Borgoña en peligro: plaga podría dejar a la provincia sin frutillas este verano
Los productores estaban en alerta porque el SAG no permitía plantar más frutillas para evitar la diseminación de la plaga, medida que se revirtió parcialmente.
La plaga del nematodo, un gusano invisible al ojo humano que está afectando a la producción de frutillas en las regiones de O´Higgins, Metropolitana y de Valparaíso, tiene su epicentro al sur de la provincia de San Antonio, en el límite de Santo Domingo y San Pedro de Melipilla; y mantiene en alerta a los productores, que no están seguros de poder contar con este fruto para el verano.
Hasta ahora se ha desplazado hacia el sur y no se han reportado casos en plantaciones de San Antonio y Cartagena, donde hay preocupación en el área rural.
La peste se suma a la falta de agua, el alto precio de los fertilizantes y la mosca de alas manchadas, otro insecto que se alimente de ellas.
La semana pasada, una intervención del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) evitó una manifestación en la Ruta de la Fruta. Los productores pensaban cortar la vía para exponer sus problemas.
De acuerdo a lo explicado a Diario El Líder, la manifestación se debía a que no tenían suficientes plantas para asegurar una cosecha en la temporada de verano.
Dentro de las medidas del SAG, se restringió la plantación y millones de almácigos estaban en viveros para asegurar que estuvieran libres del nematodo, cosa que se revirtió el viernes cuando se liberaron más de tres millones de plantas para las regiones afectadas.
Jorge Vera, representante de los frutilleros, manifestó a El Líder que "hay preocupación de lo que pueda pasar para el verano".
"No queremos perder esta temporada", agregó y recalcó que no se sabe si las plantas liberadas alcanzarán para todos los productores perjudicados.
De acuerdo al SAG, 3.660.000 plantas de frutilla fueron autorizadas "para su comercialización".
"Esto tras la medida de inmovilización que había determinado el Servicio para este material vegetal (…) con el fin de evitar su diseminación hacia otros hospederos productivos y nuevas áreas geográficas del país".
"El Servicio sigue avanzando en el análisis total de ellas tras el tratamiento recibido para verificar su sanidad, lo cual permitiría ir liberando progresivamente nuevas partidas sanas", indicó la institución.
Julio Retamales, académico investigador del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad de Las Américas sede Viña del Mar, biólogo y doctor en Biotecnología, explicó que "esta es una plaga que provoca daños y que implican el rendimiento de las plantas presentando malformaciones en brotes, reducción del número de flores, muerte de yemas, deformación y clorosis de las hojas, pudiendo incluso afectar a la pulpa de los frutos".
"Es importante señalar que esta solo afecta a la planta en cuestión, sin causar daño a las personas que la manipulan o consumen", agregó.
Expuso que "el SAG además de establecer oportunamente una serie de medidas sanitarias para evitar la propagación de esta plaga a otras regiones del país, entre ellas, la evaluación de viveros y productores de frutillas de todo el territorio nacional, realizó estudios de eficacia y autorizó el uso de nematicidas comerciales para el control".
"No obstante, el Servicio Agrícola y Ganadero hizo un llamado a los productores a hacer un uso responsable de estas sustancias, las cuales deben aplicarse siguiendo rigurosamente las indicaciones autorizadas para minimizar el impacto que pudiese provocar esta situación en la producción local y al mismo tiempo evitar otros problemas relacionadas con el impacto y sustentabilidad ambiental", finalizó.
¿QUÉ ES?
Aphelenchoides fragariae es un nematodo, tipo de gusano cilíndrico, microscópico e invisible al ojo humano, que ataca a las plantas de frutilla, especies ornamentales y otros cultivos, ocasionando daños principalmente en el rendimiento. Esta plaga no se encontraba presente en Chile y fue detectada por los laboratorios del SAG. Por ello el Servicio estableció una serie de medidas de emergencias en agosto, ese mismo mes el Ministerio de Agricultura declaró emergencia agrícola ante la situación y autorizó una serie de pesticidas para su control, entre otras determinaciones fitosanitarias.
"Es importante señalar que esta solo afecta a la planta en cuestión, sin causar daño a las personas que la manipulan o consumen",
Julio Retamales,, académico investigador del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad de Las Américas.