HERNÁN MERINO CORREA, teniente de Carabineros.
(17 de julio de 1936 - 6 de noviembre de 1965)
Cómo no recordar la trágica muerte del principal héroe del siglo pasado de nuestra nación, ha sido uno de los lamentables hechos que marcaron a la región de Aysén, que hoy muchos creen que este sacrificio fue en vano y que estuvo al borde de enmarcarse en un conflicto entre naciones hermanas.
El 6 de noviembre de 1965 fue el escenario de la muerte del teniente de Carabineros don Hernán Merino Correa.
Merino un joven oficial de Carabineros, con virtudes excepcionales que tengo la convicción hoy todo carabinero debe emular, vivió en Limache de niño y llegó a la región de Aysén en marzo de 1961 ya con el grado de teniente. Como jefe del destacamento en Cochrane. En esa unidad se encontraba cuando se produjo el incidente fronterizo que le costó la vida en la zona de Laguna del Desierto en 1965.
Los hechos empezaron a gestarse en octubre de 1965 cuando el colono Domingo Sepúlveda se presentó en el Retén Lago O'Higgins para denunciar que dos días antes había llegado a su casa una patrulla de la Gendarmería Argentina para exigirle que fuera a la ciudad trasandina de Río Gallegos para normalizar su situación legal en el país vecino. El colono fue amenazado con la detención si no concurría a hacer el trámite, quien recurrió a los únicos representantes del estado, que tenía a mano en ese momento, como suele ocurrir aún en estos tiempos en los sectores rurales, los carabineros, quienes hacen patria en nuestro territorio, a quienes debemos reconocer dicho esfuerzo por el bien común de nuestra sociedad.
Su muerte se desencadena, en desafortunados hechos por disputa territorial que no es el caso mencionar, si no destacar y resaltar las pruebas del valor de Merino, su vocación de servicio público, su transparencia, su honradez, humildad, entrega, compañerismo y por sobre todo ser del débil el protector, estos valores, esta forma de vida creída y aceptada, es una doctrina que debe ser espejo para las nuevas generaciones de carabineros, pues cumplió a fuego su promesa de servicio jurada ante la patria, de rendir la vida si fuese necesario.
En la época, el gobierno del Presidente Frei Montalva reconoció el actuar patriota del teniente Merino en defensa de la soberanía nacional y el 3 de mayo de 1966, mediante la Ley Nº 16.468, fue ascendido a general. En tanto, el 1 de junio de 1966, mediante el Decreto Supremo Nº 818, se le concedió al general Hernán Merino Correa la Condecoración Premio al Valor.
Digno de mencionar es el gesto de la Gendarmería Argentina quien hace unos años, devolvió la bandera chilena, sacada desde nuestro territorio, a los carabineros.
Hoy el Salón Teniente Hernán Merino correa, recuerda en cada rincón de Chile la gesta heroica, de un joven provinciano, dispuesto a cumplir a fuego la promesa de servicio.
No importa condición social, clase, profesión u oficio, sector político, la premisa se hace patente; "¡Siempre viven, los que por la patria mueren!".
Héctor Sandoval
MIembro Salón
Teniente Hernán Merino
Filial Valparaíso