La difícil vida de su padre lo motivó para convertirse en un profesional
Oscar Araya Sánchez creció junto a su familia en una toma del cerro El Carmen donde todo escaseaba, menos el sacrificio para estudiar y salir de esa cruda realidad.
Oscar Araya Sánchez es un ejemplo de que con esfuerzo todo se puede lograr. Esto porque este contador auditor, vecino del cerro Alegre que actualmente se encuentra cursando la carrera de ingeniería comercial, llegó a convertirse en profesional a punta de sacrificio y perseverancia.
Su infancia la vivió en una humilde vivienda en una toma del cerro El Carmen junto a su familia. Su padre, Luis Alberto Araya, quien creció en un internado y trabajó en la construcción y como auxiliar de servicios en la escuela Grupo Escolar, lo motivó a él y a sus dos hermanas a ver en los estudios el medio para aspirar a tener una mejor calidad de vida.
"Mi papá perdió a su padre a los siete años y como eran 14 hermanos su mamá lo internó en un Hogar de Niños, donde estuvo hasta los 18 años. Si la vida del internado es difícil en la actualidad, antiguamente lo era mucho más, porque no existían leyes de protección a los menores. Después hizo el servicio militar, pese a que era tartamudo y sordo. En el 74 se fue exiliado a Argentina, aunque nunca ha estado metido en política. Al regreso trabajó 21 años como auxiliar en el Grupo Escolar y otros 15 en el Daem, donde se jubiló", resume Oscar sobre la vida de su progenitor.
-¿Cómo fue tu infancia?
-Si bien son pocos los recuerdos que tengo desde que llegamos a esta casa, que era una toma con todas las dificultades que significa vivir en un lugar así, mis papás siempre estuvieron con nosotros. En ese tiempo muchas personas decían que cumpliendo una cierta edad los niños tenían que trabajar. En cambio, ellos siempre se esforzaron para que pudiéramos estudiar.
-¿Recuerdas el trabajo de tu papá en el Grupo Escolar?
-Sí, un año llegué a estudiar al Grupo Escolar y me colgué de lo querido que era, para que los profesores también me quisieran a mí (ríe). Una vez un niño me contó que cuando llegaban sin desayuno, él les daba pan y leche. En ocasiones cuando lo he acompañado al centro y se encuentra con exalumnos del colegio o con algunos profesores, lo saludan con cariño y son largos ratos de conversación.
-¿En algún momento sentiste que se evidenció lo querido que es?
-Mis papás llegaron a los primeros asentamientos que hubo en cerro El Carmen, por lo tanto, son queridos por la gente. El 19 de septiembre de 2020, en plena celebración de Fiestas Patrias, se incendió su casa completamente, incluso el fuego alcanzó la casa de su vecino. Recuerdo que después del incendio recibimos visitas, llamados y mensajes por redes sociales, hubo mucha preocupación. Fue gratificante recibir tantas muestras de cariño, incluso personas tan humildes como ellos andaban haciendo una colecta para ayudar.
Esfuerzo para surgir
Las dificultades económicas por supuesto que fueron un obstáculo para Oscar a la hora de estudiar una carrera profesional, pero su perseverancia lo llevó a cumplir su primera meta.
-¿Qué fue lo más difícil cuando quisiste ingresar a la universidad?
-Cuando salí del Instituto Comercial tenía hartas ganas de estudiar en la educación superior. En ese periodo tomé malas decisiones, porque después de dar la PSU no postulé, pero luego pensé que iba a perder un año y me matriculé en una universidad privada en la carrera de pedagogía en educación física. Estuve estudiando unos meses, pero la parte económica me costó mucho y no pude seguir.
-¿Qué hiciste después de enfrentar esa situación?
-Tuve que volver a San Antonio y me puse a trabajar para pagar la deuda que tenía en la universidad. Me desempeñé cuatro años como bodeguero en una farmacia y después en una empresa de fertilizantes como jefe administrativo, pero no me sentía cómodo porque quería estudiar para tener una vida mejor. Entonces seguí trabajando y estudiaba en la noche. Me pude titular de contador auditor y comencé a tener mejores puestos de trabajo.
-¿Cómo te ha ido ejerciendo tu profesión?
-Me he desarrollado por casi 15 años en el área de la administración y con mi esposa, que también es contadora, comenzamos a tener más clientes hasta que en un momento nos "picó el bichito" de independizarnos y armamos "A&R Consultores", una empresa de asesorías contables y administrativas. Ahora estoy estudiando ingeniería comercial para ofrecer un mejor servicio.
-¿Te has propuesto otros desafíos personales?
-Fui candidato a concejal en la última elección municipal porque si bien tengo una vida cómoda, también tengo ese sentido social y me gusta ayudar a las personas. Sé cuáles eran las necesidades que tuve cuando niño. Fui usuario de la salud y la educación pública, entonces para mí es difícil comprender una sociedad donde hay tanta injusticia, más allá de los colores políticos. Creo que deberíamos tener un Estado que proteja más a los niños en el sentido de que les dé las mismas oportunidades en la educación, primero en el colegio, después para acceder a la universidad y enfrentar el mundo laboral. Todo eso viene de la experiencia de vida.
-¿Cómo ves la política actualmente?
-La política se ha visto hoy día muy ensuciada y denostada, pero creo que es el camino para que se puedan abrir las alternativas para que los más vulnerables tengan mejores oportunidades. No se trata de que les regalen las cosas, sino que tengan oportunidades como las que hubiese querido tener cuando era niño, pensando en que era una vida difícil, donde la educación pública no era la mejor, pero cuando uno tiene ganas de salir adelante se puede.
-¿Cuál es tu próxima meta?
-Quiero titularme como ingeniero comercial, al igual que mi esposa Carolina Reyes, que está estudiando ingeniería en administración de empresas. Eso lo hemos conversado y lo tomamos como un ejemplo para nuestros hijos, Armando y Javier. La idea es que ellos vean que sus papás se esforzaron, pudieron salir adelante a través de los estudios y de ninguna mala forma. Ellos nos ven estudiando y también lo hacemos con ellos. Nuestra próxima meta es que nuestra empresa siga creciendo.
-¿A qué están dedicados en este momento en lo profesional?
-Ahora estamos preparando una charla sobre emprendimiento, donde vamos a explicar desde la idea de negocio, lo principal que deben saber a la hora de crear una empresa. Estas charlas queremos dictarlas en juntas de vecinos de manera gratuita, enfocadas en personas que desarrollan alguna actividad en su casa, por ejemplo, que hacen pan para vender dentro de su círculo.
-¿Qué pueden lograr los emprendedores al capacitarse?
-Si a esa persona el municipio la capacita, le entrega todas las herramientas, la ayuda a postular a proyectos de Sercotec o Sence y a que se formalice, va a empezar a pagar impuestos, patente y si le va bien, va a contratar a sus vecinos o familiares. Ahí se atacan varios problemas como el desempleo y la falta de oportunidades que incluso puede llevar a la delincuencia. Esa es la mirada que tenemos como empresa privada con un sentido social.
-¿Está en desventaja el comercio establecido al haber comercio ambulante sin control?
-Sí, está en desventaja porque el comercio establecido tiene que pagar servicios básicos, impuestos, patente, trabajadores en el caso de que los tenga y eso encarece los productos. Es injusto que alguien se posicione cerca o en la entrada de su local, ofreciendo el mismo producto a un tercio del precio, sin tener que esforzarse tanto. Es una competencia desleal, porque si el establecido vende a $10 y el ambulante a $4, el ilegal va a tener más utilidades porque se salta todos los gastos de la legalidad.
"Mi papá perdió a su padre a los siete años y como eran 14 hermanos su mamá lo internó en un Hogar de Niños, donde estuvo hasta los 18 años",
Oscar Araya
"En ese tiempo muchas personas decían que cumpliendo una cierta edad los niños tenían que trabajar. En cambio, ellos (sus papás) siempre se esforzaron para que pudiéramos estudiar".