarse en los caballos y especialmente en una yegua que hay acá, de hecho el dueño de la yegua llegaba preguntando ¿dónde está mi yerno? cuando no lo veía, y ahora vamos a tener que decirle a su 'yerno' lo mataron estos perros".

Pérdidas

Sobre la cuantía del mal sufrido, Sergio Rojas relató que "esta es una pérdida muy grande porque la gallina más barata me costó 12 mil pesos, había unas collonas que valen como 25 lucas cada una; más la alimentación porque las gallinas en estos tiempos de invierno no ponen (huevos), así que hay que criarlas, alimentarlas y en eso se gastan como 30 mil pesos semanales en puro alimento, así que es una pérdida económica enorme y el dolor que causa esto porque lo económico se recupera".

Así, según los datos aportados por el parcelero, la estimación de la matanza de su gallinero bordea el millón y medio de pesos, pero evidentemente lo económico no es lo que más le duele a este campesino.

Gesto solidario

Junto con indicar que la municipalidad de El Quisco le ofreció ayuda para capturar a los perros causantes del ataque para luego esterilizarlos y darlos en adopción a algún amante de los animales, Sergio Rojas Catalán contó que ayer "unos amigos "acampaos" de por aquí me trajeron dos gallinas y me hicieron llorar, porque son amigos y entienden lo que para uno significan estos animales. Así que ahora de a poco por ahí vamos a ir haciendo un corral bien hechito para tener más gallinas".

"Estoy muy apenado porque quiero mucho a los animales y tuve la mala suerte que los perros me atacaron por tercera vez",

Sergio Rojas

Sergio Rojas con su compañera Margot Cifuentes.
el parcelero muestra el lugar por donde los perros vulneraron el corral.
La matanza de gallinas ocurrió en el sector de El Quisco
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