Juan Olivares Meza

"Lamentablemente sufrimos el robo de un contenedor que ocupábamos como camarín para las series infantiles el día sábado y el domingo para la rama femenina y las series adultas. Ese contenedor lo había donado la empresa Comaco y además nos rompieron parte del cerco perimetral que tenemos en nuestra cancha y todo esto es un daño demasiado grande para nuestra institución".

Las palabras del presidente del club Villa Las Dunas nacen cargadas de rabia y de pena. A ratos es pena y a ratos es rabia, mucha rabia.

Ocurre que Vicente Valdés Guajardo fue jugador del club social y deportivo Villa Las Dunas y como muchos dirigentes, es de esos que si tiene que meterse la mano al bolsillo para apoyar a su club, ni siquiera alcanza a pensarlo. O sea, Vicente Valdés es de esos dirigentes que durante más de cien años le han dado a los clubes de barrio de San Antonio esa dignidad que el Estado tantas veces olvida.

Por eso le sobran las razones para decir que tras el robo siente "mucha impotencia y malestar porque nos hacen este daño tan grande que vulnera los niños, que son los más perjudicados en esta ocasión porque se quedan sin un lugar donde equiparse para poder jugar, no entendemos cómo pueden haber personas tan insolentes, sin corazón, porque este no es un robo espontáneo de alguien que va pasando; aquí personas se pusieron de acuerdo y consiguieron un camión, más una o dos grúas para poder levantarlo y llevárselo porque no es fácil mover un contenedor. Esta es gente muy miserable la que hace este daño tan grande a un club pequeño".

Casi sin dar tregua a las ideas que quiere manifestar para expresar su fundamentada indignación, Vicente Valdés explica que "todos sabemos que no es llegar y mover un contenedor, por eso esto lo hizo alguien que tiene recursos, que tiene la maquinaria adecuada para mover esa estructura que lo único que hacía era prestar una comodidad mínima a nuestros niños, una privacidad que necesitan nuestras señoritas de la rama femenina y por eso da tanta rabia este robo, porque a los clubes chicos todos nos cuesta el doble y a veces más que el doble".

De madrugada

Según el presidente del Club Villa Las Dunas, fue la cuidadora de la pista bicicross, vecina a la cancha de la "Banda Sangre", la persona que les avisó que habían sufrido el robo del contenedor que usaban de camarín para los partidos del fin de semana.

"Parece que en la madrugada ella sintió unos movimientos medio extraños, pero como por esa zona es normal que transiten camiones, no fue hasta la mañana del día siguiente que vio que estaba el cierre perimetral botado y se veían las huellas del camión que entró a robarse el contenedor. Ahí fueron algunos socios y comprobaron que nos habían robado el camarín y además nos rompieron el cierre perimetral de la cancha", dijo Vicente Valdés.

Claro que de la rabia también sale el convencimiento de sobreponerse y conseguir otra vez la infraestructura mínima para las series infantiles, la rama femenina y los jugadores que cada fin de semana llegaba a la cancha del parque DYR para defender la camiseta de Villa Las Dunas.

Convencido, el presidente de los "albirrojos" comentó para esta crónica que "el club ha estado en peores situaciones que esta y ha logrado salir adelante con el cariño de su hinchada, con el amor a la camiseta de los jugadores y el compromiso de sus dirigentes. Por eso creo que vamos a salir de esta, que es un golpe demasiado duro para nosotros, pero nos vamos a sobreponer y con el apoyo de la gente que siempre está con nosotros, como la "Óptica Foto Mena", don Félix Saavedra y muchos otros vamos a recuperarnos porque esta es una institución muy luchadora", prometió el dirigente.