De película: intentan secuestrar a motociclista en el Cruce de Cartagena
El motorista se desplazaba con dirección a San Antonio cuando se le cruzó una camioneta de la que bajaron sujetos armados que, tras golpearlo, querían raptarlo.
Momentos de terror vivió un motociclista de 31 años que sufrió el robo de su motocicleta y un intento de secuestro mientras circulaba de noche desde la comuna de Cartagena hasta su domicilio en el sector de Villa Italia, en San Antonio.
El incidente ocurrió cerca de las 22.40 horas del viernes recién pasado cuando el afectado, que es padre de dos hijos y a quien por razones de su seguridad personal llamaremos "Roberto", volvía rumbo al puerto luego de salir a pasear en su motocicleta.
"Salí a dar una vuelta y venía desde Cartagena pasando por ese camino secundario que viene desde el Colegio Lyons' hacia los moteles y había mucha neblina, como ha estado todos estos días, así que por la poca visibilidad venía despacio y en eso se me puso adelante una camioneta con las luces altas. Me cruzaron el furgón de frente y se bajaron tres tipos, dos de ellos con pistolas. Me apuntaron y me dijeron que me bajara y que entregara la moto, así que yo me bajé altiro para que se la llevaran", relató.
Intento de secuestro
Todavía choqueado por la traumática experiencia, el afectado contó a Diario El Líder que tras hacerle la encerrona, los delincuentes "se me vinieron encima y empezaron a pegarme diciéndome "súbete, súbete", mientras me tomaban y me empujaban entre los tres para subirme al furgón. En todo momento me apuntaban con las pistolas y me pegaban. En ese instante lo único que pensé fue en ese joven de la toma de Placilla que secuestraron y empecé a forcejear con ellos, porque sentí que si me subían a la camioneta, me mataban, al igual que ese joven que no apareció nunca más. Lo único que se me pasaba por la cabeza es que si me mataban, que me mataran ahí para que mi familia por lo menos tuviera un cuerpo que llorar".
Logró huir
La víctima narró que "no sé de dónde saqué fuerza, debe haber sido la adrenalina, porque luché tanto que no lograron subirme a la camioneta y en un momento que caí al suelo uno de los tipos me apuntó directo a la cabeza y le dije que no le veía la cara, que no le había visto la cara a ninguno, que no tenía cómo reconocerlos. Yo pienso que como perdieron tiempo tratando de subirme a la camioneta se pusieron nerviosos y pensaron que podía aparecer otro auto en cualquier momento, además que como de verdad nunca les vi las caras porque estaban tapados, probablemente por eso me soltaron y el tipo me dijo 'ya, corre'. Salí corriendo lo más fuerte que pude y me escondí en unos matorrales. Corrí sin mirar para atrás, cuando me dijeron 'corre', yo corrí y no miré nunca más para atrás".
El motociclista remarcó que no sabe "quiénes eran y nunca lo voy a saber, pero pensé que si me llevaban en la camioneta no iba a volver, eso fue lo que me hizo forcejear con ellos porque a pesar que me pegaron no pudieron subirme. Después que arranqué llamé a un amigo con el que había hablado hace poco rato, le avisé a mi familia y con los nervios y todo llamé hasta mi jefe, a esa altura de lo que estaba pasando lo único que quería era salir rápido de donde estaba y estar en un lugar seguro".
Apareció la moto
"Roberto" sostuvo que luego de ser rescatado por su amigo desde el Cruce de Cartagena se trasladó a "constatar lesiones en el hospital y denuncia por robo no hay porque la moto apareció como una hora después cerca de ese mismo lugar, no se la pudieron llevar, no sé por qué. No busco justicia, lo único que me importaba era salir con vida, porque tengo dos hijos. Por eso no me dejé que me subieran y gracias a eso estoy aquí ahora".
Evidentemente afectado, el sanantonino reflexionó que "el mismo fin de semana pasó lo del exfuncionario de la PDI que mataron, a quien yo conocía, y también habían caído presos los que mataron al repartidor que también conocía. No he parado de pensar en que no entiendo por qué si quieren robar tienen que matar a las personas. Por qué si van a robar tienen que ser tan crueles que destruyen familias enteras como las del PDI o la familia del repartidor. Es muy grave lo que está pasando porque queda la sensación de que la vida de las personas no vale nada para los delincuentes".
"Me cruzaron el furgón de frente y se bajaron tres tipos, dos de ellos con pistolas. Me apuntaron y me dijeron que me bajara y que entregara la moto".
"No sé de dónde saqué fuerza, debe haber sido la adrenalina, porque luché tanto que no lograron subirme a la camioneta",
motorista afectado
3 antisociales atacaron al motorista sanantonino, a quien golpearon y le robaron la moto.