Ahorrar energía en verano
Por fin se viene el verano y su llegada se traduce en una disminución de los gastos en energía, situación favorable para el cuidado del bolsillo familiar, sobre todo en un escenario de inflación como el que vive el país.
En este contexto, me permito entregar algunos consejos de ahorro de energía y, por consiguiente, de dinero. Se debe recordar que "en casa el calor que no entra, no necesitamos sacarlo". Si no vamos a estar en el hogar, antes de salir se deben dejar las cortinas bien cerradas, lo que permitirá que esté un poco más fresca al regresar y así ahorrar electricidad por el uso del ventilador o aire acondicionado. En la cocina se deben abrir las puertas del refrigerador la menor cantidad de veces posible y tampoco hay que guardar alimentos calientes, ya que el termostato notará que la temperatura promedio en el interior ha subido y hará funcionar el motor más tiempo para bajarla. También se debe evitar dejar la televisión encendida si no se está viendo, no usar la lavadora a media carga, ya que cada ciclo de lavado genera un gasto económico importante, por ello lo ideal es reunir la mayor cantidad de ropa posible y usar la máquina una sola vez. También se recomienda no usar la secadora o el ciclo con secado de la lavadora, ya que generar calor es una de las tareas que más consume electricidad en el hogar, por eso si tiene adonde tender la ropa, aproveche el calor actual del clima para que la ropa se seque.
Finalmente, en lo que refiere a paseos o salidas al exterior, que son tan frecuentes en la temporada estival, se debe tener precaución con el uso del aire acondicionado en los autos, ya que la energía que utiliza puede llegar al 10% de la que genera el motor, lo que se traduce en energía menos que se va a las ruedas, aumentando así el gasto de combustible. Entonces ¿Qué hacer, mejor bajar los vidrios? ¡No por favor! Especialmente en carretera, la resistencia que le produce el aire con los vidrios abajo lo hará gastar más bencina que ir con los vidrios arriba y el aire acondicionado encendido. Si de verdad quiere bajar el consumo, maneje a velocidad moderada y sobre todo constante, frenar y acelerar a cada rato aumenta mucho el consumo. En la mayoría de los vehículos la velocidad óptima en el cambio más alto es alrededor de los 90 km/h. Tal vez llegará a destino 10 o 15 minutos más tarde, pero verá como ahorrará varios litros de gasolina.
Gabriel Alkalay
Académico Escuela de Ingeniería
Universidad de las Américas