La Fundación Piensa publicó este año su ranking sobre la credibilidad que las autoridades tenían en cada territorio y, sorpresa, la alcaldesa Constanza Lizana quedó en último lugar a nivel regional con un escuálido 6,7% de aprobación. Ante esto, la máxima autoridad de la comuna puerto atacó con vehemencia la gestión de Omar Vera, el exalcalde de la ciudad, para culparlo de lo mal evaluada que está ella y su gestión por los sanantoninos, ¿será que Omar Vera fue quien le aconsejó cerrar las puertas de su oficina a la gente?, o quizás fue él quien le recomendó generar una purga interna para echar a muchos funcionarios municipales que dieron años de su esfuerzo para sacar adelante a San Antonio. La verdad, no lo creo.
Lamentablemente, la arrogancia es una mala consejera y la alcaldesa Lizana parece no saber que la Fundación Piensa - la misma que la puso en último lugar de las autoridades de la región - calificó a Omar Vera con un 35 % de aprobación de su gestión en 2017 y 2018 respectivamente. Estos resultados, de por sí bastante mejores que los de ella en su primer año, fueron cuando Omar Vera ya llevaba más de una década en el cargo y con el desgaste que aquello significa para autoridad.
Como concejal en el tiempo de Omar Vera fui siempre un fiscalizador de su gestión y sin duda que hay varias cosas que habría deseado que él hubiera hecho de manera diferente. Sin embargo, destaco también las cosas buenas que impulsó y que hoy echamos de menos, pues da mucha pena transitar por San Antonio en septiembre y no ver la bandera chilena, o haber perdido la "Fiesta del Barrio", los "Presupuestos Participativos", las hermosas "Cuerdas del Corazón", para solo nombrar algunas de las cosas que el exalcalde impulsó junto al concejo municipal de la época.
De esta manera, entre gallos y medianoche, la municipalidad de todos se transformó en la de algunos, atrás quedaron los tiempos donde los vecinos se congregaban en la antesala de la oficina de Omar Vera para hablar con él sobre sus anhelos y pesares. Hoy, el edificio consistorial parece un lugar vedado para los ciudadanos de a pie como nosotros. Espero de corazón que la alcaldesa lea esta carta y más que "echarle la culpa al empedrado", se ponga a gobernar para todos los sanantoninos y no solo a sus partisanos.
Manuel Manzo Peralta