Exalcalde Omar Vera: "Me encantaría que San Antonio pudiera seguir progresando"
Prefiere no polemizar con las declaraciones en su contra de la actual alcaldesa Constanza Lizana y solo pide respeto. Aquí cuenta cómo es su nueva vida lejos del municipio y dice que no descarta volver al servicio público.
Omar Vera Castro dejó su cargo de alcalde de San Antonio en junio de 2021, luego de cuatro periodos como jefe comunal y 52 años de carrera municipal, donde se desempeñó como funcionario en las distintas unidades hasta convertirse en jefe comunal.
Lejos de la Alcaldía de la comuna puerto, se ve tranquilo y dedicado a su vida como un sanantonino más. Hace personalmente sus compras en el supermercado, elige las frutas y verduras para la semana en la feria y está aprovechando el tiempo disponible que no tenía antes para disfrutar de las cosas simples de la vida, como salir a caminar, estar con sus mascotas y compartir con sus hijos.
Los cuestionamientos hacia su gestión por parte de la actual alcaldesa Constanza Lizana en una entrevista concedida a El Mercurio de Valparaíso, publicada el 19 de septiembre en Diario El Líder, no lo inquietan y responde de una manera directa y calmada cuando le preguntan por ese tema.
-¿A qué está dedicado actualmente?
-Aquí estoy, como digo yo, caminando por la vida como un ciudadano, un habitante más de San Antonio, dedicado a los quehaceres del hogar y a mis mascotas, porque me encanta compartir con ellas.
-¿Después de 16 años como alcalde, se puede dejar de pensar como autoridad?
-Para eso uno se prepara. Yo sabía que al día siguiente de dejar el cargo de alcalde iba a pasar a ser un vecino más, sin ninguna responsabilidad, ningún cargo, por lo tanto me fui preparando con antelación desde el punto de vista sicológico, para pasar al día siguiente a ser nadie y a bajar el ritmo de trabajo a cero.
-¿Qué hace ahora que tiene más tiempo disponible?
-Me ha permitido disfrutar de la vida, de los espacios, de los momentos, de la naturaleza y retomar algunos hábitos que tenía antes como la lectura, la música, caminar por la playa, esas cosas que indudablemente a uno también lo fortalecen. Tengo tres hijos y dos nietos pequeñitos, uno de 5 años y uno de seis meses, los visito de vez en cuando. Dejo que aprendan de la vida y cuando me necesitan, saben que yo estoy ahí. Los quiero mucho, los amo y soy muy feliz del desarrollo y de la vida de ellos.
-¿Cómo ha visto San Antonio desde que dejó el municipio?
-Tal como lo dije, uno lo mira desde otra óptica, desde el aspecto vecinal, del habitante. Me encantaría que San Antonio pudiera seguir progresando, mejorando, tener una buena presentación, pero eso es tarea de todos y todas. Tanto de la autoridad como de los vecinos. Todos tenemos responsabilidad en el desarrollo y en el bienestar de la comuna.
-¿Qué siente cuando pasa por afuera del edificio municipal donde trabajó casi más de medio siglo?
-Es indudable que hay momentos en que a uno se le genera nostalgia, pero esencialmente por el cariño de la gente, de los funcionarios y del compartir ideas, proyectos, acciones que siempre apuntaban a lograr mayor bienestar de las distintas comunidades.
-¿Qué cree que caracterizó su gestión?
-Tratamos de estar siempre cercanos a la gente, de ser de puertas abiertas y de entregar lo mejor de sí hacia los demás, sin importar el día, la hora, si era festivo o no. Ahí estábamos recorriendo la ciudad. Muchas veces lo hacía en forma silenciosa, andaba en las poblaciones en el vehículo particular viendo cómo estaban, qué había que mejorar e iba anotando para después traducirlo en los correos que enviaba a veces a muy altas horas de la noche, con instrucciones a las distintas unidades para que pudieran actuar.
Estallido social
-¿Qué etapa mencionaría como la más difícil de enfrentar durante su período como alcalde?
-De los 52 años de servicio municipal y los 16 años de alcalde lo más difícil fue el estallido social. Fue lo más complejo porque ahí se percibió y se sintió una odiosidad y una acción destructiva de lo que entre todos íbamos construyendo. Fue muy duro y doloroso ver cómo se destruía el esfuerzo de los vecinos junto a sus autoridades, respecto al San Antonio que se perfilaba para ser una gran ciudad.
-¿Cómo surgió el rumor que aseguraba que usted no estaba en el municipio durante el estallido social?
-Esa fue una mentira impulsada a través de las redes sociales. Yo estuve todos los días, de sol a sol, no sólo en el edificio municipal, sino que también recorriendo distintos puntos de la ciudad. Incluso los primeros días del estallido andábamos con un equipo municipal limpiando y despejando para evitar que algún transeúnte o vecino, a pie o en vehículo, se pudiera accidentar.
-¿Fue doloroso para los funcionarios ver quemado el edificio que albergaba a la Dirección de Obras?
-Demuestra lo que decía, la odiosidad y el espíritu de destruir todo lo que representara un organismo público o una autoridad. En este caso particular, ahí había mucha historia de la planificación de la ciudad, de las propiedades, expedientes de la Dirección de Obras, entre muchos otros documentos. Además, se destruyó un patrimonio de la ciudad.
-¿Ha pensado como vecino en algo que se debería hacer?
-Sí, claro. Uno lo analiza desde el punto de vista de la experiencia que tiene y también desde una mirada externa, como un vecino más. Pero uno debe entender que son las nuevas autoridades las que deben continuar conduciendo los destinos de esta querida comuna puerto San Antonio.
-Cambiando de tema, ¿hay algún proyecto que le hubiera gusta concretar para la comuna?
-Hay varios proyectos que quedaron en camino, unos en construcción y otros en proceso de licitación o de resolver observaciones de las unidades técnicas del Gobierno Regional. Me hubiese encantado haber podido entregar el estadio municipal Dr. Olegario Henríquez o el edificio del Instituto Bicentenario José Miguel Carrera, (…) entre otros. También haber entregado el Cesfam Néstor Fernández y haber podido resolver la construcción de la sede de la junta de vecinos de Lo Gallardo. Son los procesos que dan los servicios públicos y serán quienes siguen en esos puestos los continuadores de estos proyectos de desarrollo.
-¿Estaría dispuesto a volver a ocupar algún cargo público?
-Uno nunca puede decir que no. Mi vida fue de servicio público y uno no puede cerrar las puertas a una opción de seguir sirviendo a la comunidad aquí o en otro lugar. Uno siempre tiene que estar dispuesto a ayudar, colaborar, construir y contribuir con el bienestar de todos y todas.
-¿Cómo recibe los cuestionamientos expresados por la actual alcaldesa de San Antonio, Contanza Lizama, quien, entre otras cosas, dijo que usted había sido formalizado, que fue parte de procesos judiciales y que en su administración se tomaban las decisiones entre cuatro paredes?
-Uno tiene que respetar. Soy un convencido y tengo ese valor muy presente en mis palabras, expresiones, acciones y en mi caminar. El respeto hacia todos y todas siempre debe primar, cualquiera sea la situación, opinión o acción del otro. En ese contexto, respeto el accionar y las expresiones de la actual autoridad municipal de San Antonio. Será el tiempo y la comunidad, la gente, los vecinos y vecinas quienes evalúen su gestión.
"De los 52 años de servicio municipal y los 16 años de alcalde lo más difícil fue el estallido social. Fue lo más complejo",
Omar Vera
"El respeto hacia todos y todas siempre debe primar, cualquiera sea la situación, opinión o acción del otro",
Omar Vera sobre las declaraciones en su contra de la actual alcaldesa
"Uno nunca puede decir que no. Mi vida fue de servicio público y uno no puede cerrar las puertas a una opción de seguir sirviendo a la comunidad aquí o en otro lugar".