Santo Domingo tiene la mayor participación electoral y San Antonio es donde menos votan
Desde 2012, con la entrada en vigencia del voto voluntario, en la comuna puerto no se ha superado el 60 por ciento de concurrencia. En 2016 cayó hasta el 30 por ciento. Por otro lado, en Santo Domingo el año pasado llegaron a su máximo histórico, superior al 70 por ciento.
La tensión aumenta cada día que nos acercamos al Plebiscito de Salida del próximo domingo, cuando el país acepte o rechace la nueva Constitución.
Por primera vez desde 2012 el voto será obligatorio.
En las elecciones municipales de ese año se aplicó por primera vez la ley del voto voluntario y la inscripción automática, que provocó que la cantidad de electores disminuyera fuertemente.
Solo en las últimas tres aumentó la participación en la provincia de San Antonio, donde una de sus comunas, Santo Domingo, sobrepasó el 70 por ciento en la segunda vuelta presidencial del año pasado.
Por otro lado, hay dos comunas, San Antonio y Cartagena, donde no todos cumplen con lo que antes se conocía como "el deber cívico".
En 2012 la participación electoral llegó a un 49,45 por ciento del padrón en toda la provincia.
La más alta concurrencia fue en la comuna de El Tabo, donde participó el 63 por ciento de los votantes. Mientras que la más baja fue en San Antonio, donde llegó al 43,1 por ciento.
Luego, en 2013 se vivió la primera elección presidencial bajo esta modalidad. En la primera vuelta participó el 54 por ciento de los habilitados en el Litoral.
En aquel entonces, en Santo Domingo asistió el 66 por ciento de los votantes a las urnas, siendo la tasa más alta de la provincia.
Por otro lado, San Antonio tuvo la más baja con un 51 por ciento.
En el balotaje bajó nuevamente la participación y llegó al 46 por ciento en la provincia.
Y siguió la baja. En las municipales del 2016 la confluencia descendió al 39 por ciento. Santo Domingo fue la comuna más concurrida, pero en San Antonio solo un 30 por ciento de los votantes llegó a los colegios receptores de sufragio.
Fue la segunda comuna con menor cantidad de interesados en ir a las urnas de la Región de Valparaíso. Solo Quilpué tuvo una asistencia tan baja con un 30,49 por ciento versus un 30,86 de San Antonio.
En 2017, cuando hubo elección presidencial y parlamentaria, se revirtió la tendencia y Cartagena fue la con menor convocados a la "fiesta de la democracia" -la ultra trillada frase para referirse a las elecciones- con un 48,5 por ciento de participación. Pero ojo, San Antonio no quedó muy lejos, solo tuvo un 48,7 por ciento.
Otra vez Santo Domingo lideró en ese ámbito.
En 2020, cuando se decidió sobre si se debía redactar una nueva Constitución, la asistencia llegó al 55 por ciento en toda la provincia y San Antonio tuvo un cambio.
Registró un 56 por ciento de concurrencia, misma cifra que El Quisco. Quedó sobre Algarrobo y Cartagena, que fue la más desinteresada. Santo Domingo superó el 60 por ciento.
Al año siguiente, cuando se debió elegir a quienes redactarían la carta magna, alcaldes y concejales, San Antonio volvió a ser la comuna con menos participación, con un 53 por ciento.
Se repitió el fenómeno en Santo Domingo y en toda la provincia la participación llegó al 48 por ciento.
En la primera vuelta presidencial, ese mismo año, Cartagena otra vez tuvo la concurrencia más baja, con un 47 por ciento, San Antonio solo quedó un poco más atrás (49%). Santo Domingo lideró con un 62 por ciento.
La participación fue de un 51 en la provincia y en la segunda vuelta llegó al 61 por ciento.
La comuna de Santo Domingo alcanzó su máximo histórico, con un 70,8 por ciento, mientras que Cartagena y San Antonio tuvieron la más baja concurrencia con un 57 y 59 por ciento de asistencia, respectivamente.
Ahora se cree que la participación llegue al 80 por ciento en todo el país y varios expertos están vaticinando a qué opción podría beneficiar esto.
El académico de Sociología de la U. de Chile, Octavio Avendaño, remarca que sumar a estos comicios a ese 45 por ciento de personas que no ha participado en las últimas elecciones podría, por un lado, beneficiar al Rechazo porque "es un elector desafecto que tampoco cree en la idea de los cambios, no estaría compartiendo la idea de cambios que subyace al proyecto de nueva Constitución -que trata de representar la opción del Apruebo- y en ese sentido podríamos decir que beneficia a ese sector".
No obstante, Avendaño destaca que en ese porcentaje que podría llegar a las urnas el 4 de septiembre hay una variedad de perfiles, como por ejemplo los jóvenes, que irían por el Apruebo.
"Ahí está el matiz respecto de quienes plantean de manera categórica que un aumento en la participación inmediatamente favorece a la opción del Rechazo. Habría que ver qué segmento aumenta, porque si aumentan los jóvenes podríamos decir que quien se beneficia de ese aumento, es la opción del Apruebo".
En eso coincide el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, que explica que se podría inferir del comportamiento electoral de la última elección presidencial, que si votara más gente de los sectores menos acomodados y más jóvenes salieran a votar, podría haber una mayor inclinación al Apruebo.
¿Qué va a pasar? Eso lo sabremos la tarde del domingo. A las 18 horas cierran las mesas y poco después se conocerán los resultados.
61% ha sido la participación más alta en la provincia y fue para la segunda vuelta presidencial del año pasado.