Madre de niña que casi pierde la vida por tragarse una moneda recurrirá a la justicia
Violeta Arias considera que a su hija no le dieron atención oportuna, ya que deambuló más de una semana por centros asistenciales.
Violeta Arias, la madre de Morine Cáceres (12), está desesperada, se siente frustrada y decepcionada. Su hija casi perdió la vida el año pasado. La pequeña con síndrome de Down se tragó una moneda de 10 pesos y esto provocó una obstrucción intestinal.
Entre el 21 de octubre y el 29 de ese mismo mes deambuló por centros médicos públicos y privados de la región, hasta que ese día los padres decidieron llevar de urgencia a la niña al hospital Exequiel González Cortés, donde determinaron que estuvo a puto de sufrir un shock séptico, que le pudo costar la vida, según los médicos tratantes.
A Morine, luego de requerir atención en el Cesfam de Cartagena, en el hospital de San Antonio le tomaron una radiografía y descubrieron que tenía una moneda alojada en el intestino. La trasladaron al Carlos van Buren el sábado 23, pero el lunes "un becado dijo que mi hija estaba como tuna y que se iba para la casa".
Sin embargo, la pequeña no estaba bien. El miércoles 27 de octubre empeoró y su madre pidió una hora en la clínica San Julián. El pediatra atendía al día siguiente y le recetó dos enemas. La citó para el viernes 29. Luego de revisarla y ante el nulo resultado del tratamiento la derivó al Claudio Vicuña.
En el centro asistencial local producto de su gravedad otra vez determinaron que se debía ir a Carlos van Buren, donde la habían dado de alta hace cuatro días. "Me puse histérica, no quería ir. Les dije que me iba a Santiago", contó Violeta Arias en una nota del pasado 26 de julio .
A las 21 horas la pequeña ya estaba internada en la UCI del hospital capitalino, la sometieron a tratamiento y durante una semana hicieron estudios para determinar la mejor forma de extraer la moneda, ya que Morine tiene otros problemas de salud.
Recién el 15 de diciembre la dieron de alta, pero a la semana siguiente volvió a caer en el hospital y le instalaron una sonda gástrica para que se alimente como consecuencia de la obstrucción intestinal que casi le cuesta la vida.
Acciones
Violeta Arias sostiene que en el caso de su hija no actuaron como corresponde y se hizo asesorar por un abogado. Se reunieron con personal del hospital porteño, representado por el Consejo de Defensa del Estado, pero al final "la mediación fue fallida".
Ahora la madre espera que la justicia actué. "No hemos tenido ningún resultado, ninguna respuesta del hospital, dice que no hubo negligencia y así nomás. Dicen que cuando la Morine pasó por el hospital le hicieron todo lo que le tenían que hacer. Eso no fue cierto, pasó por urgencia, dos días en observación y eso fue todo lo que le hicieron", recordó.
Por eso la progenitora espera "una compensación económica, porque tengo que andar pidiendo ayuda. A mi marido no le da abasto con lo que gana. Imagínese cuántos meses comprando leche (Ensure), en la municipalidad me ayudaron con seis tarros, no me podían ayudar con más. Morine usa un tarro cada cuatro días y desde diciembre que está tomando esta leche. Después de seis meses le salió la ley Ricarte Soto (cobertura a enfermedades de alto costo). A esto se suman los pañales. Me llamaron de la Casa de la Discapacidad para preguntarme con qué me podían ayudar. Les pedí pañales, porque a mi hija la tengo todo el día sentada, no puede ir al baño. Las asistentes sociales están buscando informes. Antes que pasara esto, ella estaba dejando los pañales. Ahora retrocedió", relató.
Sobre los gastos explicó que "un paquete de pañales le dura menos de cinco días. Necesitamos plata para su comida especial, para trasladarla cuando tiene controles. También cuido a mi mamá de 85 años. Eso no importa, pero se me sumaron todas estas situaciones, es un esfuerzo físico y sicológico para mí. Si no soy de fierro. A veces quisiera ser más fuerte, pero a veces decaigo. Mi hija me necesita bien", confesó entre lágrimas.
"Es difícil, a veces no puedo ser fuerte, porque esto no es fácil, cuando uno es pobre se hace más complicado. Encuentro que esto es injusto", aseveró.
Según Violeta Arias, "aquí hay una niña que sufre, nosotros la amamos, pero no la queremos ver sufrir. Ningún padre lo quiere, pero ella se ha llevado la peor parte de esto. Me duele como mamá, me pregunto por qué no me pasó a mí. Ella es la afectada, ni siquiera le respetan sus derechos. Dónde están los Derechos del Niño, será porque tiene una discapacidad, síndrome de Down, por eso no tiene derechos. Por eso también creo que esto es una discriminación también", se cuestionó la madre que espera la asesoría de su abogado para iniciar las acciones en la justicia para buscar una compensación.
"Es un esfuerzo físico y sicológico para mí. Si no soy de fierro. A veces quisiera ser más fuerte, pero a veces decaigo. Mi hija me necesita bien",
Violeta Arias