Cartagenina apagó 104 velitas y recibió un regaló que esperó 44 años
Blanca Jorquera Fuentes nació el 30 de agosto de 1918 y en la celebración anticipada de su cumpleaños se reencontró con su hijo mayor, Jorge Vega, quien en 1978 inició un viaje sin retorno a Venezuela.
Blanca Jorquera Fuentes no deja de sorprender a su círculo más cercano. El sábado festejó su cumpleaños número 104 con una vitalidad y una lucidez para aplaudir y envidiar. Con más de un siglo de vida sobre sus hombros, a la señora Blanquita no se olvidan los nombres de sus hijos, ni de sus nietos ni de sus tataranietos. Su memoria está fresca como la más tierna de las lechugas.
La historia de una de las mujeres más longevas no solo de Cartagena sino de toda la provincia comenzó el 30 de agosto de 1918, cuando nació en el seno de una familia campesina de Lo Abarca, dedicada a la agricultura, la producción de leche y venta de leña.
Con apenas seis años llegó al sector de la Playa Grande de Cartagena, donde su padre construyó una casona en la esquina de Almirante Latorre con Francisco Bilbao, a dos cuadras de la plaza de Armas. Ahí creció y ahí también formó su familia junto a Modesto Vega, un comerciante y transportista cartagenino, conocido por el camión con el que hizo fletes durante mucho tiempo.
Fruto del amor del matrimonio llegaron seis hijos: Jorge, Braulio, Osvaldo, Rosita, Iván y Patricio. "Durante gran parte de su vida fue dueña de casa y pastelera, ya que era famosa por sus tortas y pasteles que vendía aquí en la misma casa", recuerda Braulio Vega, uno de sus hijos.
Esperado regalo
El cumpleaños 104 de la señora Blanquita no fue uno más dentro de su largo historial de vida. Este se convirtió en uno de los más emocionantes y felices para esta mujer que luchó para criar y educar a sus seis hijos, todos los cuales se convirtieron en profesionales.
Para contextualizar su alegría hay que volver al pasado. En 1978, Jorge Vega, su hijo mayor, decidió buscar nuevos horizontes laborales y emprendió un viaje sin retorno a Venezuela. Allá vivió en Caracas, Maturín y San Vicente realizando los más diversos oficios -hasta tuvo una micro- para salir adelante en un país que en aquellos años ofrecía buenas expectativas laborales a los migrantes.
En el país caribeño formó familia y por distintas razones nunca pudo volver a su natal Cartagena. Hasta ahora.
El jueves pasado, después de 44 años residiendo en el extranjero y pocos días antes del cumpleaños de su querida mamá, Jorge retornó a Chile e inmediatamente se trasladó hasta la casa familiar de calle Almirante Latorre, donde se reencontró con sus hermanos y, por supuesto, con la mujer que le dio la vida.
Ella, precisamente, fue la más contenta de ver nuevamente a su hijo que había partido con apenas 29 años y regresado con 73.
"El regreso de mi hijo Jorge fue el mejor regalo que pude recibir en este cumpleaños (se lo celebraron anticipadamente el sábado). Por fin Dios me escuchó y volvió", confesó Blanca Jorquera, quien también mostró su preocupación por los cambios físicos que apreció en su hijo mayor. "Lo encontré muy flaco, así que le estoy dando harta comida para que engorde pronto", dice demostrando también su chispa y gran sentido del humor.
-¿Cómo estuvo el cumpleaños señora Blanquita?
-Muy bonito, mucho más bonito de lo que me imaginaba. Estoy muy contenta de haberme reencontrado con mi hijo después de tanto tiempo y de recibir el cariño de todos mis hijos, nietos y la gente que me quiere. Y si se da cuenta, ya tengo una patita en los 105 años...
Jorge, el hijo, compartió los sentimientos de su madre. "Es una emoción muy grande que no se puede medir; es imposible reflejar lo que uno siente al reencontrarse con su madre y con toda la familia después de tanto tiempo", admitió.
Hermana de 106
Aunque parezca increíble, la señora Blanquita tiene una hermana mayor, llamada María Jesús Jorquera Fuentes, quien ya cumplió 106 años y, al igual que ella, sigue con la mente lúcida como para contar todas sus historias.
A diferencia de su hermana Blanca, María Jesús emigró de la zona y se radicó en la comuna de Cabildo, donde ejerció como profesora básica hasta jubilar.
"El regreso de mi hijo Jorge fue el mejor regalo que pude recibir en este cumpleaños. Por fin Dios me escuchó y volvió",
Blanca Jorquera, en la celebración de sus 104 años