Escritor sanantonino cuenta cómo descubrió la historia desconocida de la Negra Ester
Pedro "Beno" Navarro ha escrito una trilogía de novelas donde cuenta detalles de la vida de esta prostituta que brilló en el cabaret "Luces del Puerto".
Pedro Navarro Cruz, conocido en el ambiente cultural de San Antonio como "Beno", cuenta que ha hecho de todo en su vida. Ha sido dibujante, pintor y vendedor, entre otros oficios, sin embargo, destaca que desde la época escolar sintió motivación por el arte y la literatura.
Siendo niño comenzó a escribir poemas en los que plasmaba sus sentimientos, pero que por timidez no los compartía con los demás. En la adolescencia descubrió que también tenía talento para el dibujo y lo aprovechó para ganar algo de dinero.
Más tarde, un accidente le causó un grave daño a la vista, obligándolo a dejar de lado su pasión por el dibujo y la pintura. Esto lo llevó a volcarse de lleno a escribir. Es aquí cuando los recuerdos de su cercanía con la "Negra Ester" lo hicieron pensar en contar la historia de esta prostituta que conoció en su juventud.
En una saga de tres novelas este escritor avecindado en cerro Alegre, describe las vivencias y los relatos que la propia Berta Ovando Rojas le confidenció. La historia que relata "Beno" Navarro es más cruda y muy diferente a la que se había conocido.
-¿En qué circunstancias conoció a la Negra Ester?
-En la calle de al frente al cabaret "Luces del Puerto" vivía mi bisabuelo, que a la vez era padrino mío. Siempre que lo iba a ver me ponía a pichanguear en la explanada arriba de la calle Sargento Aldea y ahí fui conociendo a la gente del ambiente. En ese tiempo los cabarets no tenían agua, entonces les convidaban los vecinos de las casas que estaban cerca. Mi abuelita le daba agua al Luces del Puerto. Ahí fui conociendo a la señora Berta, que era "La Negra Ester", al tío Roberto, a los garzones, a los músicos y con ellos iba escuchando las historias.
-¿Cuánto tiempo le tomó escribir esta novela?
-Fue un trabajo de ocho años, pero era para un libro inmenso de 900 páginas, así es que lo dividí en dos. La primera parte ya tiene cinco ediciones y de la otra parte recién ahora va a salir la segunda edición. Pero yo les cambié el nombre, la primera se llama "Cabaret Luces del Puerto" y la segunda "Estado de Sitio. Cabaret Luces del Puerto". Esta última es justamente el regreso de un trompetista que estaba en Europa y cuando volvió en Chile estábamos bajo estado de sitio.
-¿Cómo pudo acceder a detalles tan personales de Berta Ovando?
-Yo siempre estuve muy cerca de ella, porque después se vino a vivir cerca de mi casa en cerro Alegre cuando la rescató el maestro Cerda del sanatorio El Peral, en un momento en que estuvo muy mal. Él fue el verdadero amor de la Negra Ester.
-¿De qué se trata "El Prontuario de la Negra Ester"?
-Es la tercera parte y es el testimonio de ella misma. Nos contó su verdadera historia, la que nadie conocía. El tío Roberto nunca fue el amor de su vida, solamente cuando ella estaba en el "Río de Janeiro", llegó él a trabajar a otro cabaret que estaba en la calle Balmaceda. Después la "Negra Ester" con la "Flor de la Canela" se quedaron con el Luces del Puerto y ahí le pidieron ayuda al tío Roberto para que les buscara los músicos, pero nunca hubo algo sentimental entre ellos.
-¿Le impactó algún suceso de la vida de la Negra Ester?
-Me impactó conocer su verdadera vida, la que fue muy triste, pero ella siempre decía que la vida era hermosa porque a pesar de todos los sufrimientos siempre daba una segunda oportunidad. Además, como yo era muchacho me asombraba la calidad de la gente, que a pesar del estigma que tenían por ser del barrio rojo, eran personas muy solidarias. La misma "Negra Ester" cuando llegaban muchachas jóvenes, trataba por todos los medios de que desistieran, que no se metieran en ese ambiente.
-¿Por qué quiso sacar la tercera parte de esta historia?
-Sentí que era mi obligación (escribirla) para terminar con todo lo que se ha inventado de ella.
Musical en francia
El pasado 8 de enero en Francia la cantautora sanantonina Maritza Torres estrenó a sala llena en la "La Boîte à Gants", ubicada en la ciudad de Lyon, el musical "La Negra", obra de su autoría escrita en verso, inspirada en la novela "Cabaret Luces del Puerto" del sanantonino "Beno" Navarro.
En el espectáculo también participaron los músicos Danilo Villouta e Iván Latapiat.
-¿Cómo fue saber que una de sus obras inspiró un espectáculo en Europa?
-Maritza Torres me llamó desde Francia para pedirme autorización para montar una obra allá basada en mi novela. Le mandé los borradores y ahí ella hizo su trabajo. Fue algo muy lindo y me motivó a escribir la tercera parte "Prontuario de la Negra Ester".
Dedicado al arte
La literatura no fue siempre una prioridad para Pedro Navarro, sin embargo, todo lo que ha hecho en su vida se relaciona con el arte.
-¿En qué momento se dio cuenta de su interés por el arte?
-Desde bien chico que tuve inquietud por el arte, pero lo mío era el dibujo. Tenía un tío que dibujaba, pero no profesionalmente. Yo lo veía dibujar y que pintaba con lápices de colores. Los niños del barrio le mandaban a hacer los dibujos para los trabajos del colegio. Después cuando guardaba las cosas, se las sacaba, para copiar lo que él hacía.
-¿Qué utilidad le generaba su talento siendo tan joven?
-Mi barrio era muy humilde entonces a mi no me daban plata para nada. No me faltaba la ropa ni la comida, pero por ejemplo si quería jugar fútbol no me compraban ni un par de medias, entonces todo tenía que comprármelo yo. Para el Día de Todos los Santos, empecé a pintar letras en el cementerio, a grabar letras en mármol y así iba ganado dinero para mis gastos. Mientras yo pintaba, mis amigos acarreaban agua.
-¿Se dedicó profesionalmente al dibujo?
-Cuando me fui a Argentina empecé a buscar trabajo, hasta que ingresé a una empresa publicitaria y de ahí el dueño me consiguió que entrara a los "Estudios García Ferré" que eran de su hermano con el compromiso de que en las noches trabajara en la agencia. Así pasé a trabajar en dibujos animados, lo que me gustaba mucho. Ahí se hacían Hijitus, El Libro Gordo de Petete y Mafalda.
-¿Qué pasó cuando regresó a San Antonio?
-Cuando volví a Chile, trabajé en distintas cosas, como radiocontrolador en la antigua radio Sargento Aldea en los años en que estaba en Centenario. Después dejé un poco el dibujo y me dediqué a la pintura. Estuve saliendo con exposiciones hasta al extranjero y la última fue en Ciudad de México.
-¿Por qué no siguió dedicado a la pintura?
-Tuve un accidente automovilístico que me causó desprendimiento de retina en ambos ojos. Dejé de dibujar hasta que me salvaron el ojo, pero me costaba mucho. Ahí me comencé a volcar a la literatura.
-¿Qué lo impulsó a escribir una historia relacionada con esta comuna?
-Había escrito poemas, pero muy personales, hasta que ya empecé a escribir novelas e hicimos un acuerdo con los escritores sanantoninos de ir rescatando nuestras raíces y el patrimonio cultural. Desde muy niño conocí todo el ambiente del "barrio rojo", porque siempre he vivido en cerro Alegre, como a cinco cuadras de donde estaban los locales de los cabarets.
-¿A qué está dedicado actualmente?
-Ahora estoy trabajando en otra novela que también se relaciona con San Antonio, se llama "Albacora". Se trata sobre el tiempo de oro de la albacora acá. La tenía casi lista pero la empecé a rehacer para actualizarla sobre esta lucha que están dando con la ley de pesca, entonces para poderla incluir la estoy modificando.
"Mi abuelita le daba agua al Luces del Puerto. Ahí fui conociendo a la señora Berta, que era "La Negra Ester", al tío Roberto, a los garzones y a los músicos",
Pedro Navarro.
"El maestro Cerda la rescató del sanatorio El Peral, en un momento en que estuvo muy mal. Él fue el verdadero amor de la Negra Ester",
Pedro Navarro