Diego Gotelli C.

Entre sollozos apaciguados por las parvularias se despertaron de su siesta los niños que asisten a un jardín infantil de Puente Alto, que fue escenario de una balacera que puso fin a la tranquilidad al interior del establecimiento.

Testigos contaron que fueron más de 30 los disparos que escucharon la tarde del lunes, cuando desconocidos se confrontaron en una plaza ubicada a pocas cuadras del jardín El Almendral, ubicado en el sector de Bajos de Mena, enfrentamiento que trasladaron hasta el frontis del jardín, donde ocurrieron los tiros.

El portón de acceso del recinto, al que asisten unos 130 niños, ayer presentaba agujeros por los que penetraron algunas de las balas, que fueron percutadas cerca de las 13.30 horas, cuando los alumnos, todos menores de 6 años, tomaban una siesta.

"Yo estaba en el trabajo cuando me llama la tía (parvularia del recinto) y me dice 'mamá, tienes que venir a buscar a tu hija porque hay una balacera en el jardín'", contó una de las apoderadas.

Un video grabado por las educadoras muestra el momento en que se registran las ráfagas de tiros. En el clip evitan hablar y con breves sonidos piden silencio a los pequeños, que comienzan a despertar aterrados, manteniéndose todos tendidos en el suelo.

Desde el municipio explicaron que el actuar de las parvularias se debería a un protocolo de resguardo pensado para hechos de violencia. "Es un sector complejo", reconoció el alcalde Germán Codina.

Carabineros informó que lo ocurrido no dejó personas heridas y que se ingresó una denuncia de oficio, pues los funcionarios del jardín evitaron presentar la acción por temor a represalias.

"No podemos normalizar ni acostumbrarnos a este nivel de violencia", señaló el gobernador capitalino Claudio Orrego. "Tiene que haber una guerra contra las armas ilegales", añadió el alcalde Codina.

En prisión preventiva quedó el garzón de un restaurante de Providencia, quien es acusado de intentar matar a unos clientes que no pagaron lo consumido en el local.

El hecho ocurrió la noche del 2 de junio e involucró a tres amigos que comieron salchipapas y bebieron más de 30 micheladas en el recinto ubicado en Vicuña Mackenna, quienes tras estar cerca de tres horas en el lugar huyeron corriendo sin cancelar la cuenta, una estrategia conocida como "perro muerto".

Pero en su huida fueron perseguidos por un garzón del recinto. Un video captado por una cámara de seguridad muestra cómo uno de los clientes, cansado de la persecución, espera al trabajador, quien al darle alcance comienza a propinarle golpes en el rostro al comensal y a uno de sus acompañantes.

Según antecedentes de la investigación, los clientes se habrían disculpado y habrían ofrecido pagar lo consumido, lo que no frenó la golpiza propinada por el garzón, quien además extrajo un arma blanca y apuñaló a uno de ellos, causándole heridas por las que debió ser hospitalizado.

A casi cinco meses de lo ocurrido, ayer el trabajador fue detenido y formalizado por homicidio frustrado, decretándose su privación de libertad. Según informó la policía, el garzón de nacionalidad venezolana mide 1,90 metros y es cinturón negro en una disciplina de artes marciales.

"El universo del anime web". Con esa biografía apareció el fin de semana la cuenta institucional de Twitter de la Escuela Militar tras ser hackeada por desconocidos. Tras la vulneración el sitio comenzó a compartir ilustraciones de animaciones japonesas y cambió su nombre y logo. La repartición del Ejército señaló que habían activado los protocolos para acabar con la intromisión y evitar que se repita, además de realizar un peritaje informático para recabar antecedentes por el "carácter potencialmente delictivo" de la vulneración. Ayer por la tarde la cuenta ya había recuperado su nombre original.

A casi un mes de que fuera hallado un cadáver calcinado al interior de un auto quemado en San Joaquín, la PDI informó ayer la detención de los presuntos autores del crimen contra aquel ciudadano peruano de 26 años. Se trata de tres delincuentes de la misma nacionalidad de la víctima, quienes pertenecen a una banda dedicada a robos a salida de bancos y secuestros extorsivos. De acuerdo a la policía, el fallecido también era miembro de la agrupación, por lo que se indaga posibles desacuerdos internos. El fiscal Héctor Barros destacó la "crueldad" en el actuar, pues dice que la víctima fue torturada y baleada en una casa, para luego llevarla entre frazadas hasta San Joaquín donde incendiaron el vehículo con el hombre vivo adentro.