Desalojan nueva toma de Cartagena, pero ocupantes volvieron al terreno
La empresa dueña del predio pidió el apoyo de Carabineros para efectuar deslindes y al final del día el sitio contaba con guardias de seguridad y había sido cerrado nuevamente, pero un grupo de personas reingresó por la fuerza.
Durante toda la jornada de ayer las autoridades locales evitaron hablar de un desalojo, toda vez que las personas que mantenían tomado el terreno de la constructora Pacal, en la curva de la Punta de la Yegua, en la entrada a Cartagena, salieron por sus propios medios al verse asediadas por Carabineros y la maquinaria pesada que ingresó al predio.
Al momento que se produjo la salida de quienes el miércoles de esta misma semana habían anunciado que se quedarían con este sitio "por la razón o la fuerza", se produjeron algunas declaraciones de las personas que reclamaban para sí el terreno, culpando al Estado de una deuda incumplida en cuanto a la posibilidad de tener una casa propia.
"deuda del estado"
"Solamente somos personas que no tienen hogar y ahora iremos a mostrar nuestros carnets, vamos a demostrar que somos personas de bien, que solamente no tenemos vivienda. Aquí no hay un desalojo, este es un terreno del Estado y el Estado es el que tiene una deuda con nosotros que estamos sin vivienda, porque lo único que estamos pidiendo es tener un hogar donde vivir, porque la vivienda no es un privilegio, es un derecho", dijo uno de los miembros del grupo.
Otro de los hombres que estaba en el terreno tomado dijo que "este no es un desalojo, no nos han dicho eso, lo que pasa es que se llevaron algunos compañeros a la comisaría (de Cartagena) injustamente y no sabemos lo que pasó con ellos. Estamos en la incertidumbre todavía".
Margarita Becerra Guzmán tiene 70 años y desde 1989 vive en un sitio que está justo en el límite sur del predio tomado, al oriente de la ruta Antonio Núñez de Fonseca, justo frente al Condominio Rocas de San Antonio.
Sobre los acontecimientos de los últimos días, la adulta mayor cuenta que lo ha pasado "pésimo porque desde que supe que habían llegado estas personas el sábado, tuve que dejar mi trabajo en la feria porque la pensión no me alcanza para todo el mes y me ayudo con la feria y los proyectos Fosis para poder tener un poquito más de plata. Así que fui donde la gente para explicarles que yo vivo en este lugar desde hace 33 años, cuando llegué como cuidadora, mis hijos ya se fueron de acá y mi pareja falleció, pero me recibieron muy mal, son personas muy alteradas, se portaron muy violentas cuando traté de hablar con ellos".
"dEMASIADO ABUSO"
La mujer sostuvo que "lo que pasa es que aquí hay mucho negocio, hay personas que se están aprovechando, es demasiado el abuso y quizás me hagan algo por decir la verdad, pero yo los he visto cómo pasan de la toma de al frente (Punta Ballenas) hacia acá. Se pasaron de la toma de al lado del condominio para acá, no se toman un solo sitio, hacen negocio con esto de tomarse los terrenos y uno les dice pero se ponen como fuera de sí".
"Tengo 70 años y todo esto que pasa es muy cruel porque no sé si voy a ser capaz de soportarlo. Mi salud no me acompaña y pienso que me puede dar un colapso, si los he pillado adentro de mi casa tratando de sacar agua. No son personas que respeten, y lamentablemente para nosotros la ley no existe", alegó Margarita Becerra.
Otro vecino del sector es don Luis, quien a la hora de la salida voluntaria de las personas que se tomaban el predio comentó que en ese lugar habían "como 30 o 40 personas, no más, el mismo grupo siempre. Es muy malo que se tomen estos terrenos porque llega mucha delincuencia y lo lamento mucho por la gente honesta, por las personas que no tienen nada que ver con delitos, pero vivo aquí al lado y lo hemos pasado terrible. Ya no se puede caminar en la noche. A mí me agredieron antenoche (el martes) y todavía tengo el labio partido, así que no me quedó otra que hacer la demanda porque así estamos con esta violencia".
Versión policial
Desde Carabineros, el mayor Marcelo Valenzuela, de la Prefectura de San Antonio, explicó que "a raíz de un requerimiento del propietario del terreno tomado desde el día sábado, se dispuso servicios preventivos con la finalidad de realizar trabajos de preparación de deslinde y cierre perimetral; haciendo ingreso al predio con la autorización del propietario y dentro de nuestras facultades efectuar controles de identidad a las personas que se encontraban en el interior, siendo conducidos hasta la unidad policial para que fijaran un domicilio conocido, generándose el desalojo voluntario de dichas personas".
Y aunque al final del día al interior del predio se veían algunos guardias de seguridad, un baño químico y los deslindes habían sido reforzados, cerca de las 20 horas un grupo de personas derribó el cierre hacia la avenida Antonio Núñez de Fonseca y encendieron fuego en el lugar.
Se supo que algunos guardias y al menos una vecina del sector habían sido amenazados, cumpliéndose la premisa del vocero de esta toma, Emerson Torres, quien dijo a nuestro diario que se quedarían en este terreno "por la razón o la fuerza".
"Aquí no hay un desalojo, este es un terreno del Estado y el Estado es el que tiene una deuda con nosotros que estamos sin vivienda",
ocupante
5 días duró la toma del terreno que pertenece a la empresa constructora Pacal.
40 personas aproximadamente se encontraban al interior del terreno privado.