El folclor y la educación en Chile: Panorámica de un debate muerto
En un momento histórico como el que nos convoca, reflexionamos acerca de la ausencia total de la enseñanza del folclor. Nuevamente Oreste Plath aparece como su máximo promotor.
Yvaín Eltit - Presidente Sociedad de Folclor Chileno.
Parece extraño pensar que la educación nacional hable de folclor, tanto en sus programas escolares como universitarios, incluyendo a San Antonio. Sin embargo, este debate no es nuevo.
El folclorólogo Oreste Plath (1907-1996) publicó un adelantado artículo, "La escuela y el folklore" en Diario La Unión, Valparaíso, 17 de junio de 1934, p. 3, denunciaba: "El folklore chileno, que es rico de verdad, no es llevado a la escuela. Su implantación, dentro de los programas educacionales, sería provechosa para el cimiento de nuestras tradiciones y afirmaría la nacionalidad y nos quitaría esa capa de país sin color, sin expresión, sin ritmo propio como hasta ahora lo ha sido el nuestro por causa de la despreocupación lamentable que existe entre las personas encargadas de la divulgación del folklore nacional".
El pensamiento de Plath concordaba con el de Juvenal Hernández Jaque (1899-1979), abogado y rector de la Universidad de Chile, quien puso en marcha las "Escuelas de Temporada", espacios abiertos, comunitarios y colectivos donde cualquier ciudadano podía participar, es meritorio destacar el lugar central de las regiones en el desarrollo de estas iniciativas. Se enseñaban artes, ciencias y humanidades, contaban con exposiciones y representaciones artísticas.
Fue una época donde compartieron sus conocimientos personajes como Domingo Santa Cruz Wilson, compositor e intelectual; Antonio Acevedo Hernández, dramaturgo; Brunilda Cartes Morales, profesora, solo por mencionar algunos.
Carlos Isamitt Alarcón, compositor y pintor, escribió "El folklore como elemento básico del liceo renovado" en Revista Musical Chilena vol. 2 nº13, julio-agosto 1946, p. 22, enfatiza más todavía la grave crítica: "Imaginar la larga etapa evolutiva que aún debería salvarse para que en nuestra educación pública tuviera cabida el estudio del folklore, para que en la primera enseñanza pudiera despertarse el amor y la comprensión estética por tantas bellas realizaciones del arte popular en cestería, alfarería, tejidos, tallados, en poesía, leyendas, danza, música".
No obstante, Oreste tomó como su misión en vida no solo la labor de folclorólogo (persona que investiga el folclor), sino su enseñanza. Sus cursos en la materia son recordados por grandes y chicos, desde centros educacionales, universidades, escuelas de dietistas, etc.
En "América Latina. La patria grande 1ª Escuela Internacional de Temporada Universidad de Chile" en Chillán, Región de Ñuble, del 18 de agosto al 19 de septiembre (1967), detallamos los contenidos de su cátedra "Folklore latinoamericano", 1. ¿Qué es folklore y para qué sirve? - Lo tradicional y lo popular. 2. Cuadro sinóptico del folklore - Mapa folklórico. 3. Arte araucano, Arte pascuense, Arte popular. Condiciones actuales del arte popular. 4. Investigación folklórica - Método de recolección - Registro. 5. Folklore alimentario. Medicina Folklórica. Lenguaje popular. Toponimia. Curso ilustrado con transparencias.
Hoy cuando la educación se encuentra capturada por estándares y las principales universidades chilenas desprecian nuestro folclor, se vuelve una prioridad promover una ley que asegure su enseñanza en todos los niveles educativos.




