Nos acostumbramos y naturalizamos esta frase.
A un vecino de nuestra comuna de Santo Domingo, específicamente del Fundo los Lilenes, le pasó.
Hace pocos días lo acusaron de desviar causes y estar robando agua. Y el acusador fue nada menos que el Ministerio de Obras Públicas, a través del propio ministro Juan Carlos García.
La Dirección General de Aguas, dependiente de ese ministerio, finalmente se desdijo, tras inspeccionar y, comprobar que se trataba de un error.
Nuestro amigo y vecino recibió de los peores insultos por redes sociales y otros medios.
Cómo es posible que ocurra una situación de este tipo por la denuncia irresponsable de un mal llamado vecino y, lo más grave que es, ratificada por una autoridad, sin seguir los protocolos y los canales correspondientes. Un piquero a la piscina sin agua.
Todos los años de trabajo, todos los años de esfuerzo, se destruye en un minuto de sobrevuelo de un dron.
La agricultura, especialmente, es generadora de miles de empleo, por ende muchas familias dependen directamente de este rubro.
Hasta cuándo le siguen dando.
Quiero saber quién está detrás de todo esto.
Los invito a reflexionar.
Cuando un empresario agrícola por décadas se ha preocupado de tecnificar el riego, de respetar todas las reglas, todas las leyes (que son muchas), de pagar sus impuestos, de tratar de "plantar" un legado, dejar huellas, invertir en mejorar los sistemas de siembras y cosechas etc., me pregunto, ¿va a mutar todo su capital por algo ilegal?
Se trata de enmendar y publicar una vez más con un "disculpe, erré me equivoqué".
En otra oportunidad les informaré qué rubros son los mayores consumidores de agua y que están por sobre los alimentos.
Jorge Orellana Martínez,
comunicador-productor